A casi dos años de haber iniciado la pandemia del COVID 19, en Filadelfia todavía existe preocupación por la salud de los niños. Las autoridades santerías consideran que la vacuna sigue siendo la mejor protección para los mayores de 5 años. A pesar de las bajas en el indicie de contagios y hospitalizaciones Filadelfia aún se encuentra a un nivel de alto riesgo de contagio para los no vacunados. Las escuelas están brindando clases presenciales, pero el Distrito Escolar ha incrementado las medidas de protección para toda persona dentro de un recinto escolar. Y mientras en estados circunvecinos ya se habla de quitar el uso mandatorio de la mascarilla, aquí ya no se permite el uso exclusivo de mascarillas de tela como medida de protección, ahora quien elija usar mascarillas de tela, deberá portar doble, la de tela sobre una desechable de tres capas. De usar una sola mascarilla, ésta deberá ser desechable de tres capas, KN95, KF94 o N95, y bien ajustada. Y se mantienen los 10 días de aislamiento para quienes resulten con diagnóstico positivo.
Para conocer cuáles han sido los efectos de la pandemia hasta el momento en el ámbito educativo, Impacto conversó con Joanna Schwartz, maestra del Distrito Escolar de Filadelfia, y con Irma Sosa-Pineda, terapista de educación especial para niños menores de tres años.
LAS FAMILIAS INMIGRANTES
Para Irma, los inmigrantes se han enfrentado a la barrera del idioma durante la enseñanza en línea, “no todos los niños tienen la suerte de contar con maestros bilingües, y aunque sus padres quieren apoyarlos se han visto limitados para seguir instrucciones, y entender procedimientos”. Los inmigrantes han sido una fuerza laboral de primera línea, que han tenido que dejar a sus hijos menores a cargo de los mayores para guiarlos en sus tareas escolares, o del adulto mayor, que muchas veces no tienen el conocimiento mínimo del uso de la tecnología, y esto ha afectado el rendimiento escolar. “En la escuela hay mucho más apoyo, cada cual está en su clase y hay personal para cubrir las necesidades del alumno”, lamentó.
EL ACCESO A LA TECNOLOGÍA
La enseñanza virtual obligó a los alumnos y al personal escolar, a enfrentar los desafíos de la alfabetización digital, usando plataformas para formar grupos, participar en clases y reportar los logros alcanzados. La información a los padres se distribuyó mediante diversas plataformas, pero no tomaron en cuenta sus habilidades en el manejo de la tecnología, “lo que me pareció muy injusto, es que asumieran que todas las familias sabrían como acceder a ella, incluso aquellos que quizás acababan de llegar. Si los padres no sabían conectarse ¿cómo se iban a enterar de lo que se les estaba comunicando?” puntualizó Joanna.
Ambas coinciden que además de establecer una línea de comunicación con sus alumnos, han tenido que buscar cómo darse a entender, cómo explicar y presentar las lecciones para lograr el aprendizaje, lo que en el caso de los más pequeños, el apoyo de los padres ha sido determinante.
CAMBIOS DE CONDUCTA
El regreso al aula ha traído problemas de conducta, Joanna nos dijo que después de un periodo tan largo en casa, los alumnos no saben cómo comportarse, “colocarse en fila, esperar su turno, poner atención, permanecer en sus lugares, o estar en silencio durante la lección han tenido que aprenderlo de nuevo”. Pero no todo ha sido negativo, “los niños más tímidos, los que sufrían ‘bullying’ participaron más en sus clases, realmente eran otros niños, estar en casa les dio seguridad”, dijo la maestra. La terapeutaIrma Pineda mencionó, refiriéndose a los bebés y prescolares, que “los cambios en las rutinas diarias, y las pocas opciones de salir de casa han provocado rabietas, irritabilidad y en algunos casos déficit en el lenguaje oral por las limitaciones de socialización”.
DÉFICIT SOCIAL Y ACADÉMICO
En la escuela se desarrollan las habilidades cognitivas, donde se amplían y se afianzan las relaciones socioemocionales. Al respecto, Joanna nos comentó: “sabemos que lo mejor es la educación en persona, lo virtual no tiene la misma calidad, falta esa relación interpersonal que se logra en el aula”. En cuanto a lo académico agregó: “estamos en un proceso de evaluar en qué nivel se encuentran los niños…vamos a tener que nivelarlos”.
LA NUEVA NORMALIDAD
Joanna e Irma mencionaron que el regreso a las aulas aun exige vencer dificultades como la escases de docentes y terapistas, y además que no hay suficientes sustitutos, lo que ha provocado una crisis en algunos recintos escolares. La pandemia no ha terminado, por el momento es difícil determinar los efectos que traerá a largo plazo en la educación infantil.
El tener acceso y conocer más acerca de tecnología es un punto a favor, pero el binomio casa-escuela tendrá que seguir trabajando para cerrar las brechas que ha originado la pandemia en la educación.