La vida sigue sin detenerse, este hecho tan simple nos dice que el tiempo no se detiene para nadie, aún en medio de una Pandemia. Virus o no, el conteo del Censo sigue sin detenerse. La Constitución de los Estados Unidos requiere que cada diez años el gobierno haga un censo para contar a todos sus habitantes. De acuerdo a la Agencia Federal del Censo, la información personal obtenida en el conteo no es compartida con otras agencias. Si el conteo del censo no refleja la población de un área específica entonces ese estado puede perder millones de dólares de ayuda federal.
Sabemos que muchos, por miedo a la deportación, no contestan al censo. Una de las razones primordiales de la campaña, Censo 2020, es para contrarrestar el miedo de que ser contado en el censo significa deportación.
El cuestionario del censo es simple. De no contestar un trabajador del censo visitará la residencia. Hay quien opina que oponerse al censo sería lo mejor, esta idea no es nueva. “Esta idea de boicotear el censo está por todas partes”, Alfredo Gutiérrez, programa radial, La Campesina, Phoenix, Censo 2010.
La unión del censo con las estrategias políticas son más que suficientes para detenernos en pensamientos por mucho tiempo. En medio de la Pandemia desatada la ciudad anda loca pensando en la distribución de los distritos. Esto no es nada nuevo, cada 10 años, después del censo, comienza el proceso de la creación de un nuevo mapa electoral. Claramente el conteo del censo puede ser usado para mejorar o empeorar los resultados electorales de un determinado partido o grupo étnico; especialmente para minimizar la ayuda monetaria necesaria en cuanto a la educación y la salud de los residentes de un área especifica. Se puede usar con concentración activa: trazando distritos electorales que concentren el electorado de un grupo disperso para que en los límites de ese distrito obtenga la mayoría el grupo elegido. Por dispersión reductiva: dispersando el voto de un grupo en diferentes distritos electorales para evitar que obtenga mayoría en ninguno de ellos. Por concentración reductiva: reduciendo la mayoría de un grupo que podría obtener la victoria en varios distritos a uno solo, así disminuyen su representación total con respecto al resto del electorado. Por dispersión activa: sobre representando una mayoría determinada en un distrito a través de convertirlo en varios distritos que elijan un número mayor de representantes. La manipulación del sistema electoral crea enormes controversias.
Hoy frente a la Pandemia, los desastres naturales, el robo de nuestras libertades y la epidemia de fraude y soborno que aflige a nuestros políticos, resuenan las célebres palabras de Ramón Emeterio Betances, “Estemos prevenidos y marchemos todos unidos contra el enemigo común: los déspotas que no quieren ni derechos para unos, ni la felicidad para los otros…” Restando o dividiendo no se aumenta, se aumenta sumando y multiplicando. ¡Hazte contar!