Un juez federal estadounidense resolvió el pasado martes que el expresidente de Perú, Alejandro Toledo, puede ser extraditado a su país natal, donde es buscado por delitos vinculados con un escándalo de corrupción ligado a la constructora brasileña Odebrecht.
El juez Thomas Hixson, de la corte del distrito norte de California, firmó la orden después de que Toledo batallara su extradición en un largo proceso. Perú pedía la extradición desde 2018.
Toledo fue detenido en 2019 en Estados Unidos por una solicitud de extradición ligada a sobornos que la constructora brasileña Odebrecht realizó en su país. Tiempo después se le cambió por un arresto domiciliario.
Perú devolverá alrededor de 157 millones de dólares a la empresa brasileña Odebrecht retenidos desde 2018 tras la venta de una hidroeléctrica que construyó la controvertida compañía.
Los fiscales peruanos afirman que Toledo habría recibido hasta 35 millones de Odebrecht para favorecerlo en diversas obras de infraestructura durante su gestión entre 2001 y 2006.
Hixson dijo en su orden de 30 páginas que la corte “ha oído y considerado las pruebas de criminalidad y cree que son suficientes para sostener los cargos de confabulación y lavado de dinero bajo las provisiones del tratado de extradición entre Estados Unidos y la República del Perú”.
La extradición del expresidente debe ser aprobada por el Departamento de Estado estadounidense.
En su decisión, Hixson dijo que en el caso hubo contradicciones e inconsistencias entre los dos principales testigos de la fiscalía. “Sin embargo, eso no elimina las pruebas suficientes que hacen creer que Toledo cometió confabulación y lavado de dinero”, declaró el juez.
El caso duró bastante porque la defensa de Toledo pidió postergaciones a las audiencias repetidamente al decir que los documentos debían ser traducidos al español.
Estados Unidos extraditó a expresidente de Panamá Ricardo Martinelli en 2018.
EL DATO
El 17 de abril de 2019, el expresidente del Perú, Alan García se suicidó disparándose en la cabeza cuando la policía se preparaba para detenerlo preliminarmente por asuntos relacionados al caso Odebrecht. En la historia del Perú, García ha sido el segundo jefe de Estado que se ha suicidado, tras Gustavo Jiménez, que lo hizo en 1933.