Un condado lleno de plantaciones de cítricos entre dos de las zonas metropolitanas más pobladas de Florida fue el que recibió más nuevos residentes en Estados Unidos el año pasado, según estimaciones publicadas el jueves por la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Más de 29.300 personas se instalaron el año pasado en el condado entre Tampa y Orlando, dos zonas urbanas donde el precio de la vivienda ha crecido de forma progresiva, de modo que el condado se considera una alternativa más asequible. Así, el condado Polk empieza a tener menos plantaciones de naranjos junto a la Interestatal 4 y más zonas residenciales para trabajadores de servicios locales, así como almacenes de distribución para servicios de reparto a los residentes de las dos zonas metropolitanas.
Casi todo el crecimiento en el condado Polk —el 88%— era de personas que se mudaban desde otra zona de Estados Unidos, en lugar del extranjero, según las estimaciones de población de 2023.
“El crecimiento de zonas residenciales ha ido subiendo y ocurre de una manera que no siempre se nota. Pero cuando uno se ve atascado en el tráfico, entonces presta atención a lo que está pasando”, dijo Matt Joyner, cuya familia vive en Polk desde hace siete generaciones, sobre la llegada de nuevos residentes.
Sólo otros cuatro condados —Harris y Montgomery, en la zona metropolitana de Houston; Collin, en la zona metropolitana de Dallas, y Maricopa, donde está Phoenix— ganaron más población, gracias a sus cifras más altas de crecimiento natural, es decir, los nacimientos que sobrepasan a las muertes.
Harris, donde está Houston, creció en casi 54.000 personas, más que cualquier otro condado el año pasado. Casi dos tercios de ese incremento se debían a los nacimientos que superaron a los decesos. Ese crecimiento natural de casi 34.700 personas fue el más alto del país.
Pese a recibir nuevos residentes del extranjero y a que los nacimientos superaron a las muertes, algunos de los condados más poblados del país también fueron de los que más residentes perdieron porque se mudaron a otras partes del país el año pasado, una tendencia que se aceleró al inicio de la década con el comienzo de la pandemia del COVID-19.
El efecto más marcado fue en el condado Los Ángeles, con 56.000 habitantes menos. Le seguían tres condados que representan los vecindarios de Brooklyn, Queens y el Bronx en la ciudad de Nueva York, que perdieron 28.300, 26.300 y 25.300 personas, respectivamente. Sin embargo, los descensos en esos grandes condados fueron considerablemente menores el año pasado que en 2022.
Las autoridades neoyorquinas, sin embargo, creen que las estimaciones de la Oficina del Censo no tienen en cuenta la llegada de decenas de miles de solicitantes de asilo el año pasado. La ciudad arrendó hoteles enteros para alojar a los migrantes y puso catres en escuelas, además de habilitar alojamientos temporales en carpas, una terminal de cruceros y el edificio de una antigua academia policial.
Hasta 50.000 personas quedaron sin contabilizar en los refugios de la ciudad, según las autoridades municipales, que tienen previsto impugnar las estimaciones del censo.
“Queríamos alertarlo”, dijo Casey Berkovitz, secretario de prensa del Departamento de Planificación Urbana de Nueva York. “Una vez se tiene en cuenta esta subestimación (…) el año supuso un regreso a los niveles previos a la pandemia”.
En los destinos más populares para los inmigrantes —condados del sur de Florida y los condados que corresponden a Houston, Los Ángeles, Chicago y San José— la inmigración internacional creció en dobles dígitos de un año a otro.
Las estimaciones no distinguen si las personas han entrado en el país de forma legal o ilegal, de modo que resulta imposible saber si parte del crecimiento se debe a cruces ilícitos en la frontera. Las detenciones por cruces ilegales batieron un récord en diciembre pero cayeron a la mitad en enero.
En el condado de Miami-Dade había casi 54.500 vecinos nuevos de fuera de Estados Unidos, la cifra más alta del país el año pasado y un incremento de casi el 40% respecto al año anterior. La inmigración internacional compensó la marcha de más de 47.000 residentes que se fueron de ese a otros condados de Estados Unidos.
En cuanto a las zonas metropolitanas, que combinan condados con conexiones sociales y económicas, la de Dallas tuvo el mayor crecimiento el año pasado —más de 152.000 residentes— y sobrepasó los 8 millones de personas por primera vez. Ese crecimiento se vio seguido de la zona metropolitana de Houston, con casi 140.000 residentes adicionales, y la de Atlanta, que ganó más de 68.000 personas.
La zona metropolitana de Atlanta se adelantó dos puestos en la lista para convertirse en la sexta más populosa del país con 6,3 millones de habitantes. La superaban sólo Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Dallas y Houston.
El condado Polk, que tiene más de 25.090 hectáreas (62.000 acres) de plantaciones de cítricos, es uno de los principales productores de naranjas en Florida. En los últimos años, la industria cítrica del estado ha sufrido por la rápida expansión de una bacteria que afectó a la salud de los árboles y un crecimiento constante de las zonas metropolitanas.
Sin embargo, el condado se ha aferrado a su tradición de cítricos. La mayor parte del desarrollo urbanístico se ha concentrado en el nordeste del condado, apenas a unas millas de Walt Disney World en la zona metropolitana de Orlando. Pero muchos de los productores de cítricos de esa zona que vendieron sus tierras a promotores de bienes raíces simplemente se han trasladado a la zona sur del condado, donde siguen abundando las plantaciones, dijo Joyner, director general de Florida Citrus Mutual, una asociación de agricultores.
Ahora mismo, los nuevos vecinos de Polk tienen un entorno pintoresco en su trayecto junto a las plantaciones del condado: flores blancas en los árboles y un dulce aroma en el aire.
“Ahora mismo vayas donde vayas, las plantaciones están blancas como la nieve y el olor es dulce”, dijo Joyner. “Recuerda a los viejos tiempos”.