Con su voz que da confianza, el peruano Armando Ezquerra Hasbun se presenta en la pantalla de los televisores y en las redes sociales, traduciendo e interpretando las conferencias oficiales de prensa de la ciudad de Filadelfia. Durante un año, las actualizaciones principalmente en materia de salud —proveídas en español— ayudan a mantener informada a la población hispanohablante en su propia lengua.
Armando nos comparte los desafíos de su profesión, y de este periodo que también le ha traído cosas positivas.
Armando nació en Lima y conoció a sus seis hermanos a los 7 años. Fue criado por su maravillosa abuela, de la que heredó sus valores, que podrían considerarse conservadores. “Llegué a vivir a los Estados Unidos a los 18 años, porque mi abuela se mudó de su casa para vivir con sus hijos, mis tíos. Mi padre era un químico farmacéutico muy popular en su comunidad, en una capital provincial en Cusco; junto con mi madre administraban una farmacia y se comunicaban con pobladores que hablaban quechua y aymara”.
El reto como inmigrante
Su mayor reto como inmigrante “fue dejar atrás una vida, amigos, maneras de entender el mundo. Había estudiado inglés, y tenía ya una buena trayectoria académica, por lo que esa parte, que era mi identidad, no fue tan difícil. Entender, apreciar y adoptar nuevos códigos de valores y conductas ha sido un desafío que ahora me permite moverme entre mundos diferentes sin grandes dificultades. Me motivaba el querer expandir mis horizontes, dejar atrás un futuro inseguro, que yo anticipaba como frágil, limitado e incierto. Vine en 1982 y era una época en las que empezaba a sentirse la fuerza demencial del terrorismo en el Perú”.
Asegura que no escogió su profesión, sino que esta lo eligió a él. “Tuve la suerte de que se me revelara esto a nivel profesional en 1999. Me encanta sentirme útil y poder contribuir a que la gente se comunique. El oficio de interpretación y traducción en los Estados Unidos tiene características muy particulares. Se maneja en base a credenciales, que son certificaciones principalmente, en vez de regirse por títulos académicos. Cuando descubrí este oficio, me aboqué a capacitarme, practicar, y continúo hasta hoy, tratando de mejorar; y esto es una fuente de placer para mí”, dijo.
Le apasiona tanto lo que hace, que lo considera diversión. “Entre mis proyectos, está continuar divirtiéndome al hacer lo que hago y retribuir la generosidad de tantos que me ayudaron en su momento, sirviendo de guía, mentor y maestro para otros”, sostuvo el limeño.
Habilidades técnicas
Armando interpreta las actualizaciones sobre el COVID-19, dando su voz y sus talentos sirviendo de puente desde finales de marzo del 2020, unas dos semanas después de que se aplicaran las primeras restricciones relacionadas con la pandemia. “La ciudad respondió a la necesidad de cuidar de su población hispanohablante”, dijo.
Explicó que “además de las destrezas básicas de orden técnico, un buen traductor e intérprete debe entender el grado de acceso que su audiencia pueda tener para entender un mensaje; hay que tener un conocimiento del texto, pero también del subtexto y el contexto. Asimismo, entender y poder transmitir las referencias culturales, locales, las efímeras y las eternas”.
“Le debo muchísimo a Irene Contreras, a Mike Dunn y a Kelly Cofrancisco. Por otro lado, encomiar la labor de los periodistas de los medios hispanos: Shaira Arias, Jaime Becerril, Yaima Crespo, Iris Delgado, Argenis Figueroa, Perla Lara, Brian Mendoza, Carolina Rodríguez e Isabel Sánchez. Finalmente, reconocer a la aficionada número uno de mi parte, que a veces aparece en televisión: Anne D’Amato Palagruto, quien no habla español, pero es fiel seguidora de las transmisiones”, dijo.
Ayudándonos unos a otros
El intérprete opinó que “una de las grandes lecciones de esta crisis sanitaria es contemplar la interdependencia de todos en la comunidad y la necesidad de contribuir ayudando a otros, porque estamos viendo que el bienestar y la salud de uno depende del bienestar y la salud de los demás. Además de ser una responsabilidad, el diseminar información vital es también una cualidad muchas veces olvidada en la sociedad tan competitiva en que vivimos, pero que es algo inherente a nuestra condición humana: el altruismo de querer que todos estemos bien; el proporcionar ayuda en momentos de crisis, y si para ello puedo servir como puente de comunicación, entonces hacerlo es también un honor”.
Si bien reconoce que “vivimos tiempos convulsos, tiempos de grandes cambios”, animó a “tener paciencia, fe, y valorar lo que tenemos, empezando por las personas en nuestras vidas. Aunque hay que pensar a largo plazo, hay que vivir el presente y actuar hoy, localmente”.
Una larga trayectoria
Armando tiene un doctorado y una grande trayectoria, inclusive en la academia como profesor universitario. Su currículum incluye haber sido intérprete en la Convención Republicana, y de los Clinton. Resalta que en cada una de sus interpretaciones, pone al lado sus propias creencias, y se limita a dar la información en el tono que corresponde.
Cuando empezó la pandemia, cerraron los tribunales, donde solía trabajar como intérprete. Armando se siente agradecido porque a diferencia de muchos de sus colegas ha podido tener un ingreso estable gracias al trabajo que le ofreció la Ciudad de Filadelfia. Además, a él le beneficio el trabajo online, porque ahora puede trabajar como intérprete a la distancia, en especial en las cortes de varios estados.
A propósito de la complejidad de su trabajo cuando tiene que interpretar en situaciones desagradables, si bien está consciente, que en su labor tiene que dejar afuera sus ideas personales, para hacerlo con la profesionalidad requerida, confiesa que se rehúsa a aceptar casos de violencia sexual infantil, pues se dio cuenta que es algo que, al hacerlo la primera vez, le afecto mucho.
Por último, agradeció “el gran apoyo” de la alcaldía de Filadelfia, de la cual le consta el gran compromiso que tiene con la comunidad hispana para ayudarnos a enfrentar la pandemia lo mejor posible, además “me permite lucirme —aparentemente sin esfuerzo alguno— ante la audiencia, que no sabe la locura que es preparar, traduciendo y editando textos minutos antes de salir al aire”.
Armando ha venido siendo la voz de la Ciudad, que ha comunicado con templanza el día a día de la pandemia en Filadelfia, por lo que se ha convertido en una voz de impacto.