Estaba sediento y no me disteis de beber
Un gran número de habitantes de Filadelfia continúan arriesgándose a perder el acceso al agua potable si se atrasan en el pago de su factura del agua. Nuestros vecinos dependen de las protecciones contra la suspensión del servicio que necesitan ser renovadas. La suspensión del suministro de agua es un problema de salud pública y, lo que es más importante, una cuestión moral.
Hacemos un llamado al próximo Alcalde de la Ciudad de Filadelfia para que renueve permanentemente estas protecciones.
Cada persona en nuestra ciudad ha sido afectada por el COVID-19, directa e indirectamente. Aunque todos deseamos que el impacto de la pandemia haya terminado, está lejos de ser así, y es bastante posible un resurgimiento de este u otros virus. Hoy seguimos atendiendo las advertencias de salud pública de seguir las mejores prácticas con respecto a la higiene, como el lavado frecuente de manos, crucial para prevenir la propagación de la COVID-19 y otras enfermedades. Las suspensiones del suministro de agua son potencialmente una amenaza para nuestra salud pública y bienestar comunitario.
Sin agua corriente, muchos de nuestros conciudadanos de Filadelfia hoy no pueden cocinar, limpiar, ducharse, lavarse las manos, ni tirar de la cadena del inodoro. Esto es injusto, irracional y va en contra de los derechos humanos más básicos y la dignidad. Somos mejores que esto.
Muchos que están en riesgo de perder el acceso al agua potable en nuestra ciudad han estado bajo la carga del desempleo o subempleo. El castigo para aquellos que carecen de recursos para el pago de su factura de agua no debe ser impedirles el acceso al agua vital. Si algo, mantener el acceso aumenta su potencial para salir de la pobreza en lugar de hundirse más en ella. De hecho, la suspensión del suministro de agua puede llevar a desalojos y ejecuciones hipotecarias, una forma de inmovilidad legal fuera de la pobreza, y nuevamente, injusta e irracional.
Ahora es el momento de la justicia hídrica. Para aquellos de nosotros que confiamos en la Santa Biblia como nuestra brújula y guía, encontramos en Mateo 25: 41-42 “Entonces dirá también a los de la izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber…” La suspensión injusta del suministro de agua no es solo un acto inhumano hacia los pobres, sino que impide a los pobres ejercer su fe al no poder cumplir con la Palabra de Dios de dar un vaso de agua limpia a alguien.
Al alcalde (sa) electo de Filadelfia, pongamos fin a esta injusticia y demos esperanza a los más vulnerables entre nosotros. Hacemos un llamado a usted para que preserve los avances obtenidos durante la pandemia con respecto a la prevención de suspensiones y renueve las protecciones contra la suspensión otorgadas durante la pandemia.
Rev. Luis Cortés, Jr.
Esperanza Founder, President and CEO
Rev. Rubén Ortiz
Esperanza Director of Faith & Capacity Initiatives
Director of the Hispanic Clergy of Philadelphia and Vicinity
Rev. Carlos Diaz
Hispanic Clergy of Philadelphia, President