Eliot Miller y otros estudiantes caminan hacia el autobús escolar el primer día de clases en Louisville, Kentucky, EE. UU. (Foto: VOA)

El tema del uso de mascarillas, las vacunas contra el COVID-19 en menores y pruebas obligatorias para estudiantes siguen causado divisiones entre la comunidad educativa.

SAN FRANCISCO, EE. UU. — Dos años después de la aparición del COVID-19 en el mundo y del reporte del primer fallecido el 11 de enero de 2020 – una nueva variante- ómicron, dispara los casos en Estados Unidos, que ya alcanzan el 95% de las nuevas infecciones.

Con la llegada de ómicron también vuelve la polémica que divide a muchos en Estados Unidos en cuanto a si es acertado regresar o no a las clases presenciales.

Pese a que en el país la mayoría de los grandes distritos escolares han decidido permanecer abiertos, el nuevo pico de contagios hace que muchos miembros del plantel escolar estén exigiendo volver a las clases virtuales o remotas. Algo con lo que un buen número de padres y autoridades no se sienten cómodos.

Chicago, por ejemplo, que representa el tercer distrito escolar más grande de EE. UU., comenzó la primera semana de enero con la suspensión de las clases presenciales y virtuales para cerca de 330.000 estudiantes después que el sindicato de maestros realizará una votación que alcanzó el 73% de sus integrantes a favor de pasar a la enseñanza remota.

Solo en ese distrito, el martes 4 de enero, reportaba que 2.000 adultos del sector educativo y cerca de 8.000 estudiantes se encontraban en cuarentena.

De acuerdo con voceros del sindicato consultados por la Voz de América no volverán a las aulas hasta que “los casos disminuyan notablemente” y que lleguen a un acuerdo sobre los protocolos de seguridad para el regreso seguro a clases con la alcaldesa Lori Elaine Lightfoot y el jefe del distrito escolar, Pedro Martínez.

“Queremos enseñar y queremos lo que sea adecuado para los estudiantes, y estamos preparados para hacerlo de forma remota, a partir de hoy. Si quieren que regresemos a las escuelas más rápido, proporcionen pruebas (de COVID), hagan lo que DC (Washington D. C.) ya está haciendo, lo que Nueva York está haciendo, lo que Los Ángeles hace y proporcionen pruebas”, dijo Jesse Sharkey, profesor en Chicago.

Sin embargo, la alcaldesa sostiene que volver a la educación remota es “inaceptable y perjudicial” en especial para los padres que tienen que trabajar y no pueden quedarse en casa.

Mientras que el director de escuelas públicas de Chicago, Pedro Martínez, explicó que pese al cese de clases los planteles seguirán abiertos para los administradores, el personal y los “servicios esenciales”, pero no para dar clase.

Protocolos obligatorios

El tema del uso de mascarillas, vacunas contra el COVID-19 y pruebas obligatorias para estudiantes y plantel educativo también ha causado divisiones en aquellos distritos escolares donde se han implementado; sin embargo, distritos como Los Ángeles y Nueva York no están cediendo en el tema para poder mantener a los niños dentro de las escuelas.

Para regresar a los salones de clases las escuelas públicas en Los Ángeles comenzarán a exigir, a partir de la otra semana, pruebas negativas de COVID-19, independientemente del estatus de vacunación, para plantel escolar y estudiantes. Así como el uso obligatorio de mascarillas.

La oficina del gobernador de California Gavin Newsom dio a conocer que ha enviado kits de prueba de COVID-19 a hogares y oficinas de los condados de educación en todo California para evaluar a los estudiantes de escuelas públicas antes de regresar de las vacaciones.

Además, incluir en la cartilla de inmunización la vacuna contra el COVID para los menores es una opción que el estado de California tiene a la vista.

“La vacuna contra la COVID-19 será agregada a la lista de vacunaciones obligatorias para asistir a la escuela. Esto incluye las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola, entre otras”, cita una comunicación oficial obtenida por VOA.

También, las autoridades no descartan que aquellos centros educativos donde se presenten casos positivos vuelvan a las clases virtuales de forma temporal para lograr controlar las infecciones.

Regulaciones similares ha implementado Nueva York donde más de un millón de estudiantes volvieron a las clases presenciales.

El estado, que posee el sistema escolar público más grande de EE. UU., anunció que ha aumentado las reservas de kits de pruebas diagnósticas de COVID-19 para llevar a casa, y que planea duplicar el número de pruebas aleatorias en los centros escolares.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, argumenta que hay grandes beneficios de tener a los menores en clases presenciales.

Según Adams, han sido testigos que fuera de las escuelas los «niños están expuestos a entornos peligrosos”.

“Las escuelas juegan un papel, la seguridad, la estabilidad para nuestros niños […] tomamos más de 1.5 millones de kits de prueba […] y los pusimos en cada escuela en nuestro departamento de educación, para que cuando los maestros, el personal y los directivos regresen, tengan los kits de prueba en el terreno», puntualizó Adams.

Excepciones

Pero no todos los distritos escolares vuelven a clases como es el caso de Georgia, Michigan, Nueva Jersey, Ohio y Wisconsin donde autoridades anunciaron que han visto alterados sus planes de retrasar el retorno debido al aumento de casos por la variante ómicron.

Otros como Miami-Dade y Broward han habilitado clases presenciales, pese a que no pueden exigir el uso de las mascarillas a los estudiantes debido a una legislación que el gobernador Ron DeSantis firmó en noviembre que impide que el distrito imponga un mandato de uso de mascarillas a los alumnos.

Las altas tasas de contagios en ese estado y el temor de los trabajadores del sector a contagiarse han llevado a una escasez de maestros. Solo el lunes 3 de enero, el primer día de regreso a clases, luego del receso de invierno, unos 2.110 del plantel de educadores, consejeros incluidos y 94 conductores de autobús estaban ausentes, reportaron autoridades del distrito.

Algo que para el superintendente de Miami-Dade, Alberto Carvalho, es otra crisis a la que se tienen que enfrentar.

Hospitalizaciones en niños marca récord

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país (CDC por sus siglas en inglés) siguen insistiendo en la vacunación y que no se deben dejar de lado las estrategias preventivas que incluyen “el uso universal de mascarillas, el distanciamiento físico y el aumento de la ventilación” en las escuelas.

Según los centros, un promedio de 672 niños en Estados Unidos fue ingresando a diario por COVID durante la semana pasada. “la cifra más alta desde que inició la pandemia”.

Por su parte la Academia Estadounidense de Pediatría publicó en su reporte más reciente que en la última semana de diciembre 2021 los contagios en jóvenes también se dispararon en el país con 325.000 diagnósticos positivos entre niños.

“Este número es un aumento del 64% con respecto a los 199.000 casos adicionales informados la semana que finalizó el 23 de diciembre y casi duplica el recuento de casos de las dos semanas anteriores”, citó.

Según el centro casi 7,9 millones de niños han dado positivo por COVID-19 desde el inicio de la pandemia, lo que representa más de 1 de cada 10 niños estadounidenses.

En la su última actualización los CDC han insistido que la estrategia “más importante y eficaz” para ayudar a las escuelas a que permanezcan abiertas es con “altos niveles de vacunación entre todos los estudiantes, maestros, miembros del personal y miembros de las familias elegibles”.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) por su parte sumó otra herramienta para proteger a los menores del coronavirus dentro de las escuelas al autorizar el lunes los refuerzos de la vacuna contra el COVID-19 para adolescentes de 12 a 15 años en medio de un aumento en el número de casos en todo el país.

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