El ejército israelí advirtió a los cientos de miles de residentes en la Ciudad de Gaza que se marchen más al sur del estrecho enclave costero «por su propia seguridad».
El ejército israelí emitió este viernes órdenes de evacuación generalizadas para casi la mitad de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza antes de una temida ofensiva terrestre que busca erradicar al grupo insurgente Hamás tras su mortal asalto a Israel, dijeron fuentes de Naciones Unidas.
Las directrices sembraron el pánico entre civiles y cooperantes que ya sufren una campaña aérea y un bloqueo israelí.
En una orden de evacuación emitida por la mañana, el ejército advirtió a los cientos de miles de residentes en la Ciudad de Gaza que se marcharan más al sur del estrecho enclave costero de apenas 40 kilómetros de largo. La directiva israelí acusaba a los milicianos de Hamás de ocultarse en túneles subterráneos en la ciudad.
“Esta evacuación es por su propia seguridad”, indicó el ejército israelí en la advertencia que, según dijo, envió a los civiles en la ciudad.
Naciones Unidas dijo que había recibido otra directiva del ejército israelí el jueves por la noche en Nueva York en la que se daba a los 1,1 millones de civiles del norte de Gaza 24 horas para huir hacia el sur.
Hamás, que gobierna la Franja desde 2007, rechazó las órdenes y pidió a los palestinos que “se queden en sus hogares y se mantengan firmes ante esta repugnante guerra psicológica emprendida por la ocupación”, de acuerdo con un comunicado de su departamento para asuntos de refugiados.
“Esto es un caos, nadie sabe qué hacer”, dijo Inas Hamdan, una empleada de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en la Ciudad de Gaza, mientras metía todo lo que podía en sus bolsas entre los gritos en pánico de sus familiares. La entidad pidió a todo su personal en la ciudad y en el norte de la Franja que se marchen a Rafah, en el sur, agregó.
Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja palestina en la capital gazatí, afirmó que no es posible evacuar de forma segura a más de un millón de personas en tan poco tiempo.
“Olvídense de la comida, olvídense de la electricidad, olvídense del combustible. La única preocupación ahora es (…) si vas a vivir”, dijo echándose a llorar.
“¿Qué ocurrirá con nuestros pacientes?”, preguntó. “Tenemos heridos, tenemos ancianos, tenemos niños que están en los hospitales”.
Farsakh contó que muchos médicos se niegan a marcharse y abandonar a sus pacientes y que, en su lugar, llamaron a sus compañeros para despedirse.
La sucesión de directivas se interpretó como un indicio de la esperada ofensiva terrestre israelí, aunque el ejército no la ha confirmado aún. En la víspera dijo que se estaba preparando, pero que no se había tomado una decisión.
Según un portavoz del ejército, Jonathan Conricus, en los próximos días las fuerzas israelíes operarán con una “fuerza significativa” en Gaza, y pidió a los civiles que evacúen el sitiado territorio para que puedan atacar a los insurgentes de Hamás.
El ejército “hará grandes esfuerzos para evitar dañar a la población civil”, apuntó.
“Se entiende que aquí hay civiles que no son nuestros enemigos y no queremos atacarlos, así que les pedimos que evacúen para que podamos continuar atacando objetivos militares de Hamas en la Franja de Gaza”, añadió.
Naciones Unidas explicó que la orden de evacuación del norte de Gaza que recibió se aplicaba también a su personal y a los cientos de miles de personas que se han refugiado en las escuelas e instalaciones que gestiona en el territorio desde que Israel inició su campaña aérea ininterrumpida el sábado.
La ONU “considera imposible que un movimiento de este tipo se lleve a cabo sin consecuencias humanitarias devastadoras”, dijo su vocero, Stephane Dujarric.
“La ONU hace un firme llamado para que cualquier orden de este tipo, si se confirma, se rescinda evitando lo que podría transformar lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa”, añadió.
Una ofensiva terrestre en Gaza podría elevar considerablemente el número de muertos en ambos bandos en una brutal batalla puerta a puerta.
El asalto lanzado por Hamás del sábado y atentados menores desde entonces han dejado más de 1.300 muertos en Israel, incluyendo 247 soldados, un saldo insólito en suelo israelí en las últimas décadas.
Los bombardeos israelíes, por su parte, se han cobrado más de 1.530 vidas en Gaza, según las autoridades de ambas partes. Israel afirma que cerca de 1.500 extremistas de Hamás fueron abatidos en el país y que cientos de los muertos en la Franja son miembros del grupo. Además, hay miles de heridos los dos bandos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió “aplastar” a Hamás tras los ataques del sábado.