Decenas de miles de personas asistieron este jueves al Festival de Máscaras de Hatillo, en cuyo vistoso desfile de carrozas hubo varios incidentes de seguridad, como es habitual en este evento.
Más de 5.000 personas o «corredores» de máscaras se registraron en esta edición en el Centro Cultural de Hatillo, distribuidos en 191 grupos, 150 carrozas y unos 370 vehículos todoterreno.
Con coloridos trajes y máscaras, los «corredores» marcharon por las calles del pueblo de Hatillo, atestadas de visitantes, en conmemoración del Día de los Inocentes.
El alcalde de Hatillo, Carlos Román Román, cuyo pueblo celebra este año dos siglos de su fundación, explicó que el vestuario del festival incluye «estampas típicas, así como diseños más modernos».
Con relación a las medidas de seguridad implementadas, el alcalde informó que se asignaron en el pueblo alrededor de 400 agentes del Negociado de la Policía Estatal.
«Queremos que todos disfruten de este día tan especial en donde familias completas son parte de los grupos que corren en el festival», sostuvo Román, quien hizo un llamado a los ciudadanos a la prudencia y a cumplir con las nomas.
Pese a estas medidas, un conductor lanzó su motora contra un policía, quien resultó herido levemente, cuando iba a ser detenido por no llevar el casco.
Además, tres personas sufrieron caídas desde las carrozas, otro hombre fue detenido, y dos armas de fuego fueron incautadas, según informó la Policía.
En Hatillo, durante toda la jornada tiene actividades en la plaza pública del pueblo, las cuales incluyen artesanos, música y gastronomía.
Las festividades comenzaron hace dos días con el llamado Festival Típico en la plaza pública del pueblo, donde se organizó el encuentro de güireros.
El miércoles, los niños del pueblo se vistieron con coloridos trajes de máscaras y participaron en el Desfile de los Inocentes.
La actividad, celebrada formalmente desde 1970, tiene sus orígenes en la tradición del Día de los Inocentes, fecha que conmemora la orden del rey Herodes de matar a todo varón recién nacido con el fin de acabar con Jesús de Nazaret.
Los hatillanos han agregado con los años costumbres como la utilización de carrozas, camionetas y vehículos todoterreno, desde donde saltan aun cuando los autos están en movimiento.
Los enmascarados hacen bromas entre ellos, vierten crema de afeitar, ron o agua, y se dan golpes y fuertes abrazos.