El año está por terminar, lo que conlleva un recuento y evaluación de lo ocurrido. En el 2022, se han sumado más malas noticias globales, con nuevas guerras, crisis económicas, políticas y climáticas, además de otras pandemias, como la violencia y enfermedades mentales.
En un reciente curso para periodistas sobre la salud mental, se destacó el desgaste que ha provocado la cobertura noticiosa en los pasados años, por lo que muchos periodistas están desertando.
En el 2023, se corre el riesgo que aumente el impacto del “estrés colectivo”, que no solo afecta a quienes producen las noticias, sino también a quienes las consumen.
He aquí una serie de reflexiones que pueden ayudar a lidiar con nuestra realidad, y cuidar de nuestra salud integral. Para ello, es importante empezar por cuestionarse, que solemos hacer los fines de semana para recuperarnos de la semana laboral, y renovar energías positivas.
Innovar hábitos para la salud mental, tomar tiempo para hacer ejercicio, y mejorar la condición física, es parte esencial del autocuidado, que empieza en una buena higiene del sueño.
Un buen descanso, debería ser de al menos siete u ocho horas de sueño y sin interrupciones, ya que, en este tiempo, las células del cuerpo y las neuronas se reparan, restauran y regeneran, creando energía y un buen estado de ánimo para el día siguiente.
Al abrir los ojos, la tenue luz del día manda una alerta inconsciente, y entra en función el sistema de autopiloto (sistema de supervivencia) que comienza a recordarnos las tareas que tenemos que realizar antes de salir de casa rumbo a nuestras actividades cotidianas.
Al empezar a trabajar es probable que se sienta una cierta ansiedad por terminar todo a tiempo, y el humor puede cambiar, y generar malestar emocional. A veces sin percibirlo, el estrés invade el cuerpo, porque cree que no le va a alcanzar el tiempo. Entonces el cuerpo podría empezar a manifestar ciertos dolores musculares y de cabeza.
A esto se suma la falta de un buen almuerzo, y de tomar el tiempo para disfrutarlo, así como de tener pequeños descansos durante el trabajo, y disfrutar del momento presente, tomar el sol, caminar unos minutos, o simplemente levantarse y moverse.
Otro mal hábito es la sensación de tener la “necesidad” de estar conectado con las redes sociales, con la familia, etc. algo que suele desconcentrarnos.
Al terminar la jornada es probable que se sienta agotamiento, a sabiendas de que devuelta a casa habrá otras tareas del hogar y la familia. Al finalizar del extenuante día, muchos tienen la rutina de informarse con noticias, que también llegan a generar una cierta incertidumbre y ansiedad. Es poco común que se tenga el hábito de escoger el contenido de fuentes de información no alarmistas y con contenidos equilibrados, que no nos abrumen, pero nos mantengan correctamente informados.
Llega la noche y otras preocupaciones invaden la mente, al grado de padecer insomnio.
Para muchos este es un patrón repetitivo, que lo lleva a una crisis emocional, que lo enfrenta a la necesidad de tomar medidas drásticas para poder recuperar su salud física y bienestar mental.
A pesar de que la falta de salud emocional es cada vez más común, aún persisten muchos tabúes al respecto en la comunidad latina, y aunque cada vez hay más recursos y profesionistas, hay que educarse en el tema, para así poder reconocer cuando y como acceder a la ayuda disponible.
CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE SALUD MENTAL
Crisis emocional: Circunstancias que llegan a tu vida y sientes que no lo puedes manejar o controlar.
Trauma vicario: Estrés que surge como resultado de presenciar o escuchar el sufrimiento o dolor de otras personas.
Hiperconectividad: Tener acceso a la información permanentemente.
Síndrome del trabajador quemado: Desgaste profesional en lo mental, físico y emocional.
Autocuidado: Herramientas disponibles para identificar y prevenir desgastes emocionales.
Auxilio psicológico: Apoyo básico durante una crisis personal o en comunidad, expresando emociones y sentimientos ante un acontecimiento.
Ecoansiedad: Miedo crónico de sufrir un destino trágico como consecuencia de la falta de herramientas y protocolos gubernamentales para combatir el cambio climático.
Humanidad compartida: Empatía colectiva.
Empatía digital: Identificar métodos de comunicación y priorizar la información entre lo urgente, lo prioritario y lo que puede esperar.
Bienestar digital: Fabricar tiempo de calidad. Intencionalidad para el uso de la tecnología.
Tecnoestrés: Ansiedad que se crea cuando algún componente de la computadora, o programa, a usar para conectarse virtualmente no es eficiente en el momento requerido.
Procrastinación positiva: Dejar para el día siguiente lo que no es urgente.
LOS ESPECIALISTAS RECOMIENDAN
-Evitar desorden en los horarios de alimentos
-Evitar el desgaste emocional
-Cerrar el ciclo del estrés
-Explorar las emociones
-Respetar horas de trabajo, vida familiar y colectiva
-Pedir ayuda
-Visibilizar la salud mental
ESTRATEGIAS COTIDIANAS
-Cultivar la compasión con uno mismo
-Coraje y valentía para afrontar retos
-Sentir compasión no es tener lástima
-Detectar creencias limitantes y tóxicas
-Identificar el problema y tus propias señales de advertencia
-Practicar mindfulness y la observación
-Practicar métodos de respiración
-Practicar pausas reparadoras
-Encontrar espacios libres de conflicto para renovarse
-Alimentar el espíritu
-Conectarse con el cuerpo
-Desconectarse de las redes sociales una hora y media antes de irse a dormir
-Tomar vacaciones para renovarse en lo mental, espiritual y físico
-Encontrar motivaciones individuales y colectivas
-Consumir responsablemente el contenido noticioso
-Diseñar nuevas maneras de enfrentar circunstancias con muchos retos
-Mantener la curiosidad
-Tener días de salud mental
-Planear lo que es posible dentro de un ambiente de inestabilidad
-Practicar algo que apasiona
-Conectarse con la propia energía
Fuente: Periodistas y salud mental: cómo cuidarnos y promover una profesión saludable. Presentado por el Knight Center con el apoyo de Google News Initiatives y con la colaboración de The Self-Investigation. https://knightcenter.utexas.edu/
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