(Foto: EFE/Archivo)

Politólogos y columnistas de todo el país han empezado a intentar una lectura de los resultados de la jornada electoral del pasado martes; que permita, por una parte, entender en qué punto y por qué razón las encuestas se equivocaron, y por la otra, para tratar de perfilar cuáles son las principales ideas y preocupaciones que están moviendo a los votantes a elegir a líderes de una u otra tendencia.

A pesar de que aún se esperaban resultados al momento de escribir esta editorial, una cosa ya es clara, y es que, ni al Partido Demócrata le fue tan mal como se presagiaba, ni se presentó la “ola roja” que los republicanos anunciaban, y aún no se sabe si se van a quedar con el control de ambas cámaras. Todo parece indicar que el GOP obtendrá el control de la Cámara baja por leve mayoría, mientras el Senado se mantiene en contienda abierta.

Los motivos de preocupación eran varios en la mente de los votantes; según las encuestas, los republicanos estaban más preocupados por el desempeño de la economía, el aumento del crimen y deterioro de la seguridad, y el decaimiento de la posición de los Estados Unidos en el panorama mundial; mientras los demócratas estaban más enfocados en la defensa del derecho reproductivo, en aligerar la deuda estudiantil, allanar el acceso a la educación superior, la cobertura en salud, el clima y la preocupación por el futuro de la democracia.

En Pensilvania, los triunfos de Josh Shapiro y John Fetterman representan, sin duda, un gran revés para el Partido Republicano, por la gran importancia que tiene este estado en la definición de las elecciones presidenciales, por lo que el triunfo demócrata tiene un doble valor.

Para muchos analistas, el resultado demuestra la activa oposición a las restricciones prometidas, y otras posturas extremistas de los candidatos republicanos, lo cual ayudó a energizar el voto demócrata y liberal, principalmente el de los jóvenes. Además, las prioridades de Oz y Mastriano, respaldados por Trump, también pudieron desactivar el voto republicano.

El recuerdo de lo sucedido el 6 de enero en Washington y la persistencia de muchos republicanos en la teoría negacionista, ha influido en muchos votantes para negarle el control total del Capitolio al GOP, ante el temor de que todo esfuerzo por esclarecer la asonada al Congreso pudiera quedar olvidado.

Una de varias lecturas posibles es que, sí el partido Republicano quiere seguir representando valores conservadores atractivos para su amplia base de votantes, deberá distanciarse de los trumpistas, y de las posiciones extremistas; a la vez de acercarse a temas como el acceso a educación de calidad a bajo costo, una discusión más profunda y serena sobre cómo prevenir el embarazo no deseado y el adolescente, como un medio más eficaz para evitar los abortos; lo mismo que posiciones más humanitarias ante temas como la criminalidad, la pobreza, y la inmigración.

Otro de los temas que nos llaman a la reflexión, es la necesaria explicación y revisión profunda del actual sistema electoral, que da pie a que haya a menudo más confusión y especulación, que entorpece aún más el desarrollo cívico de los constituyentes, en un periodo de tanta división en la sociedad. Por el momento, festejamos la amplia participación de los votantes, aunque esto no justifique el costo de estas elecciones, que han resultado ser las más caras de la historia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí