Washington. – La vicepresidenta del país, Kamala Harris, calificó este jueves de «emergencia nacional» el éxodo de mujeres de la fuerza laboral durante la pandemia de covid-19.
«Esta es una emergencia nacional. El hecho de que las mujeres estén abandonando la fuerza laboral en estos números es una emergencia nacional que necesita una solución nacional», dijo la vicepresidenta en una mesa redonda virtual con legisladoras y organizaciones feministas.
Según datos del Departamento de Trabajo de este mes, unos 2,5 millones de mujeres han dejado sus empleos en el país durante la pandemia, frente a los 1,8 millones de hombres.
Para Harris, se ha producido «la tormenta perfecta» para las mujeres, que han parado de trabajar para asumir el cuidado de sus hijos en casa, al no haber clases presenciales debido a la covid-19.
«Cuanto más tardemos en reaccionar, será más duro traer a estos millones de mujeres de vuelta en la fuerza laboral», alertó la vicepresidenta.
No es la primera vez que Harris se refiere al éxodo de las mujeres como una emergencia nacional.
En un artículo de opinión publicado el pasado 12 de febrero en el diario The Washington Post, la vicepresidenta se expresaba en esos términos y se refería a los 2,5 millones de mujeres que han perdido o dejado sus puestos de trabajo durante la pandemia, como «suficientes para llenar 40 estadios de fútbol».
«La pérdida de empleos, los cierres de pequeños negocios y la falta de cuidados para los menores han creado una tormenta perfecta para las trabajadoras», decía en el texto.
Y siguió: «la pandemia ha tocado todas las partes de nuestras vidas. Familias en todas partes están asumiendo una enorme carga conforme las casas se han convertido en aulas y en centros para el cuidado de los niños, y la incertidumbre plaga cada día».
«Debido a esto -agregó-, muchas trabajadoras se han visto forzadas a recortar sus horas o a abandonar sus trabajos totalmente. Incluso aquellas que se las han apañado para seguir trabajando a tiempo completo están sufriendo. Antes de la pandemia las madres trabajadoras ya lo tenían duro. Ahora parece casi imposible».