Con más de 83,000 seguidores en su cuenta de Instagram, el pastor Emilio Agüero Esgaib se ha ganado el apelativo de “El Pastor de la Copa América”.
“Yo soy un predicador y donde me lleven solamente tiene sentido mi estadía allí si es que hablo de Cristo, si no, es historia”, dijo en una reciente entrevista con Bryan Albariño.
Agüero es líder principal de la iglesia Más Que Vencedores, en Asunción, Paraguay, y el encargado de bendecir en español el inicio de la Copa América 2024 en Atlanta.
“Soy predicador, no soy conferencista, no soy coach; si me invitan como pastor, que me escuchen como pastor”, comentó, ante la polémica suscitada por su intervención en la mencionada inauguración.
Su mensaje se pronunció en Atlanta, cuna de Martin Luther King Jr., un héroe de los derechos civiles, además de pastor evangélico, en los Estados Unidos. Fue dirigido a una audiencia (seguidores y jugadores) compuesta mayoritariamente por personas originarias de buena parte de los países que componen América Latina y que son creyentes y practicantes, tal y como lo señala el Pew Research Center.
La iglesia –y por tanto su mensaje– hace tiempo que salió de los lugares tradicionales destinados al culto. Sobre todo la iglesia evangélica, que ha ido conquistando espacios no enfocados en principio al culto religioso.
No han faltado los detractores de la participación de un religioso y la proclamación de su mensaje (que fue fundamentalmente un mensaje de paz) en un torneo liderado por una organización, la FIFA, que se declara neutral tanto política como religiosamente en sus estatutos (artículo 15a).
Para el pastor Agüero, de lo que no hay duda es de que, mientras otro tipo de mensajes no suscitan polémica, “el mensaje de Cristo sigue vigente y ‘en el nombre de Jesús, ¡amén!’ no debiera causar mayor escándalo; pero dos mil años después, el Príncipe de Paz, sigue causando conmoción”.
En sus redes sociales (Facebook e Instagram), el pastor invita a todos a hablar de Cristo, a nombrarlo y a usar versículos bíblicos de sus palabras sin miedo, pero también previene “seamos claros, si quieres mantener tu reputación y ‘buen nombre’, y que nadie te critique, no lo hagas”.
Y predicando con el ejemplo, Agüero finaliza uno de sus posts en redes sociales posteriores a su intervención en el evento inaugural de la Copa América con un versículo con el que explica las consecuencias de no enarbolar la palabra de Cristo: “y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 10:33”.
En un mundo como es el del fútbol, en el que el análisis de datos y el aprendizaje automático se han incorporado como métodos para optimizar las estrategias, el “algoritmo” no previó la controversia que suscitaría el mensaje de Cristo en un campo de juego.