Santo Domingo, República Dominicana.– El Gobierno dominicano anunció este jueves que expropiará los terrenos situados junto a la frontera con Haití para facilitar la construcción de la verja con la que pretende frenar la inmigración desde el país vecino y el contrabando.
Para facilitar las expropiaciones, el presidente dominicano, Luis Abinader, declaró hoy de utilidad pública una franja de tierra a lo largo de los 391,6 kilómetros que conforman la frontera con Haití.
En las zonas pobladas, la franja de terrenos a expropiar será de 30 metros partiendo desde la frontera y en zonas deshabitadas se llegará hasta los 200 metros.
Abinader ordenó que, en caso de no llegarse a un acuerdo amigable con el propietario del inmueble afectado para su traspaso al Estado dominicano, el Ministerio de Defensa realizará «todos los actos, procedimientos y recursos», tanto ordinarios como extraordinarios, de acuerdo con las leyes, para obtener la expropiación.
«Las porciones de terreno declarados de utilidad pública mediante el presente decreto serán pagadas con fondos provenientes del Ministerio de Defensa», dispuso el gobernante.
En varias oportunidades, vecinos de la provincia de Dajabón (noroeste) han paralizado los trabajos en la verja para denunciar que el Gobierno, supuestamente, no les ha resarcido como lo prometió por la utilización de terrenos de los que son propietarios.
En febrero pasado, el presidente Luis Abinader dio el inicio simbólico de los trabajos de construcción de la verja fronteriza, que contará con 160 kilómetros de extensión, cerca de la mitad del total de la frontera, y contará con un amplio dispositivo tecnológico.
La primera etapa, de 54 kilómetros de hormigón armado, supondrá una inversión de 30 millones de dólares, sin contar con los dispositivos tecnológicos, que aún no han sido licitados.
La verja, que constará de un muro de hormigón en la base y de una valla metálica de 4 metros de altura, se erigirá principalmente en las zonas pobladas.
Antes de iniciar su construcción, las autoridades dominicanas adelantaron que no sería necesario construir la verja en las zonas más montañosas, donde la orografía supone un impedimento insalvable para los migrantes y para los contrabandistas.
La verja contará con cámaras en alta definición, infrarrojos y otras modernas tecnologías de vigilancia, lo que ha llevado a las autoridades a llamarla «inteligente».
Además de iniciar la construcción de la verja, en los últimos meses las autoridades dominicanas han intensificado las deportaciones de inmigrantes haitianos en situación irregular.