El concejal Mark Squilla se desdijo recientemente que no se destinarían fondos públicos para la construcción potencial del estadio del equipo de baloncesto The Philadelphia 76ers en el centro de Filadelfia que incluye al Barrio Chino.
La organización Power Interfaith organizó una reunión comunitaria con el concejal del Distrito1, el 17 de diciembre pasado en la iglesia Mother Bethel AME. Ahí prometió a los residentes de su Distrito que no se usarían fondos públicos. Cuando los constituyentes le llamaron y enviaron correos electrónicos para agradecerle su protección de sus dólares de impuestos el 24 de enero, el concejal se echó para atrás.
Según la coalición llamada “salvemos al barrio chino”, el servidor público dejó abierta la puerta para que los contribuyentes subsidien, el estadio. Por tanto, organizó una conferencia de prensa el 25 de enero frente a la alcaldía para exhortarlo a que honre su compromiso de no presentar legislación hasta que los constructores firmen un compromiso legalmente vinculante de no tomar dólares de la ciudad, el estado o de origen federal.
El mensaje para el concejal Squilla fue claro, “ningún financiamiento público para el estadio”.
Mohan Seshadri, director ejecutivo de la Alianza Política de Asiáticos del Pacífico y de las islas, afirmó “yo planeaba agradecer al concejal Squillla por prometer evitar los errores del pasado en otros lugares, y comprometerse a prevenir que el lugar 76 no tomara ningún dinero público, citadino, estatal o federal. Desafortunadamente, cuando el concejal Squilla comenzó a echarse para atrás en esa promesa, nos mostró que toda esa retórica acerca de un estadio financiado 100% con fondos privados, es solamente ‘decoración de escaparates’. El lugar 76 puede ser subsidiado por los contribuyentes si el concejal Squilla no cumple su palabra”.
La mexicana Cristina Martinez, chef de South Philly Barbacoa, ganadora del premio James Beard, expresó que ella va al Barrio Chino para sesiones de acupuntura y remedios medicinales, ya que no tiene seguro médico. “Esta comunidad no solo es esencial para mí, sino para miles de personas en especial inmigrantes como yo que dependen de ella. El Barrio Chino es un ícono de la cultura y gastronomía, así como un hogar donde muchos inmigrantes viven. Quiero ver que continúe sobreviviendo, por eso estoy en contra de la construcción del estadio”.
Jimmy Low, técnico de la sala de emergencias del centro de traumas nivel 1 en el centro de la ciudad, manifestó que cuando se cierran las calles 10 y 11 por algún evento, se preocupa por la seguridad de sus pacientes.
Por su parte el Rev. Michael Caine, pastor de la iglesia Old First Reformed UCC en el sector histórico y copresidente de la mesa directiva de Power Interfaith precisó que “hay muchas otras cosas que merecen y necesitan financiamiento público y no queremos ni necesitamos fondos públicos destinados para un nuevo estadio”.
A su vez, Xu lin, propietario de un comercio en el barrio chino manifestó que se sintió traicionado por el concejal Squilla “le exhorto a que cumpla sus promesas y proteja al barrio chino, una comunidad vibrante que tiene mucho que ofrecer a la ciudad”.
La coalición “salvemos al barrio chino” es un grupo multirracial, multigeneracional, interreligioso de más de 245 organizaciones, pequeños negocios, organizaciones comunitarias registradas y congregaciones religiosas dedicadas a la vitalidad de Filadelfia.