¿Sientes que la tecnología se está metiendo en tu día a día, con la sensación de que la sociedad te ha arrojado al mar sin chaleco salvavidas?
Muchos adultos mayores y aquellos cuyas carreras no requerían que se mantuvieran al día con la tecnología, definitivamente se sienten de esta manera.
A medida que la sociedad se acelera hacia una era dominada por la tecnología, existe una creciente preocupación sobre si esta rápida progresión está dejando atrás a segmentos de la población. Los adultos mayores, los analfabetos informáticos y las personas con habilidades tecnológicas básicas son particularmente vulnerables a ser marginados en esta sociedad tecnologizada.
Las habilidades tecnológicas se dividen por factores como la edad, los ingresos y la educación. El nuevo uso diario de la tecnología ha creado una separación entre aquellos que navegan sin problemas por el panorama digital y aquellos que luchan por mantenerse al día. Las personas mayores, a menudo menos expuestas a la tecnología durante sus años de formación, se enfrentan a una importante curva de aprendizaje.
Los analfabetos informáticos y las personas con un bajo nivel de alfabetización tecnológica también necesitan ayuda para acceder a los servicios esenciales, la información y los canales de comunicación que están cada vez más digitalizados y las funciones que deben realizar a diario.
Esta exclusión puede conducir al aislamiento y reducir el acceso a las necesidades sociales típicas
Necesidades que antes se atendían por diferentes medios ahora se hacen en línea. Los gobiernos, las empresas y los proveedores de servicios están haciendo la transición a plataformas en línea, aplicaciones y autoservicio. Así que ahora los clientes escanean y empaquetan sus compras, y la banca se realiza desde su teléfono.
¿Confiamos en estos sistemas en línea? Después de tantos problemas con el phishing, las estafas cibernéticas, el robo de identidad y las estafas dirigidas explícitamente a las personas mayores, ¿nos sentimos cómodos usando nuestras tarjetas de crédito en línea?
Sin embargo, se espera que nosotros, el segmento ignorante y desconfiado de la población, nos mantengamos al día porque aquellos que quedan en el lado equivocado de la brecha digital corren el riesgo de quedar marginados en aspectos esenciales de la vida.
El movimiento de avance de la tecnología no se detendrá. Por lo tanto, depende de nosotros encontrar soluciones, como unir esto con programas de alfabetización digital, interfaces de usuario simplificadas y opciones tecnológicas accesibles.
Las generaciones dentro de la familia pueden tomarse el tiempo para ayudarse mutuamente a aprender sobre los teléfonos inteligentes y las computadoras.
En conclusión, la sociedad tecnologizada presenta desafíos para dejar atrás a ciertos grupos a medida que avanza. Todos podemos aprender sobre tecnología, sin importar lo aterrador que parezca. Todos podemos permanecer conectados a las soluciones a nuestras necesidades sociales. Nos llevará a todos encontrar formas de disminuir las disparidades con un enfoque multifacético que equilibre la innovación tecnológica con la inclusión, asegurando que los beneficios del progreso sean accesibles para todos los miembros de la sociedad.