San Juan, (EFE ).- El panorama político en Puerto Rico se presenta complicado para la jefa del Ejecutivo, Wanda Vázquez, tras perder las primarias para la gobernación por su partido, a lo que se une la victoria del alcalde de Isabela, Carlos Delgado, en el principal partido de la oposición, y la detención por presunta corrupción de una representante de la Cámara baja.
Puerto Rico comenzó este lunes una nueva etapa tras las primarias del domingo, que trae como principal consecuencia que la actual gobernadora se desempeñará en el cargo hasta enero, cuando entrará en funciones el nuevo Ejecutivo tras las elecciones del 3 de noviembre, a las que no podrá presentarse después de ser derrotada por Pedro Pierluisi.
Los próximos meses se prevén difíciles para el Partido Nuevo Progresista (PNP) después de que la gobernadora no parece que se haya tomado bien la derrota y acusara a su contrincante durante el periodo electoral de orquestar una campaña contra su persona de cara a las primarias.
Las primarias tuvieron que completarse el domingo una semana después de su comienzo, el pasado día 9, cuando se suspendieron por falta de papeletas, lo que provocó una convulsión y el fundado temor a lo que pueda ocurrir el próximo 3 de noviembre en las elecciones generales después del desastre de este «ensayo» electoral en el que ni las papeletas llegaron a tiempo.
PIERLUISI SERÁ LA OPCIÓN DEL PNP
Pierluisi, finalmente, después de haber perdido la oportunidad de representar al PNP hace 4 años en su primer intento por conquistar la candidatura a la gobernación cuando fue derrotado en primarias por Ricardo Rosselló por menos de tres puntos porcentuales, será la opción de un partido que aboga por la plena anexión de la isla a Estados Unidos.
Rosselló, hace poco más de un año, tuvo que abandonar el cargo forzado por la presión popular y la falta de apoyo de su partido tras salir a la luz un «chat» en el que se vertían crudas críticas a distintas personas y grupos, una inesperada caída que le da ahora oportunidad a Pierluisi de luchar por la gobernación frente al Partido Popular Democrático (PPD).
Pierluisi derrotó claramente a una novata en la política como es Vázquez al obtener 58 % del voto frente al 42 % de la actual gobernadora, que llegó al cargo por mandato constitucional al ser a quien le correspondía asumir la responsabilidad tras la salida de Rosselló.
Analistas políticos subrayan que Pierluisi asumirá el liderato de un PNP dividido a causa de meses de ataques a la administración de Vázquez y de esta en su contra, que lo caracterizó como el candidato de los grandes intereses.
Vázquez, tras reconocer la derrota, no dio a conocer qué respaldo ofrecerá a Pierluisi durante su campaña y se limitó a asegurar continuará siendo hasta el 2 de enero la gobernadora de todos los puertorriqueños.
El opositor PPD también tiene ya candidato a gobernador para noviembre tras la amplia victoria del alcalde de Isabela, Carlos Delgado, un triunfo poco esperado para algunos, en especial por tratarse de ser un hombre de partido alejado del «teatro» de operaciones político que es San Juan.
La mediática alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, y el antiguo presidente del Senado Eduardo Bhatia se quedan atrás, derrotados por un desconocido para el gran público, pero un hombre que ha sabido asegurarse el voto gracias a su fuerte conocimiento del partido, formación que apuesta por mantener el actual Estado Libre Asociado.
PRIMARIAS MARCADAS POR FALTA DE FONDOS Y PAPELETAS
Las primarias quedaron marcadas desde un principio por la falta de fondos, el desastre del domingo 9 de agosto cuando los colegios electorales fueron cerrados porque no llegaron las papeletas de votación, y los consiguientes recursos legales de distintos candidatos presentados ante el Tribunal Supremo.
El alto tribunal determinó que las primarias, que se habían retrasado de la primera fecha de junio a causa de la COVID-19, continuarían el domingo 16 y que las papeletas no se comenzarían a contar hasta que se emitiera el último voto.
El fin de las primarias más caóticas de Puerto Rico afectó, sin duda, la credibilidad democrática del país.
A todo lo anterior hay que sumar que hoy se diera a conocer detención por autoridades federales estadounidenses de la legisladora María Milagros Charbonier de la Cámara de Representantes de Puerto Rico por su supuesta relación con un caso de corrupción gubernamental.
Charbonier, que paradójicamente presidió la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes hasta el 28 de julio, fecha en la que el presidente de la Cámara le apartó del cargo, está acusada junto a dos de sus familiares y una empleada de 13 cargos por un supuesto caso de corrupción gubernamental.
La legisladora se declaró este lunes no culpable tras ser arrestada y declarar ante un magistrado que le impuso una fianza de 25.000 dólares.
La asistente de la legisladora, Frances Acevedo; el esposo de la funcionaria, Orlando Montes, y su hijo Orlando Gabriel Montes, que también fueron acusados, se declararon no culpables. Además, al esposo de Charbonier se le impuso una fianza de otros 25.000 dólares y a su hijo y a la asistente de 10.000 dólares a cada uno.
Los cuatro están acusados de organizar un esquema que duró de enero de 2017 hasta julio de 2020 para aumentarle el sueldo a Acevedo con fondos públicos, parte de cuya cantidad iba a parar a Charbonier y su familia.
Charbonier fue la representante por acumulación del PNP que menos votos obtuvo en las primarias del domingo, por lo que se quedó fuera de la Cámara para el ciclo que empezará el próximo año.
Tras conocerse la detención, Pierluisi le solicitó a Charbonier su renuncia como miembro de la Cámara de Representantes.