Miles de estadounidenses recordaron este lunes a Martin Luther King en el día festivo que conmemora el que habría sido su 94 cumpleaños, una jornada de reivindicación contra la violencia causada por las armas y en pro de la unidad y el trabajo en una misma dirección.
«Para seguir adelante tenemos que ir juntos. Dejémonos guiar por la luz del Dr. King (…) no hay nada más allá de nuestras capacidades si lo hacemos juntos», apuntó el presidente estadounidense, Joe Biden, quien intervino en una de las actividades organizadas para recordar al defensor de los derechos civiles y su legado.
Biden participó en un evento organizado en Washington por la asociación National Action Network en el que se homenajeó a la ex presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y a Arndrea Waters King, esposa de Martin Luther King III, el hijo mayor del premio Nobel de la Paz (1964) y Coretta Scott King.
«Estoy listo para trabajar con una nueva Cámara Republicana y un Congreso Republicano para lograr avances para el gente de América», añadió el presidente, quien no atraviesa por su mejor momento por el escándalo de los papeles clasificados que han aparecido estas últimas semanas en su domicilio y su despacho.
Este evento ha tenido lugar un día después de que el mandatario participara en una misa en recuerdo de Luther King (1929-1968) en la icónica Iglesia Baptista Ebenezer, ubicada en Atlanta (Georgia), en la que ejerció como pastor desde 1960 hasta su asesinato en 1968 y en la que se celebró su funeral.
Con un discurso en el que habló del «momento crítico» que viven Estados Unidos y el mundo y de lo necesario que es seguir luchando por la democracia, Biden se convirtió en el primer presidente estadounidense en activo en hablar en una misa dominical en este templo.
Al igual que en numerosas ciudades estadounidenses, en Washington DC se celebraron varias actividades, entre ellas un desfile de asociaciones civiles y una caminata por la paz para conmemorar cuando el 28 de agosto de 1963 más de un cuarto de millón de personas participaron en la histórica Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad, tras la que Luther King pronunció la histórica frase «I have a dream» («Tengo un sueño»).
En ella participaron miembros de organizaciones de defensa de los derechos civiles así como víctimas de la violencia, entre ellas dos madres que perdieron a sus niños por balas perdidas mientras jugaban en la calle, quienes han pedido sobre un estrado acciones más duras para el control de las armas.
En opinión de William H. Lamar IV, pastor de la Iglesia Metropolitana, es importante recordar quién fue realmente Luther King porque «lo que Estados Unidos quiere que hagamos es pensar en él como una figura de Santa Claus que anima al imperio estadounidense», cuenta a Efe.
«Pero fue un teólogo radical que pensaba que hacer el trabajo que estamos llamados a hacer significa que todos estos sistemas deben reordenarse para cuidar específicamente a los que menos tienen», agrega.
Su trabajo «es tan destacado hoy como lo fue hace 60 años y sigue vivo en nosotros, los que creemos que la libertad es un derecho de todo ser humano», añade junto a varios manifestantes que sujetan pancartas con el lema: «lucha y vence. Racismo, guerra, pobreza, los tres males de la sociedad».
Entre ellos está Charnal Chaney, quien cuenta a Efe que ha creado una compañía de yoga que promueve la curación en toda la comunidad afroamericana y busca «enseñarles autoconciencia, inteligencia emocional, para que de esa manera puedan controlar sus emociones.
Luther King, cuenta, es una de las personas que más admira, porque «comenzó a una edad temprana y estuvo dispuesto a sacrificarse y morir por lo que creía». «Es inspirador saber que hoy podemos hacer más por nuestra comunidad y que no es tan difícil luchar por mejorarla como lo era en ese entonces», afirma.
Las actividades de hoy se celebran en el marco del Día de Martin Luther King, festivo federal, que lleva celebrándose desde los años ochenta en el tercer lunes del mes de enero.