Washington, EE.UU.– El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, apoyó este martes por primera vez un cambio en las reglas del Senado para poder sacar adelante leyes que combatirían las crecientes restricciones al voto aprobadas a nivel estatal en su país, al opinar que la democracia está en juego.
«Estoy cansado de estar callado», dijo Biden durante un discurso en Atlanta, en Georgia, uno de los 19 estados de EE.UU. cuyos líderes conservadores han aprobado cambios a las normas electorales en el último año.
«Hoy dejo claro que, para proteger nuestra democracia, apoyo cambiar las reglas del Senado, de cualquier forma en que haya que cambiarlas, para evitar que una minoría de senadores bloqueen medidas sobre derecho al voto», añadió.
UN PULSO CON TRUMP Y SUS ALIADOS
Biden daba así un paso más en su denuncia de que la oposición en el Partido Republicano está preparando el terreno para dificultar el voto en los próximos ciclos electorales y, potencialmente, dar así la vuelta a un resultado que no les favorezca en las legislativas de este año y las presidenciales de 2024.
El expresidente Donald Trump (2017-2021), que mantiene las riendas del Partido Republicano, tiene convencidos a la mayoría de los votantes conservadores de que le robaron las elecciones de 2020 y está usando ese poder para impulsar «leyes contra el voto» en los estados controlados por conservadores, alertó Biden.
«Los legisladores republicanos en varios estados ya han anunciado planes para ir más allá este año, para convertir la voluntad de los votantes en una mera sugerencia» en las elecciones legislativas de noviembre, subrayó.
Según expertos en el sistema de votación estadounidense, algunas de las medidas aprobadas en estados conservadores aumentan la influencia de políticos partidistas en la administración electoral, lo que podría facilitar una manipulación de los resultados a su antojo.
Y dado que en Estados Unidos no existe un sistema electoral central, sino que cada estado fija sus propias normas para los comicios, los demócratas están preocupados de que si Trump u otro político republicano vuelve a desafiar el resultado de una votación, pueda tener éxito gracias a las nuevas leyes estatales.
EL SENADO ES «UNA CARICATURA DE LO QUE ERA»
Para impedirlo, los demócratas han impulsado dos proyectos de ley federal que contrarrestarían el efecto de esas medidas estatales: la llamada «Ley de la libertad del voto» («Freedom to Vote Act») y la «Ley de promoción de los derechos electorales John Lewis».
Sin embargo, la oposición republicana ha conseguido hasta ahora bloquear la aprobación de esas leyes gracias a una maniobra conocida como «filibusterismo», que permite impedir el debate de cualquier medida si no se reúne una mayoría de 60 votos en el Senado.
Biden, que fue senador durante más de tres décadas, se había opuesto hasta ahora a la posibilidad de que los demócratas eliminaran esa maniobra para hacer valer su estrechísima mayoría, que es de apenas 50 escaños, justo la mitad del hemiciclo.
No obstante, aseguró que la obstrucción de los republicanos no le ha dejado «otra opción» que apoyar esa idea, ya que el Senado de Estados Unidos «se ha convertido en una caricatura de lo que era».
«Hay que dejar que prevalezca la mayoría», recalcó.
La alternativa, según la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris -que habló en Atlanta justo antes que Biden- implica aceptar que Estados Unidos entero «pague el precio, durante generaciones”, en las urnas.
LA DIFÍCIL UNIDAD EN LAS FILAS DEMÓCRATAS
La idea de Biden y los demócratas es eliminar el recurso al «filibusterismo» únicamente para poder aprobar las reformas electorales, sin deshacerse del todo de esa maniobra.
Sin embargo, para aprobar ese cambio necesitarán una unidad absoluta en sus filas en el Senado, y al menos dos senadores demócratas -los centristas Joe Manchin y Kyrsten Sinema- han expresado dudas sobre la idea de acabar con el «filibusterismo».
A pesar de todo, el líder demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, ha decidido acelerar el debate sobre el tema, y este martes dijo que «tan pronto como mañana», miércoles, volverá a programar una votación sobre las reformas electorales.
Si los republicanos bloquean una votación sobre esas medidas, Schumer planea impulsar un debate sobre el cambio de reglas antes del próximo lunes 17, con el objetivo de forzar a todos los senadores a posicionarse sobre el tema.
Esos planes han indignado a los republicanos, cuyo líder en el Senado, Mitch McConnell, acusó este martes a los demócratas de usar una «histeria falsa» sobre las restricciones de voto estatales para «amasar más poder» y «dañar permanentemente la institución» de la Cámara Alta.
«Si intentan romper el Senado (…), haremos que las voces (de los republicanos) se oigan en esta cámara de formas que serán más inconvenientes para la mayoría (demócrata) y la Casa Blanca que lo que nadie ha visto jamás en su vida», amenazó McConnell en un discurso en el pleno del hemiciclo.