Autoridades migratorias de EE. UU. revelaron el martes que tras el fin del Título 42 se ha visto una “reducción significativa” de los encuentros con migrantes irregulares en la frontera suroeste del país.
El número de entradas ilegales a Estados Unidos a través de la frontera suroeste ha disminuido más del 70 por ciento luego del 11 de mayo, cuando terminó el Título 42, según reveló el martes el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés).
“DHS ha seguido experimentando una reducción significativa en los encuentros en la frontera suroeste”, dijo la agencia en un informe.
Desde el 12 de mayo hasta el 2 de junio, DHS había repatriado a 38.400 no ciudadanos bajo las autoridades del Título 8, la ley migratoria de larga data que establece la deportación de migrantes irregulares y la prohibición para acceder a vías legales de migración por cinco años.
Las repatriaciones reportadas por la agencia incluyen sobre 1.400 nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que han sido retornados a México, según el acuerdo bajo el que el país centroamericano aceptó recibir cada mes hasta 30.000 de estos migrantes que son expulsados de EE. UU.
“Miles más están siendo detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y procesados para evaluar sus solicitudes de asilo… aquellos que no tenían un temor creíble han sido y seguirán siendo removidos de manera expedita”, agregó DHS.
Una vez terminó el Título 42, CBP ha reportado un promedio de 3.400 encuentros con migrantes irregulares cada día en la frontera. Las tres nacionalidades más comunes, según las autoridades, son mexicanos, hondureños y guatemaltecos.
Miles continúan agendando citas en CBP One y aplicando al parole humanitario
El informe de DHS reveló, además, que un promedio de 1.070 personas se están presentando a los puntos de entrada en la frontera cada día con citas coordinadas a través de la aplicación CBP One.
Las nacionalidades con mayor número de citas para presentarse ante un oficial migratorio son haitianos, mexicanos y venezolanos.
Por otro lado, las autoridades aseguraron que 23.000 personas han entrado a EE. UU. desde el 12 de mayo con parole humanitario, el programa que permite a venezolanos, haitianos, cubanos y nicaragüenses permanecer en el país por dos años.
“Somos conscientes de que las condiciones en el hemisferio que están impulsando movimientos de personas sin precedentes aún están presentes y que los cárteles y los coyotes continuarán difundiendo desinformación sobre cualquier cambio potencial en las políticas en la frontera para poner la vida de los migrantes en peligro por su beneficio. Permaneceremos atentos y continuaremos ejecutando nuestro plan, haciendo ajustes donde sea necesario”, agregó DHS.
En medio de audiencias y batallas legales
El informe de DHS se publicó horas antes de que Blas Nuñez Neto, subsecretario de política fronteriza e inmigración de DHS, y Benjamine Huffman, comisionado adjunto interino de CBP, testifiquen a partir de las 2 de la tarde en una audiencia en el Congreso liderada por el republicano Clay Higgins.
La audiencia se realizará en el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Esto ocurre, además, un día después de que el Circuito de Apelaciones denegara la petición de la administración del presidente Joe Biden de suspender la orden que bloqueó la liberación expedita de migrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos desde México y que -según alegaban- podría generar mayor presión sobre las instalaciones de detención de CBP.
El panel de tres jueces rechazó la moción, argumentando que “DHS no ha cumplido con su obligación de demostrar que sufrirá una lesión irreparable” con la ausencia de esta medida.
Visiones encontradas sobre personal de migración en la frontera
Legisladores republicanos y demócratas debatieron este martes en el subcomité de Seguridad Nacional, Frontera y Relaciones Exteriores los retos a los que se enfrenta el personal de CBP en la frontera, tras un informe de la Oficina del Inspector General de DHS en el que se aseguró que hay “un impacto negativo en la salud y la moral del personal encargado de hacer cumplir la ley, que se sienten sobrecargados de trabajo e incapaces de realizar sus funciones principales de aplicación de la ley”.
Los cambios en las políticas de inmigración, las oleadas de inmigrantes, el COVID-19 y el aumento general del número de encuentros con inmigrantes a lo largo de la frontera, son algunos de los factores que -según el informe- están impactando la salud de los trabajadores de CBP.
“Estos desafíos han dejado a los hombres y mujeres en la primera línea de esta crisis abrumados y llevados al límite para cumplir con los requisitos de la misión”, dijo el representante Glenn Grothman, quien -junto a la bancada republicana- defendió la labor de Joseph Cuffary, inspector general de DHS.
Los demócratas, por otra parte, llamaron a este un informe “fallido” debido a que “se realizó una encuesta no estadística…que no puede ser proyectada a toda la población de CBP o ICE”.
“Hemos brindado recursos sin precedentes a los hombres y mujeres que protegen nuestras fronteras”, dijo el representante Robert García. “Este informe no está verificado y no debería ser aceptable para nadie para sacar ningún tipo de conclusiones”, concluyó.