Imaginen una comunidad donde todos prosperan, libres de pobreza y discriminación. Community First Fund, en colaboración con Finanta, una institución financiera de desarrollo comunitario (CDFI), está haciendo realidad esta visión. Estas organizaciones eliminan las barreras para la construcción de patrimonio a individuos, familias y dueños de negocios, en especial a personas de origen étnico diverso, mujeres e inmigrantes. A través de varios programas financieros ayudan a los emprendedores a crear historiales crediticios, acumular patrimonio y generar empleos, lo cual impacta de manera positiva en las comunidades.
Mamie Sardnee, inmigrante de Liberia, es un ejemplo de este poder transformador. Ella comenzó su negocio vendiendo productos agrícolas y horneados desde una camioneta en el suroeste de Filadelfia; soñaba con tener su propia tienda. Los bancos tradicionales la rechazaron por falta de historial crediticio. Sin embargo, con el programa de préstamos de grupo de afinidad (AGL) de Community First Fund, Mamie encontró el apoyo que necesitaba.
Cientos de dueños de pequeños negocios han pasado por el programa AGL y han recibido capital, capacitación personalizada y orientación en finanzas, planificación empresarial y mejora del crédito. El ciclo de préstamos en grupo suele ser de 12 meses. Al completar el primer ciclo, el grupo puede participar en ciclos de seguimiento con mayor financiamiento y capacitación. Estos préstamos se utilizan para establecer crédito, renovar tiendas, proporcionar capital circulante o comprar equipos e inventario.
El primer préstamo de Mamie, en 2014, fue un paso hacia su meta. Con financiamiento adicional pudo construir inventario, abrir una tienda y comprar un congelador. En 2022 logró un hito al asegurar un préstamo de bienes raíces comerciales para expandir su negocio. Ahora su tienda enriquece el vecindario con productos frescos y especias, creando empleos y proporcionando alimentos saludables en una zona con escasez de alimentos.
La historia de David Christian también es inspiradora. Inmigrante indonesio, David trabajaba como mecánico antes de identificar la necesidad de un taller que pudiera superar las barreras lingüísticas de la comunidad indonesia. Community First Fund lo ayudó a asegurar su primer préstamo comercial y una hipoteca para la primera casa de su familia. Hoy, Miracle Joy Motors es un testimonio de la visión y perseverancia, y un recurso crucial para la comunidad de David.
Los CDFI también ayudan a individuos a construir patrimonio comprando casas. Blanca Pacheco, una madre soltera de Ecuador, transformó su vida a través de Community First Fund y Finanta. Después de años de alquilar, compró su propia casa, lo cual le proporcionó estabilidad y oportunidades de patrimonio. Como codirectora del Movimiento Santuario Nuevo de Filadelfia, ahora ayuda a otros inmigrantes a acceder a recursos financieros, extendiendo el impacto de Community First Fund.
Además de hipotecas, Community First Fund y Finanta ofrecen productos financieros para desarrollar viviendas asequibles. Hay una escasez significativa de viviendas asequibles a escala nacional, sobre todo en Filadelfia. Colaborando con organizaciones locales, financian proyectos que llevan viviendas y servicios necesarios a vecindarios desatendidos. Village Square en Haverford es uno de esos proyectos, con apartamentos asequibles, un supermercado, un centro de salud y más.
En sus 30 años de historia, Community First Fund, junto con Finanta, ha invertido $487 millones para beneficio de personas de bajos ingresos, con apoyo significativo a diversos grupos étnicos y negocios de mujeres. Sus esfuerzos han creado 71,000 empleos y contribuido al desarrollo de más de 3,000 unidades de vivienda asequible. Cada préstamo reembolsado se reinvierte, lo cual crea un ciclo de equidad económica y generación de riqueza. Estas inversiones van más allá del aspecto financiero, son inversiones en el futuro de nuestras comunidades.