San Juan, .- Puerto Rico superó los 3.000 fallecimientos a causa de la covid-19, una pandemia que además de dejar muertes y contagios ha golpeado la economía de la isla y la salud mental de la población, aumentando la ansiedad y la depresión.
El Departamento de Salud de Puerto Rico informó este lunes a través de su reporte diario que las muertes por covid-19 se situaron ya en 3.003 desde que el 13 de marzo de 2020 el Gobierno confirmara los primeros positivos y el día 17 la primera defunción.
La superación de la barrera de 3.000 fallecidos se produce en un momento en que las autoridades sanitarias de la isla han subrayado su preocupación ante el estado de la pandemia, debido al preocupante incremento de fallecimientos durante agosto pasado.
En declaraciones a la emisora WKAQ 580, el secretario de Salud, Carlos Mellado, lamentó el hito de más de 3.000 fallecidos pero recordó que los contagios y las hospitalizaciones han comenzado a estabilizarse.
Precisó que los estudios han demostrado que las muertes de contagiados son más habituales en personas que no están vacunadas.
AUMENTA PRESIÓN SOBRE NO VACUNADOS
La estrategia del Ejecutivo liderado por Pedro Pierluisi en las últimas semanas ha sido la de incrementar la presión sobre los no vacunados por medio de una orden ejecutiva que cada vez hace más complicada la movilidad de las personas si no se han inoculado.
En Puerto Rico, un total de 2.404.741 personas mayores de 12 años han recibido al menos una dosis, y de esa cifra 2.102.164 han completado la serie completa, para una población total de poco más de tres millones.
Respecto a las hospitalizaciones, la cifra al día de hoy se sitúa en 354, lo que supone nueve pacientes menos que el domingo. Además, 100 adultos están ingresados en unidades de cuidados intensivos y 72 conectados a ventilador.
Para hacer frente a la pandemia, los hospitales de Puerto Rico disponen de 185 camas en unidades de cuidados intensivo y 827 respiradores artificiales para adultos.
AFECTACIONES A LA SALUD MENTAL
Los especialistas han subrayado que contagios y fallecimientos no son la única consecuencia de la covid-19, sino que se trata de un problema que alcanza a la salud mental de las personas.
La presidenta del Comité de Salud Mental de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, Marta Rivera, señaló hoy que la pérdida de un ser humano, ya sea familiar, amigo o conocido, afecta a la salud mental de la población.
Destacó que por ello es importante proteger la estabilidad emocional de los afectados por la muerte de sus seres queridos.
«Perder a un ser querido por la covid-19 implica una pérdida distinta, ya que no puedes ni acompañar a esa persona durante la enfermedad por el riesgo a contagio. Ello hace más difícil superar la pérdida. Aun con otro tipo de enfermedad, una vez que una persona es hospitalizada el núcleo familiar comienza a afectarse, muy en especial los niños que están relacionados con el enfermo», indicó la especialista.
«Como parte del apoyo que se debe ofrecer a las personas que pierden un familiar, ya sea por condiciones médicas preexistentes, accidentes o víctimas de la covid-19, está el coordinar un velatorio o enterramiento honroso y rápido», indicó Rivera.
Recordó que el momento del enterramiento y el manejo del mismo puede ser el detonante para una crisis en la salud mental de los familiares, y señaló que encontrarse en el cementerio para darle adecuada sepultura a una persona es una medida natural de apoyo significativo para enfrentar una pérdida.
«Las emociones ante la pérdida de un familiar pueden variar desde el silencio o alejamiento hasta pensar en la alternativa del suicidio. El hecho real de vivir más encerrados en estos días de pandemia complica el ánimo y estado de salud mental de las personas afectadas, pues prácticamente dependen de una llamada telefónica que en muchas ocasiones no se da», concluyó.
La covid-19 también ha provocado grandes pérdidas económicas para Puerto Rico en forma de cierre de empresas, y en el sector laboral, en especial el turístico, que poco a poco se recupera.