Compañeros demócratas,
Ahora que han regresado del receso del 4 de julio, quiero que sepan que a pesar de todas las especulaciones en la prensa y en otros espacios, estoy firmemente comprometido a permanecer en esta contienda, a llegar hasta el final y a vencer a Donald Trump.
He tenido extensas conversaciones con los líderes del partido, funcionarios electos, miembros de base y, lo más importante, con votantes demócratas durante estos últimos 10 días.
He escuchado las preocupaciones de la gente y los miedos que expresan de buena fe, sobre lo que está en juego en estas elecciones. No soy ajeno a ello. Créanme, conozco mejor que nadie la responsabilidad y la carga que conlleva ser el candidato de nuestro partido. La llevé sobre mis hombros en 2020 cuando estaba en juego el destino de nuestra nación. También sé que estas preocupaciones provienen de un genuino respeto por mi vida de servicio público y mi historial como presidente, y me han conmovido las expresiones de afecto hacia mí de tantas personas que me conocen bien y me han apoyado a lo largo de mi vida pública.
He estado agradecido por el apoyo sólido y firme de tantos demócratas electos en el Congreso y en todo el país, y he recibido gran fortaleza de la resolución y determinación que he visto en tantos votantes y partidarios de base, incluso en los momentos y semanas más difíciles.
Puedo responder a todo esto diciendo clara e inequívocamente: no volvería a postularme a la presidencia si no creyera absolutamente que soy la mejor persona para vencer a Donald Trump en 2024.
Tuvimos un proceso de nominación demócrata y los votantes hablaron clara y decisivamente. Recibí más de 14 millones de votos, el 87% de los votos emitidos durante todo el proceso de nominación. Tengo casi 3.900 delegados, lo que me convierte en el presunto candidato de nuestro partido por un amplio margen.
Este fue un proceso abierto a cualquiera que quisiera postularse. Sólo tres personas eligieron desafiarme. A uno le fue tan mal que abandonó las primarias para presentarse como independiente. Otro me atacó por ser demasiado mayor y fue completamente derrotado. Los votantes del Partido Demócrata han votado. Me han elegido para ser el candidato del partido.
¿Diremos ahora simplemente que este proceso no importó? ¿Que los votantes no tienen voz y voto?
Me niego a hacer eso. Siento una profunda obligación hacia la fe y la confianza que los votantes del Partido Demócrata han depositado en mí para postularme este año. Fue su decisión. Ni la prensa, ni los expertos, ni los grandes donantes, ni ningún grupo selecto de personas, por muy bienintencionadas que sean. Los votantes, y sólo los votantes, deciden el candidato del Partido Demócrata. ¿Cómo podemos defender la democracia en nuestra nación si la ignoramos en nuestro propio partido? No puedo hacer eso. No haré eso.
No tengo ninguna duda de que yo, y nosotros, podemos y venceremos a Donald Trump. Podemos basarnos en nuestro récord histórico de éxitos para competir. Desde la creación de más de 15 millones de puestos de trabajo (incluidos 200.000 tan solo el mes pasado), el logro de mínimos históricos en materia de desempleo, la revitalización de la industria manufacturera estadounidense con 800 mil puestos de trabajo, la protección y ampliación de la atención médica asequible, la reconstrucción de carreteras, puentes, autopistas, sistemas de agua, puertos y aeropuertos de Estados Unidos; hasta vencer a las grandes farmacéuticas y reducir el costo de los medicamentos recetados, incluida la insulina de 35 dólares al mes para las personas mayores, brindar alivio de la deuda estudiantil a casi 5 millones de estadounidenses e impulsar una inversión histórica en la lucha contra el cambio climático.
Más importante aún, tenemos una visión económica sobre la que basarnos que supera ampliamente a Trump y a los republicanos MAGA. Ellos están del lado de los más ricos y las grandes corporaciones y nosotros estamos del lado de los trabajadores de Estados Unidos. No fue un hecho aislado que Trump se parara en Mar-A-Lago y le dijera a la industria petrolera que deberían darle mil millones de dólares y que él haría lo que quisieran.
De ese lado están Trump y los republicanos MAGA. Trump y los republicanos MAGA quieren otros 5 billones de dólares en recortes de impuestos para los ricos para qué puedan recortar el Seguro la Seguridad Social y Medicare.
Nunca dejaremos que eso suceda. Es una economía de goteo “trickle-down economics” en esteroides. Sabemos que la manera de construir la economía es desde el medio hacia afuera y desde abajo hacia arriba, no desde arriba hacia abajo.
Finalmente vamos a hacer que los ricos y las grandes corporaciones paguen lo que les corresponde en impuestos en este país. El partido MAGA también sigue decidido a derogar la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Costo, que podría dejar sin cobertura a 45 millones de estadounidenses. Tampoco dejaremos que eso suceda nunca.
Trump se hizo rico negando viviendas de alquiler a los afroamericanos. Tenemos un plan para construir 2 millones de nuevas viviendas en Estados Unidos. Quieren dejar que las grandes farmacéuticas vuelvan a cobrar todo lo que quieran. ¿Qué creen que pensarán las personas mayores de Estados Unidos cuando sepan que Trump y los republicanos MAGA quieren quitarles su insulina a 35 dólares, así como el límite de 2.000 dólares en los costos de bolsillo en los medicamentos recetados que los demócratas les acabamos de dar? ¿O qué creen que van a pensar las familias estadounidenses cuando se enteren de que Trump y los republicanos MAGA quieren imponerles un nuevo impuesto nacional a las ventas de 2.500 dólares sobre todos los productos importados que compren?
Somos nosotros quienes reducimos los costos para las familias, desde la atención médica, los medicamentos recetados, la deuda estudiantil y la vivienda. Somos nosotros quienes protegemos el Seguro Social y Medicare. Todo lo que proponen eleva los costos para la mayoría de los estadounidenses, excepto los recortes de impuestos paraque irán a parar a los ricos.
Estamos protegiendo las libertades de los estadounidenses. Trump y los republicanos MAGA se las están arrebatando. Por primera vez en la historia, ya le han arrebatado una de sus libertades fundamentales al pueblo estadounidense al anular Roe v. Wade.
Han decidido que los políticos deberían tomar esas decisiones, las más personales, que solo deberían ser tomadas por las mujeres junto a sus médicos y sus seres más cercanos. Ya han dicho que no se detendrán allí y que van tras mucho más, desde los métodos anticonceptivos hasta la fertilización in vitro y el derecho a casarse con quien amas. Y han dejado claro que prohibirán el aborto en todo el país. No permitiremos que nada de eso suceda.
He dejado claro que, si Kamala y yo somos reelegidos, y la nación elige una Cámara y un Senado demócratas, volveremos a hacer de Roe v. Wade la ley del país. Somos nosotros quienes traeremos una verdadera reforma a la Corte Suprema; Donald Trump y su mayoría quieren más de lo mismo por parte de la Corte y la oportunidad de aumentar la mayoría de extrema derecha que construyeron subvirtiendo las normas y principios del proceso de nominación y confirmación.
Y estamos defendiendo la democracia estadounidense. Después del 6 de enero, Trump ha demostrado que no es apto para ocupar el cargo de presidente. No podemos permitirle nunca más acercarse a esa oficina. Y nunca lo haremos.
Mis queridos demócratas, tenemos el historial, la visión y el compromiso fundamental con las libertades de Estados Unidos y nuestra democracia para ganar.
La pregunta de cómo avanzar se viene planteando desde hace más de una semana. Y es hora de que termine. Tenemos un trabajo. Y eso es vencer a Donald Trump. Tenemos 42 días para la Convención Demócrata y 119 días para las elecciones generales. Cualquier debilidad en nuestra resolución o falta de claridad sobre la tarea que tenemos por delante sólo ayuda a Trump y nos perjudica a nosotros. Es hora de unirnos, avanzar como un partido unificado y derrotar a Donald Trump.
Atentamente,
Joseph R. Biden Jr.
Presidente de Estados Unidos de América
