Foto: Mary Luz Marques

El pasado 8 de febrero, Elvira Méndez portavoz de Southeastern Pennsylvania Transportation Authority (SEPTA, por sus iniciales en inglés) fue invitada del podcast “Dos Puntos” producido por la comunicadora Emma Restrepo, y respondió a una serie de preguntas referente a los cuestionados servicios de transporte urbano de esta área: limpieza, seguridad, implementación, educación, problemas sociales, señalización bilingüe y multilingüe, críticas y quejas de los usuarios. Méndez señaló que la barrera del idioma y la falta de conocimiento de cómo funciona este servicio, influye mucho en la experiencia individual de cada pasajero.

LA BARRERA DEL IDIOMA

En su antigua posición como coordinadora de SEPTA, Méndez se encargaba de promover y de ejecutar las clases de formación, en español, sobre el transporte público. También se reunía con miembros de la comunidad, concejales y organizaciones comunitarias para recabar información acerca del servicio y buscar un tipo de implementación. Recuerda que, en una clase comunitaria, en el sur de Filadelfia, explicó a los participantes la diferencia entre los servicios de un metro y un tranvía; además les aclaró el funcionamiento de las máquinas de pagos, y sus beneficios.

Méndez dijo que, la falta de información sobre el uso de este transporte público es el mayor problema; por eso SEPTA, está proveyendo materiales de información bilingües. Por ejemplo, los audios sobre las “actitudes de seguridad”, están grabados en español –Méndez, prestó su voz para este proyecto–, ayudando a alertar a los pasajeros sobre algunas medidas de seguridad. Por ejemplo, el audio “por favor, mantenerse detrás de la línea amarilla”, es uno de los mensajes de alerta.

Para facilitar la comunicación en el servicio al cliente, la compañía proporciona tabletas con una aplicación de traducción, para poder ayudar a los usuarios que no hablan inglés a comunicarse en el idioma requerido.

LAS QUEJAS DEL PÚBLICO

Durante la conversación, Restrepo mencionó algunos de los reclamos más frecuentes entre los usuarios de estos servicios: retraso de los autobuses, falla del chip electrónico de la tarjeta verde con saldo, falta de limpieza de los vehículos, mal olor en las estaciones, abundancia de jeringas en los alrededores de las estaciones, aumento del problema de los desamparados en los terminales, y temor de los usuarios que usan estas plataformas para embarcarse hacía su destino.

Ante estas preguntas, Méndez dijo que el problema de tráfico es un tema de las grandes ciudades y que SEPTA está trabajando dentro de sus capacidades, para mejorar el sistema de transporte público. Elvira argumenta que no existe un control sobre las obras de construcción, y mejoramiento, que se realizan alrededor de la ciudad; y, muchas veces, esto contribuye al tráfico del día. Ante la escasez de conductores, dijo que están reclutando más personal. Para evitar el tráfico continuo, SEPTA y el Departamento de Transporte están trabajando juntos para implementar carriles que sean de uso exclusivo para los vehículos. Por ejemplo, en la calle Market, hay un carril solo para los autobuses, que dice que salen limpios de las estaciones, pero se van ensuciando a medida que van circulando, porque hay pasajeros que no respetan los servicios públicos, lo que considera un “problema cultural”, por lo que SEPTA ha hecho campañas de concientización sobre el servicio público y su uso.

ALGUNOS AVANCES

Como necesario compartir las responsabilidades del transporte público con los usuarios, SEPTA ha incrementado el número de asistentes sociales de 7 a 57 trabajadores, que caminan por las estaciones –con un policía de SEPTA–, para preguntar a los desamparados si necesitan algún tipo de servicio social. En 9 meses, 1.446 personas fueron entrevistadas y 156 de ellas requirieron servicios sociales de ayuda.

También SEPTA está trabajando en un proyecto que se llama “La revolución del autobús”, cuyo objetivo es diseñar una nueva red de tránsito que se adapte a las necesidades de transporte.

Respecto a la seguridad, mencionó que SEPTA que está gobernada por una junta directiva de 15 miembros de los condados de Bucks, Chester, Delaware, Montgomery y Filadelfia; y tiene 9.500 empleados en su plantilla laboral; cuentan con 28.000 cámaras de vigilancia entre los trenes y autobuses.

La vocera recuerda que el primer transbordo no se cobra, y que los niños menores de 11 años acompañados con un adulto viajan gratis.

Méndez añadió que se pueden comunicar en español a través de Twitter (@SEPTA_SOCIAL) para cualquier pregunta, y que los usuarios pueden usar la aplicación “SEPTA Transit Watch” para dar datos anónimos sobre actividades sospechosas.

Los pasajeros reclaman

Durante la conversación, la usuaria del servicio de SEPTA, Mayte Decartagena se quejó, por el sistema de mensajes de Facebook, y el “intolerable olor a marihuana” en algunos autobuses. Al referirse al problema de la basura, dijo que antes los conductores llevaban una bolsa negra para que los pasajeros pudiesen echar la basura que se genera durante cada viaje.

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