Maria Ortiz Rodriguez, de armas tomar

Maria Ortiz Rodriguez, nació y se crio en Brooklyn, Nueva York, EE. UU.; es hija de Nancy Vega y José Ortiz, ambos puertorriqueños, originarios de Guánica, municipio al sudoeste de la isla. Su abuelo fue policía, Joaquín Ortiz, y murió cuando su padre tenía 10 años. Maria está orgullosa de él por haber sido el primer policía de la familia, y de quien heredó el amor por el servicio comunitario. También su madre quiso ser policía, y aunque no pudo, vive su sueño a través de ella, quien reconoce le ha costado muchos sacrificios llegar a donde esta.

Sus hermanos Nancy, Erica y José; la hicieron tía de seis sobrinos, y una sobrina. Maria ama con intensidad a su familia, y su amor lo ha extendido a la comunidad.

SU CARRERA

A los 15 años Maria migró a la ciudad de Filadelfia con la idea de ser policía o enfermera. Para decidirse, fue exploradora de policía y voluntaria en el St. Christopher’s Hospital for Children, lo que le permitió vivir ambos ambientes, el de policía y el de enfermería. Al graduarse de la Thomas Edison High School, y a la edad de 19 años, empezó la carrera de policía, y más adelante comenzó a ejercer su profesión en el Distrito 12, al sureste de la ciudad.

Maria se desempeñó en Casos Internos, donde investigaba las quejas que se hacían de los policías. Por cinco años, trabajó también como detective, actividad que siempre deseó hacer, donde trabajó en la Unidad de Víctimas Especiales, donde se investigan los casos de asalto sexual, crímenes contra niños y personas desparecidas. En esta etapa profesional conoció a quien sería su futuro esposo, el entonces sargento Javier Rodríguez.

En la Unidad de Homicidios, trabajó como encubierta, y aunque le encantaba esa posición, le requería todo su tiempo, por lo que finalmente la dejó para dedicarse más a su familia. Después apoyó en la Unidad de Víctimas Especiales por seis años. Una vez que se convirtió en sargento, ejerció por 10 años en la zona noreste en el segundo distrito. Posteriormente, regresó a Casos Internos. Cuando ascendió a teniente se trasladó al Distrito 19 en el oeste de Filadelfia.

Finalmente, Maria ascendió a capitana de policía, posición que ha cumplido por tres años. “Todo esto lo he logrado gracias al apoyo de la familia, mi madre, mi padre, porque este trabajo no es fácil”. Con este cargo participó en la Academia por un año, y luego se desempeñó en Relaciones Comunitarias, por otro año, donde ha reconocido su pasión para servir a su comunidad. Actualmente, Maria es capitana del Distrito 26 de Policía de la ciudad de Filadelfia.

María cumplirá 27 años como policía en junio de 2022

SUS DESAFÍOS

“Como mujer, encontramos muchos retos en esta profesión”, dice la capitana Ortiz. “En este trabajo hay ventajas y beneficios por ser mujer, somos más comprensivas, enseñamos mejor como apoyar a la gente en situaciones dolorosas”. De hecho, algunas víctimas piden que sea una mujer policía, y no a un hombre, quien las lleve o las entregue.

Para ella fue difícil escalar puestos, ya que como madre también ha tenido que atender a sus hijos y cumplir con sus labores de ama de casa. “Salimos de un trabajo para entrar a otro”. Combinar sus estudios para obtener sus rangos, le tomaron mucho tiempo, y varios sacrificios, como el hacer un poco de lado a su familia, y a sus amigos.

Maria es la segunda mujer latina capitana en la historia del Departamento de Policía de Filadelfia, detrás de la capitana boricua Sonia Velázquez

Dentro de un área, que podría ser especialmente complicada para el desarrollo de las mujeres, Maria no ha tenido que lidiar con el machismo o el acoso sexual. Para ella las latinas son mujeres bien fuertes y guerreras, aspectos que considera que los hombres lo entienden bien, y dentro del Departamento de Policía ella dice haber sabido hacerse respetar por ellos. “Gracias a Dios, al saber ellos como soy y quien soy yo, no he tenido problemas con mis compañeros”. Ser firme ha sido algo decisivo para tener autoridad y demandar respecto.

VIOLENCIA DOMÉSTICA

“Durante la pandemia los casos de homicidio por violencia doméstica aumentaron”, dijo la capitana, una situación que no tiene datos completos porque muchos casos no se han podido comprobar. Casos que considera difíciles porque las víctimas no pueden hacer una llamada, denunciar y buscar ayuda.

Nos comenta también que, en el Departamento se han realizado algunas actividades para apoyar a las víctimas de abuso doméstico, como cursos virtuales donde se estudian diferentes temas del abuso doméstico, como reconocer cuando alguien ha sido abusado mentalmente, cómo reportarlo, saber qué hay ayuda para los miembros de la familia, etc.

SALUD MENTAL

A pesar de que existen muchos programas que ofrecen ayuda para la salud mental, Maria cree que uno de los problemas, radica en que la gente acepte esa ayuda. “Hay gente que no quiere ser ayudada… pero si tuviera el recurso, yo daría más apoyo a las organizaciones que ya brindan ese apoyo, y vería la forma de llegar a las personas”.

La capitán comenta que, a pesar de que existe un área que va con los vagabundos para brindarles información y ayuda, muchos de ellos no la aceptan.

SU FAMILIA

La capitán es esposa del también muy apreciado inspector Javier Rodríguez, con quien hace una labor de “dúo dinámico” en la ciudad; ambos son padres de Soraya Smith, de 21 años, quien está preparando sus exámenes para ser radióloga en una escuela en Florida; y de Javier Rodríguez, de 15 años. Maria también tiene una hijastra, Angelina Rodriguez. La familia para ambos ha sido vital, y fuente de fortaleza e inspiración.

Como mujer, agradece a su esposo por el apoyo que recibió de él para convertirse en sargento; así como el de su hermana mayor, quien ha trabajado en el 911 por más de 20 años, y es madre de su sobrino mayor, quien está en el proceso de entrar a la Academia porque también desea convertirse en policía. Maria también tiene tres primos policías “Somos una familia muy unida, que siempre nos estamos apoyando. Cuando nos reunimos siempre estamos hablando de lo que pasa en nuestras carreras y de nuestras vidas”, dice sonriente y orgullosa.

Aun siendo una mujer joven, Maria pronto se podría jubilar de las filas policiales, pero aún no tiene definido que hará después, sin embargo, sabe que al igual que Nancy, su madre, quiere seguir superándose, con el mismo ánimo que aún tiene

“Mi mamá para mí es el mundo mío, al igual que mi papá”, además reconoce que, aunque su madre quiso ser policía se enfocó más en ser madre, lo que le agradece.

Maria recuerda que cuando se sentía muy frustrada por los casos difíciles de gente desaparecida, su madre le decía “acuérdate que la gente depende de ti, los familiares dependen de ti para encontrar a su familia”, lo que la motivaba y le llenaba de esperanza para hacer su mejor esfuerzo y seguir trabajando por la gente.

Su padre, un apasionado de la policía, recibió de parte de sus hijos la placa con el número que perteneció a su papá. El también se dedicó a su familia, y al igual que su esposa están felices de ver a sus hijos realizados.

Su hermano juega basquetbol, y ha ido a varios lugares fuera del estado; y su hermana menor también fue detective en Filadelfia por 15 años.

LA COMUNIDAD

Como buena boricua, disfruta mucho de su cultura latina, además su experiencia en el sur de la ciudad la hizo conocer y reconocer a la comunidad inmigrante, a quien sirve aun mejor por su empatía, y por ser totalmente bilingüe, algo que la ha beneficiado mucho en su trabajo.

En especial Maria admira a las dos mujeres, y ambas son latinas, una de ellas es Frida Kahlo, y otra Jennifer Lopez, y tanto es su cariño por ellas que su hija hasta le dibujo una pintura con ambas.

EXPECTATIVAS CUMPLIDAS

Sus expectativas de niña se han cumplido, “he experimentado muchas cosas”, y exclama “¡qué uno no ve en esta profesión!”, situaciones que le han servido para educar a sus niños, aunque se reconoce estricta con ellos y que de vez en cuando “los vuelve locos”, lo ha hecho con la intención de evitar que ellos sean víctimas de lo que ve en la calle.

En esta profesión, lo que más le ha enorgullecido a María fue hacer realidad su sueño: ser capitana de policía. “Para mí, lo más bonito es que ahora, aquí mismo donde yo estoy sentada como capitana del Distrito 26, yo a los 15 años entré siendo ‘police explorer’, nunca me imaginé que algún día llegaría a ser policía”. Para ella el poder servir a la comunidad es de lo mejor que le ha pasado.

Algo que también la enorgullece es que, junto sus compañeras y su amiga bombera, quien se graduó a los 44 años, formaron un grupo de apoyo, en el que, por cinco años, sirvieron a niños con autismo y sus familias.

“En esta carrera o en otras, igual de difíciles, como mujer, debes entender y decirte a ti misma, ¿quién soy yo?, ¿de dónde vengo yo?, ¿de quién soy hija yo?, y sentir ese orgullo que te va a empujar a cumplir todas tus metas. Soy latina, soy fuerte y aquí mismo lo voy a hacer”, finaliza Maria Ortiz Rodriguez, una mujer cuyas mejores armas, han sido el amor, el esfuerzo, la solidaridad y la humildad.

La entrevista completa la puede ver en este enlace:

https://youtu.be/W_biGFiT9ho

Si estás interesado en solicitar:

• Pulsa aquí para llenar la solicitud para ingresar a la academia, antes del 1 de abril, o llama al 215-683-2677
• Si estás interesado en trabajar en el 911 pulsa aquí La fecha límite para solicitar es el 18 de marzo 2022.