Po:r Jorge J. Muñiz Ortiz
San Juan, Puerto Rico.– El luchador de origen puertorriqueño Sebastián Rivera, subcampeón mundial en los 65 kilos, solo tiene una meta en los Juegos Olímpicos de París 2024: ganar, en la que podría ser, según le dijo a la agencia EFE, la única oportunidad olímpica en su vida.
«Es todo o nada», aseguró Rivera, de 25 años y cuarto en el ránking mundial en su categoría, según la Federación Internacional de Luchas Asociadas, sobre su objetivo en su debut olímpico.
En la capital francesa, Rivera -nacido y criado en el estado de Nueva Jersey (EE. UU.), pero nieto de puertorriqueños- será uno de 16 luchadores de su categoría que disputarán la medalla de oro.
«Yo espero ganar ¿Para qué entonces voy a ir?», comentó Rivera, que intentará sumar la segunda medalla olímpica de Puerto Rico en dicho deporte, después de la de Jaime Espinal en Londres 2012.
Indeciso sobre su futuro
París 2024 podría ser la primera y única vez que compita en unos Juegos Olímpicos, según admitió Rivera, quien planea retirarse después de tantos años recibiendo castigo.
«No sé si vuelva a pelear después de estos Juegos. Mi cuerpo ha sido demasiado golpe. Decidiré si continuaré después de París… También quisiera ser técnico», adelantó sobre sus planes futuros.
El deportista boricua ha sido operado ocho veces del menisco y ha sufrido lesiones en uno de sus codos y muñecas: «Me he castigado bastante», reconoció.
Junto a Rivera, compiten en París 2024 otros tres luchadores boricuas: Darian Cruz (57 kilos), Ethan Ramos (86 kilos) y Jonovan Smith (125 kilos).
Rivera, quien se colgó la medalla de plata en el Mundial de Lucha de 2023 en su división de los 65 kilos, comenzó en dicho deporte de contacto siendo un niño de entre 3 y 5 años de edad, cuando residía en Jackson, Nueva Jersey.
Fue su padre, Stephen Rivera, un excampeón de lucha del estado de Nueva Jersey y colegial de División 3, quien lo guió a prepararse y desarrollarse como uno de los principales luchadores de EE. UU. en su club Elite Wrestling.
Por su gran preparación atlética en la lucha, Rivera compitió por cuatro años con la Universidad de Northwestern y luego dos en la de Rutgers.
Un gran palmarés representando a Puerto Rico
No fue hasta el año 2020 que empezó a representar a Puerto Rico, cuando debutó con el equipo caribeño en el Mundial de ese año.
«Siempre fue un sueño y una gran oportunidad representar a Puerto Rico», aseveró.
Rivera siguió entrenando y compitiendo hasta ubicarse entre los primeros cinco luchadores del mundo. Dio su mejor demostración en el Mundial de 2023, cuando terminó subcampeón de su división de 65 kilos, lo que le valió su clasificación a París.
Además de esa gran gesta, Rivera también ganó plata en el Campeonato Panamericano de 2022 y llegó quinto en el Mundial de ese mismo año.
En el 2023, ganó bronce en el Campeonato Panamericano y fue medallista de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador.
Rivera, quien en algún momento llegó a estar primero en el ránking mundial de su división, tenía planificado competir en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, pero una lesión en su rodilla evitó su participación.
Ahora, ya limpio de cualquier lesión, Rivera está «listo y emocionado» de tirarse al colchón en París para intentar darle a Puerto Rico su segunda medalla olímpica en lucha, un deporte que sigue progresando en el territorio caribeño.