Mujeres miembros del grupo Womens of Faith (Mujeres de Fe) se reúnen para orar afuera del Centro de Procesamiento Central de la Patrulla Fronteriza estadounidense, imagen de archivo. (Foto: EFE/Larry W. Smith)

Pensilvania.- Grupos civiles y religiosos realizan este miércoles una vigilia para solicitar el cierre inmediato del centro de detención de mujeres inmigrantes en el condado der Berks (Pensilvania), administrado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

Los líderes religiosos de POWER Interfaith se unirán esta tarde a los miembros de la Coalición Cierren Berks, Make The Road PA y CAIR-PA en una protesta al señalar que las mujeres deben ser liberads porque no han cometido ningún delito.

«Buscar una vida mejor no es un delito, y estas mujeres deben ser liberadas», manifestó el reverendo Gregory Edwars, directivo de POWER Interfaith.

Urgió a los funcionarios elegidos a cumplir sus promesas de poner fin a las «escandalosas políticas» de la era de Donald Trump (2017-2021).

«En todos los niveles del Gobierno, desde los comisionados del condado de Berks hasta la Casa Blanca, los funcionarios son moralmente responsables por su inacción, y el daño continuo del encarcelamiento no debe pasar inadvertido», agregó.

Por meses, los activistas han criticado que el ICE ha usado la cárcel familiar de Berks por más de 20 años para detener a familias de inmigrantes, incluidos algunos de apenas 14 años de edad.

Después de años de resistencia, el Gobierno del presidente Joe Biden dejó en libertad a todas las personas encarceladas en Berks en febrero de 2021, pero este año se reanudaron las detenciones, en este caso de mujeres.

Los grupos denuncian que la detención de mujeres en ese sitio es «peligrosa y cruel».

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