La ciudad se ha convertido en la más violenta superando a Chicago. En lo que va del año se ha registrado más de un asesinato al día en Filadelfia, lo que suma la cifra más alta desde 2007.
Según las estadísticas publicadas por la policía de Filadelfia, hubo 77 tiroteos la semana pasada y un homicidio.
Al inicio de esta semana 259 personas habían sido asesinadas en lo que va del año 2020, por lo que el concejo de la ciudad se reunió virtualmente para buscar algunas respuestas para reducir esta pandemia de violencia que azota a la ciudad que figura nacionalmente como la metrópoli más pobre del país.
Las autoridades investigan 22 tiroteos reportados entre sábado y domingo, que dejaron a un muerto y más de dos docenas de heridos de bala, entre estos, dos menores de edad.
Un menor sufrió rozón en la espalda en un triple tiroteo en la cuadra 1500 de la calle Napa en el vecindario Gray’s Ferry de la ciudad el domingo por la noche. El menor fue trasladado al Hospital Infantil de Filadelfia, donde se está recuperando.
Otro niño recibió un disparo el sábado por la noche en Olney. La policía dice que el niño de 11 años caminaba por la cuadra 6000 de A Street, cerca del Centro Recreativo Olney. Sufrió heridas de roce en el hombro y la parte posterior de la cabeza. El niño fue trasladado al Hospital Saint Christopher en condición estable.
Los especialistas en salud mental han venido advirtiendo de los riesgos que conlleva una crisis de salud pública, como la provocada por el COVID-19 que contribuye en buena medida a la violencia que, al hacer uso de armas de fuego, se vuelve más mortífera.
Filadelfia es un caldo de cultivo porque además existe toda una serie de factores como la pobreza, la insuficiencia de programas preventivos, el alto tráfico y uso de drogas, que también viene afrontando una crisis de opioides, y se a esto se suma la impunidad con la que actúan los criminales en donde el silencio de los vecindarios se ha vuelto su cómplice.
En la reunión pública que se organizó de manera virtual, las autoridades y también los ciudadanos coincidieron que unos de los mayores problemas son los traficantes de armas, y las “leves” leyes que existen para controlarlas a nivel federal pero también en el estado de Pensilvania.
Si a eso se le suma la imposibilidad de alcanzar a las comunidades más afectadas, con programas de ayuda eficaces, los resultados se ven en las crecientes cifras de violencia.
Por otra parte, el temor por la propagación de contagios ha hecho que muchos servicios, incluidos los policiales, permanezcan trabajando en mucho menor capacidad.
El alcalde Jim Kennedy en declaraciones para la prensa local resaltó lo que considera un problema pendiente fuera de su alcance “Si comparamos Filadelfia con Nueva York, ellos tienen menos criminalidad porque cuentan con robustas leyes para controlar las armas. A nosotros nos toca trabajar con nuestros allegados federales para lograr un cambio tanto en las leyes como en el procesamiento para los delitos que respecta a las mismas”.
El funcionario recalcó que “el discurso nacional ante las armas no contribuye” a la problemática y que están poniendo en marcha programas comunitarios para lidiar con el problema.
Por su parte la directora de justicia y seguridad pública Vannesa Garret agregó “Contamos con un programa de interacción comunitaria, que son los que sirven de intermediarios entre ciertos grupos y las autoridades, para limitar el uso de armas”.
Según Kenney la Policía ha logrado recobrar múltiples armas de las calles, pero no dan abasto. Explicó que ciertos factores influyen: Dificultad para acceder a la comunidad – Rencillas entre grupos – Leyes débiles en relación con armas – Mantener encerrados a los que violen la ley de armas.
Pero lo que es un hecho es que los homicidios y tiroteos han aumentado desde 2015, y la Ciudad ha luchado para frenar la tendencia. Millones han sido gastados para grupos comunitarios que se suman a los $700 millones al año en el presupuesto del Departamento de Policía.
Todo ha sido insuficiente, y la ciudad, políticos, funcionarios y los activistas; dicen que seguirán buscando la salida a este problema que lejos de resolverse se ha venido agravando.
2 niños se sumaron a un centenar de víctimas
Durante el fin de semana, casi dos docenas de personas fueron baleadas en Filadelfia y dos de esas víctimas eran niños. La policía dice que una de las 22 personas que recibieron disparos entre el sábado y el domingo murió.
Filadelfia ha tenido 259 homicidios en 2020.
Durante el fin de semana, más de 25 personas recibieron disparos en Filadelfia, incluidos dos niños de 11 años. Entre las víctimas hay más de 100 niños. Son cerca de 1,150 personas ya han recibido disparos en Filadelfia en lo que va del año, lo que significa un aumento del 36% en comparación con el 2019 hasta estas fechas.
“Group Violence Intervention”
“(GVI) Grupo para intervención de la violencia, por sus siglas en inglés, se lanzó a principios de agosto. Está basado en el “Focused Deterrence” programa que ha tenido reducciones significativas en la violencia con armas de fuego, incluido el «Milagro de Boston» de los años 90 y una reducción del 35% en la violencia con armas en el sur de Filadelfia entre el 2013 -2014.