A 43 subió la cifra de fallecidos, además de 36 desaparecidos, provocados por el devastador impacto del ciclón Otis, que entró como huracán de categoría 5 el pasado miércoles al balneario de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país, informó este domingo el Gobierno de México.
«Desafortunadamente y de acuerdo a la información de la Fiscalía estatal tenemos 43 personas fallecidas y 36 desaparecidas o no localizada, y es una cifra preliminar y estamos reforzando el programa de búsqueda. Ayer localizamos con vida a varias personas», indicó vía telefónica la gobernadora del estado de Guerrero, Evelyn Salgado, al presidente Andrés Manuel López Obrador.
El sábado, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, informó al presidente que la cifra era de 39 personas fallecidas y habló de 10 desaparecidos.
El ciclón Otis se intensificó en menos de 12 horas de tormenta tropical a huracán categoría 5 para convertirse en uno de los ciclones más potentes en la historia en el océano Pacífico.
Migrantes en frontera sur dispuestos a viajar para trabajar en reconstrucción
Migrantes varados en la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, lanzaron un llamado al Gobierno de México en el que dijeron estar dispuestos a viajar a la costa de Guerrero para su reconstrucción.
Cientos de migrantes de países como Colombia, Venezuela y Nicaragua mostraron su solidaridad con el pueblo de México y en una reunión convocada por la organización Pueblo Sin Fronteras se mostraron listos para viajar a las zonas destruidas y ofrecieron «su mano de obra, esfuerzo, voluntad y fe».
Entre los migrantes hay albañiles, maestros de obra, técnicos, soldadores, mecánicos y campesinos que, dijeron, pueden ser útiles en estos momentos para el pueblo de Guerrero, que ha sufrido los embates del huracán que dejó pérdidas humanas y materiales.
El ofrecimiento llegó en medio de un intensa lluvia en Tapachula provocada por una depresión tropical formada la tarde del sábado en el Pacífico. Por la noche los migrantes cumplieron una vigilia con oraciones, veladoras y cartulinas para solidarizarse con los habitantes del estado de Guerrero.
Los migrantes llevaron a cabo una especie de registro para enlistarse y esperar la decisión del Gobierno mexicano de si acepta trasladarlos desde Tapachula al estado de Guerrero para empezar a trabajar.
La migrante de Guatemala Yuris Yosaira Pastrano, quien se encuentra en Tapachula, dijo que ante la oportunidad de salir para ir a Acapulco está dispuesta a ir a trabajar y ayudar al pueblo de México a reconstruir o lo que los pongan a hacer.
«Hay que ir a trabajar y apoyar a Acapulco, está la oportunidad y vamos a apoyarlos, a solidarizarnos, a ayudarlos, porque sinceramente aquí no estamos haciendo nada, mientras ellos necesitan nuestra ayuda, lo que nos pongan a construir, limpiar, exactamente una ayuda, estamos dispuestos hacerlo», expuso a Efe
La mujer, quien era comerciante en Honduras, pidió al Gobierno mexicano que les brinde lo necesario: Comida, un techo y un documento para poder estar en ese estado de manera momentánea y después seguir adelante en su camino a Estados Unidos.
En tanto, Gerson Linares, migrante de Guatemala, que se encuentra en Tapachula en espera de salir en caravana el lunes, señaló que puede sumarse al grupo de migrantes dispuestos ayudar en el estado de Guerrero.
Linares cambió momentáneamente su idea de ir a la frontera norte para poder ayudar porque recordó que en su país han sucedido esos desastres en varias ocasiones.
“Tenemos que ayudar, está muy afectado Acapulco y en mi país también ha pasado esto y hemos recibido ayuda y la diferencia es que somos de diferente nacionalidad, pero nosotros estamos dispuestos a apoyarlos a ellos. Hay niños y personas sufriendo, nosotros somos personas humildes, estamos sufriendo y necesitamos la oportunidad. Vamos en la caravana, pero tenemos la fuerza para ir a ayudar”, expresó.
Con información de EFE