Varios empleados trabajan en una planta procesadora de carne de pollo. (Foto: EFE/Narong Sangnak).

Atlanta, EE.UU.– Organizaciones hispanas y sindicatos demandaron este martes medidas para proteger a los trabajadores de las plantas procesadoras de alimentos de Gainesville, en Georgia, en su mayoría inmigrantes, para evitar tragedias como la ocurrida en enero tras un derrame de nitrógeno.

Seis empleados de la planta de Foundation Food Group, cinco de ellos hispanos, murieron el pasado 28 de enero en lo que se considera uno de los peores incidentes ocurridos en esta industria en la ciudad de Gainesville, en el noreste de Georgia, conocida como la «capital del pollo».

«El 28 de enero perdimos seis vidas y hoy, martes 23 no tenemos a ningún responsable por esas vidas perdidas», dijo María del Rosario Palacios, directora ejecutiva de GA Familias Unidas, una de las organizaciones que participaron este martes en una rueda de prensa para exigir mejores condiciones para los trabajadores de las llamadas «polleras».

La Junta de Investigación de Riesgos y Seguridad Química (CSB) reveló el mes pasado que «la planta había estado experimentando problemas operativos no resueltos en el transportador de pollos que parecen haber resultado en la liberación accidental de nitrógeno líquido en el baño de congelación instantánea».

«Estamos haciendo un llamado a Foundation Food Group para que escuche a sus empleados sin que los empleados tengan que tener miedo a enfrentar represalias, estamos pidiéndole que se asegure de no despedir a sus empleados cuando se enfermen de covid-19», dijo Sindy Benavides, directora ejecutiva nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).

Benavides pidió al presidente, Joe Biden, que proteja a los trabajadores inmigrantes de la industria avícola para que puedan hablar con los investigadores federales sin temor a ser detenidos o deportados y demandó más recursos para la CSB con el fin de que puedan hacer su trabajo apropiadamente.

«También estamos pidiéndole al gobernador de Georgia (Brian Kemp) que proteja a los trabajadores» y a las empresas que «pongan primero a los trabajadores antes que a las ganancias», dijo la directora de LULAC, una de las organizaciones hispanas más importantes del país y la más antigua.

Charlie Flemming, presidente de la organización sindical AFL-CIO en Georgia, por su parte, aseguró que lo ocurrido el 28 de enero no tenía que haber pasado, pero es representativo «del historial de maltrato y abuso que enfrentan los trabajadores de Georgia en condiciones inseguras».

La fuga de nitrógeno mató a los ciudadanos mexicanos Víctor Vélez, José De Jesús Elías Cabrera, Nelly Pérez, Edgar Vera García, Saulo Suárez Bernal y al estadounidense Corey Murphy.

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