Presidente Joe Biden en conferencia de prensa. (Foto: EFE/JIM LO SCALZO)

Ante el temor occidental de que Rusia esté preparando una invasión, las tensiones se dispararon el 17 de febrero en la línea que separa a las fuerzas ucranianas de los rebeldes separatistas respaldados por Moscú en el este el país, donde los dos bandos se acusaron mutuamente de intensos bombardeos.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el jueves, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que Washington cree que Rusia podría intentar invadir Ucrania, advirtiendo que Moscú se está preparando para emprender una acción militar en los «próximos días».

Blinken acusó a Rusia de planear la fabricación de un pretexto que podría incluir «un ataque falso, incluso real, con armas químicas (…) Rusia puede describir este evento como una limpieza étnica o un genocidio».

El principal diplomático estadounidense compareció en una reunión del Consejo de 15 miembros sobre los acuerdos de Minsk, cuyo objetivo es poner fin a un conflicto de ocho años entre el Ejército ucraniano y los separatistas respaldados por Rusia en el este del país.

La reunión ocurrió en medio de la tensión después de que Estados Unidos acusó a Rusia de desplegar unos 150.000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania en las últimas semanas. Rusia ha dicho que no tiene planes de invadir Ucrania y acusa a Occidente de histeria.

El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido decenas de veces para debatir la crisis de Ucrania desde que Rusia se anexionó la región ucraniana de Crimea en 2014, pero no puede tomar ninguna medida porque Rusia tiene poder de veto al igual que Francia, Gran Bretaña, China y Estados Unidos.

Por su parte Biden advirtió que Rusia aún podría invadir Ucrania en cuestión de días, tras que el diplomático número dos de la embajada de Estados Unidos en Moscú fuera expulsado al elevarse las tensiones en el peor enfrentamiento entre Oriente y Occidente en décadas.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró el 17 de febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU que los planes de Rusia para invadir Ucrania incluyen la toma de Kiev y anunció que propuso una reunión al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, para tratar de rebajar la tensión. (Foto: EFE)

Los aliados de la OTAN acusaron a Rusia de engañar al mundo con “desinformación” por decir que estaba devolviendo algunas tropas a sus bases, lo que aumentó levemente las esperanzas de paz.

Hablando en la Casa Blanca, Biden dijo que Washington no ha visto indicios de una retirada de las fuerzas rusas y dijo que Estados Unidos tiene “razones para creer” que Rusia está “participando en una operación de bandera falsa para tener una excusa para entrar”.

Estados Unidos y sus socios de la OTAN dijeron que aún no habían visto señales de la retirada de tropas prometida por Rusia.

Moscú ofreció una oferta diplomática y entregó a Estados Unidos una respuesta el jueves a las ofertas de entablar conversaciones sobre la limitación del despliegue de misiles en Europa, restricciones a los ejercicios militares y otras medidas para fomentar la confianza.

“Hemos visto lo contrario de algunas de las declaraciones. Hemos visto un aumento de tropas en las últimas 48 horas, hasta 7,000″, dijo el secretario británico de Defensa, Ben Wallace, antes de una reunión del jueves de la alianza militar occidental en Bruselas.

El ministro de las Fuerzas Armadas británicas, James Heappey, incluso calificó la afirmación de Rusia de retirar las tropas como “desinformación”. Rusia acusa a Occidente de lo mismo.

Si bien no se materializó ningún ataque el pasado miércoles como algunos temían, los funcionarios occidentales aseguran que la amenaza de invasión sigue siendo alta y prometieron contrarrestarla.

La OTAN ha desplazado ya soldados y equipos militares a Europa del Este en una muestra de determinación que busca disuadir cualquier agresión rusa y subraya su intención de defender a sus miembros en la región en el improbable caso de que se conviertan en objetivos.

Estados Unidos empezó a desplegar 5,000 soldados en Polonia y Rumanía, y 8,500 más están a la espera. Gran Bretaña envió cientos de soldados a Polonia, y ofreció más buques y aviones de guerra, además de doblar su destacamento en Estonia. Alemania, Holanda y Noruega mandaron más efectivos a Lituania, mientras que Dinamarca y España movilizaron aviones para el control de la región del mar Báltico.

Mientras Ucrania se prepara para una posible invasión, las tensiones se dispararon en el conflictivo este del país, conocido como Donbas, donde los separatistas respaldados por Rusia combaten a las tropas de Kiev desde 2014.

Las autoridades separatistas de la región de Luhansk denunciaron un aumento de los bombardeos ucranianos a lo largo de la tensa línea de contacto, una acción que calificaron de “provocación a gran escala”. El funcionario separatista Rodion Miroshnik dijo que devolvieron el fuego.

Muchos en Occidente temen que las tensiones en el este puedan servir de pretexto a Rusia para cruzar la frontera, aunque no había indicios de que los últimos choques fuesen más graves que los que ocurren normalmente. Moscú, por su parte, mostró su preocupación por que las fuerzas ucranianas, animadas por Occidente, puedan lanzar un ataque para recuperar el control de las zonas rebeldes, algo que Kiev desmiente.

Rusia niega estar planeando una invasión, pero dice que debe poder proteger sus intereses de seguridad. No quiere que Occidente incluya a Ucrania ni a otras antiguas repúblicas soviéticas en la OTAN, y quiere que la alianza suspenda el despliegue de armas cerca de las fronteras rusas y retire a sus fuerzas de Europa del Este. Estados Unidos y sus aliados han rechazado estas demandas, pero se ofrecieron a abrir un diálogo con Moscú sobre las formas de reforzar la seguridad en Europa.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, señaló el jueves que algunos miembros de la OTAN no están a favor de su ingreso.

“No todos los miembros de la alianza quieren a Ucrania en la OTAN”, afirmó sin dar nombres. “No depende del pueblo ucraniano decidir cuándo estaremos allí, porque no solo depende de nosotros, 30 países deben llegar a un consenso sobre esa decisión”.

Por su parte, Maxar Technologies, una empresa comercial de imágenes satelitales que ha estado monitoreando los movimientos de los soldados rusos, reportó un aumento continuado de la actividad militar cerca de Ucrania, incluyendo un nuevo puente y hospital de campaña en Bielorrusia. También reportó que algunas fuerzas abandonaron un campo aéreo en el país, un aliado del Kremlin, pero no estuvo claro cuál fue su destino.

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