Durante las últimas semanas, los medios de comunicación han informado que la campaña de Joe Biden en Pensilvania refleja una significativa ausencia de personal puertorriqueño o latino en sus campañas locales. Esta situación puede afectar severamente su campaña. En Pensilvania residen cerca de 1 millón de latinos (974.807.060, “American Community Survey” – ACS 2018 de la Oficina del Censo). Jens Krogstad, del “Centro de Investigación Pew”, en su informe de 2019 dice que entre 2010 y 2019 la población latina experimentó un aumento de casi 91,000 nuevos residentes. En informes anteriores (“American Community Survey” – ACS 2014), estimaron que un poco más de medio millón de todos los latinos en Pensilvania son elegibles para votar (de 18 años o más). De esa cifra, los puertorriqueños, que son ciudadanos estadounidenses, representan el 64 por ciento del electorado general de votantes latinos. En vista de esto y de los aumentos de población proyectados por el censo de los EEUU, el electorado latino y puertorriqueño de tendencia demócrata debería ser un foco estratégico de atención para la campaña Biden, y en especial el voto puertorriqueño.
Desafortunadamente, en opinión de activistas políticos locales en Filadelfia y el centro de Pensilvania, la coordinación de la campaña de Biden no muestra un compromiso palpable con la comunidad latina y puertorriqueña. Es de conocimiento público que la Campaña Biden en Pensilvania anunció varios nombramientos para el personal estatal de la campaña y solo incluye un organizador de campo asignado al centro de Pensilvania. Como parte de esos nombramientos también se contrataron varios asesores importantes, entre ellos a Sinceré Harris, quien creemos tiene buenas conexiones con la comunidad latina; pero no suficiente para la percepción de los electores. Aunque el condado de Filadelfia es el de mayor concentración de puertorriqueños y otros latinos en el estado, más de dos tercios de la población latina reside fuera de Filadelfia y sus suburbios. Entonces, ¿dónde está el personal de campo, los coordinadores de campaña, el personal de comunicaciones bilingües de Puerto Rico y otros Latinos?
Por qué esto es relevante? En 2016, Filadelfia experimentó una participación de votantes puertorriqueños y latinos sin precedentes. En las últimas elecciones generales, algunos distritos de mayoría latina en Filadelfia evidenciaron una inesperada participación de hasta el 62 por ciento (informe del “National Institute for Latino Policy- NILP 2016). Para sorpresa de muchos, el voto latino fue similar al de la participación del 65% en toda la ciudad. Más revelador aún, Clinton obtuvo un promedio del 92 por ciento del voto latino en comparación con el voto en toda la ciudad, donde obtuvo el 82 por ciento de los votos. Es decir, los puertorriqueños y latinos votaron por el Partido Demócrata en tasas más altas que la ciudad en general. Desafortunadamente, este no fue el caso en el centro de Pensilvania. La campaña de Clinton predijo una victoria temprana sin tomar en cuenta los esfuerzos de la campaña de Trump en condados como Lehigh, Berks y Lancaster, donde residen decenas de miles de puertorriqueños y latinos.
Para contrarrestar el racismo de Trump hacia los latinos en general y su desprecio por los puertorriqueños en particular, se requiere una estrategia integral que involucre y active a este electorado, que en su mayoría tiende a votar demócrata. El voto puertorriqueño y latino, dada su importancia numérica, podría ser un voto decisivo en lo que muchos expertos creen que será una contienda reñida en Pennsylvania. No tomar esto en cuenta sería repetir el error que la campaña de Clinton cometió en las elecciones del 2016.
*El Dr. Víctor Vázquez-Hernández, tiene un doctorado de la Universidad de Temple y es profesor de historia en el Colegio de Miami Dade en Florida.
*Israel Colón es analista político, con cinco décadas de experiencia en el área sin fines de lucro y servicios gubernamentales.