En un discurso el lunes, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, instó a Washington a «restablecer una política china razonable y pragmática».
San Francisco, EE. UU. — La propuesta de un funcionario chino esta semana para fortalecer las relaciones chino-estadounidenses podría indicar que Beijing quiere alejarse de Rusia y reparar las relaciones económicas, dicen algunos analistas.
En un discurso el lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, instó a Washington a «restablecer una política china razonable y pragmática» y «promover el encarrilamiento correcto de las relaciones bilaterales», informó el sitio web estatal de noticias China Daily.
Un avance en las relaciones chino-estadounidenses marcaría un punto de inflexión desde que las dos potencias comenzaron con roces en el 2017 por el comercio, las transferencias de tecnología y el creciente poderío militar chino en Asia. El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló en un informe el martes que todavía ve a Beijing como un competidor «injusto» en el comercio.
Lazos comerciales, distancia de Rusia
China ha tratado de evitar ponerse abiertamente del lado de Rusia en su invasión de Ucrania, a pesar de una larga y profunda amistad con el Kremlin.
Beijing no se unió a Moscú para vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU respaldada por Estados Unidos contra el ataque a Ucrania, y su embajador ante la ONU sugirió que la ex república soviética, independiente desde 1991, forme un «puente» entre Oriente y Occidente.
Washington ha criticado a su ex rival de la Guerra Fría, Rusia, por la invasión.
Wang está «tratando de ser amable» en vista de los vínculos «cada vez más» estrechos de China con Rusia, explicó a Voz de América Sean King, vicepresidente de la consultora política Park Strategies en Nueva York. «Estos son tiempos peligrosos en los que vemos quién es quién y qué es qué».
Los funcionarios chinos esperan que EE. UU. acoja con beneplácito su pedido de mejores relaciones mientras que el país americano enfrenta una «inflación creciente» entre otros problemas económicos, comenta Oh Ei Sun, investigador principal del Instituto de Asuntos Internacionales de Singapur.
Wang dijo el lunes que China está dispuesta a trabajar con EE. UU. en un plan de infraestructura global liderado por el G-7, llamado ‘Build Back Better World’ (‘Reconstruir un Mundo Mejor’), y da la bienvenida a Washington en su Iniciativa de la Franja y la Ruta destinada a abrir rutas comerciales mediante la construcción de nueva infraestructura. Biden está presionando al Senado de EE. UU. para que pase un proyecto de ley de gasto social de 2 billones de doláres, que también se llama ‘Build Back Better’ (‘Reconstruir Mejor’).
«Ahora que EE. UU. está envuelto en la confrontación con Rusia, necesitará amigos y aliados, y China ha estado adoptando una actitud bastante ambivalente con respecto a la invasión de Ucrania, lo que crea una ventana de oportunidad para que EE. UU. y China se acerquen», dijo Oh.
Beijing podría ofrecer a Washington «tecnología rentable» para ferrocarriles y puentes prefabricados, dijo a VOA Eduardo Araral, profesor asociado de la escuela de políticas públicas de la Universidad Nacional de Singapur. Pero observó que Washington puede ser «demasiado orgulloso» para aceptar ese apoyo.
El experto dijo que las disputas entre las dos potencias ya se han aliviado. “Ahora no hay noticias o son noticias positivas, que son buenas noticias”, dijo Araral. «Al menos no hay más peleas a gritos o diplomacia de megáfono».
Impulso de hace 50 años
Wang habló el lunes en una ceremonia de video que marca el 50 aniversario del Comunicado de Shanghai. El exlíder chino Mao Zedong y el expresidente estadounidense Richard Nixon firmaron la declaración como preludio a la normalización de las relaciones bidireccionales.
«La historia nos dice que al buscar puntos en común y reservar las diferencias, podemos lograr la coexistencia pacífica entre países con diferentes sistemas sociales», dijo el canciller.
«La generación anterior de líderes en ambos países se dio cuenta de que, a pesar de las diferencias, ninguno de los lados tenía la intención de cambiar al otro», agregó Wang. «Ambas partes esperaban ver que los dos países pudieran crecer en paralelo y llevar a cabo una cooperación basada en intereses compartidos».
No hay trato todavía
Los comentarios del canciller chino, sin embargo, no ofrecen un trato concreto. Wang criticó a Washington el lunes por no «cumplir seriamente con los principios y el espíritu» del Comunicado de Shanghai, informó China Daily.
“Debería abandonar su manía por los juegos de suma cero, renunciar a su obsesión por rodear y contener a China, y liberarse de las cadenas de la corrección política”, dijo en la ceremonia de video.
Los estadounidenses siguen preocupados por China. Algunos señalan el creciente uso de análisis de big data en China y sus vínculos con COVID-19. El coronavirus se reportó por primera vez en China a fines de 2019.
“Desafortunadamente, con el virus, todos culpan a China, así que no creo que vaya a cambiar”, dijo Sylvia Rampi, gerente general de una asociación de empresas operadas principalmente por chinos en Oakland, California.