Nueva York. – La cúpula militar y el presidente estadounidense, Donald Trump, siguen ahondando en sus diferencias después de que el mandatario le acusara de querer contentar a los grandes contratistas militares con guerras y de que la élite castrense diera la espalda al republicano tras varias revelaciones sobre el desdén mostrado por los caídos en el campo de batalla.
Este lunes, Trump reconoció en rueda de prensa lo que en Washington es un secreto a voces: «No voy a decir que la (cúpula) militar esté enamorada de mí. Los soldados sí lo están, la gente en lo alto del Pentágono probablemente no porque solo quieren pelear en guerras y que todas esas maravillosas compañías fabriquen bombas y construyan aviones y que sigan felices».
En una declaración pública en respuesta a Trump que no suele darse en el discreto estamento militar, el jefe de gabinete del Ejército, el general James McConville, aseguró hoy en un evento digital que «los líderes militares solo recomendarían enviar tropas si así lo requiere la seguridad nacional y como último recurso».
La inusual denuncia de Trump llega después de que un artículo de la revista The Atlantic asegurara que en 2018 rechazó visitar el cementerio militar de Aisne-Marne, donde yacen los estadounidenses caídos en la batalla de Belleau Wood en la Primera Guerra Mundial, porque estaba lleno de «perdedores» y «fracasados».
En el camposanto en territorio francés, considerado sagrado por el Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos, descansan más de 2.000 estadounidenses que fallecieron en la campaña del verano de 1918 en el valle de Marne contra las tropas alemanas, muchos de ellos bajo lápidas sin nombre.
Trump ha negado reiteradamente que hiciera esas declaraciones, pero ningún miembro de peso del Pentágono o del estamento militar ha salido a defenderle públicamente por unas declaraciones que han confirmado fuentes que estuvieron en lo más alto de la Administración Trump al Washigton Post, CNN y Fox News.
TRUMP, SIN APOYOS
El silencio más atronador es el del exjefe de gabinete de Trump y general de cuatro estrellas retirado John Kelly, que no ha salido a desmentir las revelaciones sobre el presidente pese a que lo acompañó en ese viaje a Francia en 2018 y fue hombre de confianza del mandatario durante los primeros tres años de mandato.
La visita al cementerio militar fue cancelada oficialmente porque el helicóptero en el que se desplazaba el presidente no podía aterrizar en las condiciones atmosféricas presentes, mientras que el artículo de The Atlantic afirma que Trump estaba más preocupado de que la lluvia y el viento le estropearan el pelo.
Por el momento, el exasesor de seguridad nacional John Bolton, que recientemente publicó un libro crítico con el mandatario, y un asistente de Kelly, Zach Fuentes, son las voces con más autoridad que han negado haber escuchado al presidente haber tratado de manera tan irrespetuosa a los caídos en la I Guerra Mundial.
Trump se ha defendido asegurando que él ha mostrado su preferencia por los militares aumentando presupuestos en defensa y con la creencia de que los rangos más rasos le apoyan y votan por él, algo que en todo caso no haría más que poner evidencia la corrosión de la autoridad y la jerarquía militar en un momento de alta polaridad política en el país.
Las revelaciones sobre las declaraciones de Trump, que en público dijo que el fallecido senador republicano John McCain, prisionero de guerra de los norvietnamitas, era un «perdedor» por dejarse capturar, caen en plena recta final de la campaña y ya están sirviendo para atacar en anuncios electorales al presidente.
EL VOTO MILITAR
Pese a que tradicionalmente las familias militares se declaran en un 55 % conservadoras, una encuesta del mes pasado del diario Military Times aseguraba que el republicano está perdiendo terreno entre los uniformados, con solo 37,4 % que se inclina por votar por él y 41,3 % que prefiere al candidato demócrata Joe Biden.
En Arizona, un estado que será clave en las elecciones del 3 de noviembre, hasta una décima parte de la población adulta sirve en las Fuerzas Armadas.
Esta campaña electoral sigue deslizándose a nuevos mínimos en cuanto al discurso y debate por el que transita, incluso cuando Trump se hace eco de preocupaciones sobre el tamaño y motivaciones del llamado «complejo industrial militar de defensa» que están en el corazón mismo del Estados Unidos que surgió de la II Guerra Mundial.
El vicealmirante John Kirby, quien fuera portavoz del Pentágono, mostró el abismal contraste este lunes en Twitter al compartir una frase en la que el presidente y exgeneral de cinco estrellas Dwight Eisenhower (1890-1969) alertaba sobre el peligro de excederse en el peso de la defensa: «Cada arma que se fabrica, cada acorazado que se bota, cada cohete que se lanza, significa en el sentido último el robo a aquel que pasa hambre, que no tiene sustento, aquel que pasa frío y no tiene cobijo».