Conociendo a nuestros colaboradores
Filadelfia, PA – Este fue primer año que Magdaleno “Leno” Rose- Ávila no fue a una manifestación para celebrar el Primero de Mayo, el Día Internacional de los Trabajadores y que en los últimos años ha sido una manifestación pro los derechos del inmigrante. “Nosotros estábamos planificando una gira en la frontera con México, desde Texas hasta California y terminando en San Diego con una celebración de los inmigrantes, pero se tuvo que cancelar por la crisis del virus, dice Leno. Con esta crisis del virus estamos viendo que casi nadie habla de los trabajadores latinos y la importancia de lo que ofrecen a nuestra comunidad. Filadelfia y Pensilvania no pueden sobrevivir sin la mano de obra de los inmigrantes. ¡Debemos completar el formulario del censo, votar y seguir adelante! debemos honrar a los trabajadores ese día y todos días y apoyarlos en sus esfuerzos de organizarse. Necesitamos la fuerza y fortitud de los sindicatos para proteger a los trabajadores y a sus familias”, afirmó.
En su página de “Facebook” el legendario activista resumió la situación de los trabajadores: 30 millones de ellos que han solicitado desempleo y se les ha negado a muchos. Los trabajadores inmigrantes continúan siendo demonizados y deportados. En las plantas empacadoras de carne los trabajadores inmigrantes y pobres siguen infectándose con el coronavirus mientras que el presidente exige que dichas plantas continúen abiertas. Esta es una pena de muerte para muchos. Demasiado trabajadores no están recibiendo asistencia del gobierno federal mientras siguen siendo los que están hasta abajo de la fuerza laboral.
Los trabajadores de salud, los socorristas de emergencias, los trabajadores esenciales se encuentran en la zona de peligro sin el pago de su trabajo en riesgo ni el reconocimiento. Los trabajadores encarcelados no están siendo protegidos del coronavirus en las prisiones, cárceles y centros de detención. Los trabajadores agrícolas, los de las empacadores y los que se encargan de distribuir los productos y los que trabajan en las tiendas de comestibles, ayudan a los residentes de Estados Unidos a estar alimentados y a seguir con vida”.
Esta conciencia social de “Leno” y su lucha por los derechos humanos, no ha sido de la noche a la mañana, sino producto de toda su vida. Hijo de inmigrantes mexicanos, uno de 12 hermanos, empezó a trabajar en los campos de la cebolla en el sureste de Colorado a los 11 años.
Fue organizador de trabajadores en Colorado, líder y portavoz de los esfuerzos de la Unión de Campesinos fundada por César Chávez y Dolores Huerta. “Leno” fue una de las voces y figuras del Movimiento Chicano de los sesentas y setentas. Este movimiento fue un momento de apoderamiento étnico y de protesta en los americanos de descendencia mexicana. Antes de la década de los sesentas, la palabra “chicano” había existido por mucho tiempo como un término despreciativo entre jóvenes México-americanos. Cuando Martin Luther King, Jr. fue asesinado en 1968, “Leno” se prometió a sí mismo que iba a dedicar su vida a ayudar a los demás.
Su vida, llena de innumerables obstáculos, ha sido cobijada por su extraordinaria fe y sus numerosos amigos y familia.
“Leno” ha hecho una diferencia en la vida de los demás habiendo sido director del Cuerpo de Paz de Estados Unidos en Nicaragua, Guatemala, Paraguay y Micronesia. Trabajado en Colorado para los Servicios Legales y el Concilio de Migrantes; ha ocupado puestos administrativos en la organización Amnistía Internacional en Estados Unidos. Una de sus campañas principales ha sido en contra de la pena de muerte. Junto con la hermana Helen Prejean, fundó la Campaña Moratoria y es fundador de Homies Unidos que ayuda a expandilleros y jóvenes a alejarse de la violencia.
En una entrevista por Sean Yoon, Magdaleno “Leno” Rose-Avila dijo algo que nos hace reflexionar: No tengo miedo a la muerte. La muerte es fácil. Lo difícil es vivir y saber que puedes hacer una diferencia. Esa es la razón por la cual quiero vivir, es por eso qué tengo que seguir haciendo esto todavía. No es porque es bueno para mí, sino que es bueno para los demás.