La senadora Ana Irma Rivera Lassén se postuló por el Movimiento Victoria Ciudadana para competir en las elecciones del próximo 5 de noviembre y poder convertirse en la nueva comisionada residente en Washington.
El pasado martes 3 de septiembre la senadora Ana Irma Rivera tuvo un encuentro con la diáspora boricua en Taller Puertorriqueño.
Al día siguiente compartió en las instalaciones de Esperanza con alumnos de su academia y maestros, incluyendo algunos contactos desde la isla. También estuvieron presentes en el conversatorio diversos representantes de la comunidad principalmente boricua, y le manifestaron sus preocupaciones. En especial salió a relucir la demanda de que LUMA sea sustituida, por sus reiterados fracasos en asegurar la energía para todos los habitantes de la isla; con todo lo que la falta de estabilidad energética representa para los hogares, la salud y la educación.
La senadora visitó Filadelfia para movilizar a los votantes en Puerto Rico y en la diáspora; para motivarlos a que unos voten y otros se involucren desde el continente, llamando a sus familiares y amigos, y les expliquen la importancia de la Alianza.
Rivera se postuló por el Movimiento Victoria Ciudadana para competir en las elecciones del próximo 5 de noviembre y poder convertirse en la nueva comisionada residente en Washington.
El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) presentaron cientos de candidaturas que formarán parte de la Alianza de País.
La senadora por Acumulación, (es decir, que representa a todo Puerto Rico), quiere trabajar para que todos los puertorriqueños, fuera y dentro de la isla tomen decisiones informadas sobre su futuro en el proceso de descolonización.
Ana Irma Rivera Lassén es una de las portavoces de la Concertación Puertorriqueña contra la Junta de Control Fiscal, y fue cofundadora y presidenta del partido político Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) creado en 2019.
Su primera participación fue en las elecciones generales del 2020, con una plataforma anticolonialista, proponiendo una asamblea constituyente con el fin de iniciar la descolonización de Puerto Rico. Logró sacar 4 legisladores; dos a la Cámara de Representantes y dos al Senado y, además, obtuvo 25 Legisladores Municipales en diferentes ciudades.
Desde el Senado, Rivera Lassén ha logrado presentar y aprobar una serie de iniciativas antirracistas que marcan un nuevo paso en la historia de su compromiso con la erradicación del racismo, igual que la aprobación de medidas para la reparación de la memoria histórica sobre las aportaciones de los puertorriqueños afrodescendientes.
Su programa establece que el MVC fue fundado «para atender tres deberes urgentes de nuestro tiempo»: combatir la corrupción y restaurar las instituciones gubernamentales de Puerto Rico; promover la reconstrucción social, económica y fiscal; y liderar la descolonización del país. Para esto último se propone una asamblea constitucional con un proceso vinculante. Entre las alternativas que se contemplarían dentro de la asamblea está la estadidad, la independencia, o la libre asociación con los Estados Unidos.
Al final de su cuatrienio, la senadora aspira a ser comisionada residente en Washington. “Es un puesto que tiene que ver con la voz de Puerto Rico en el Congreso. No es un congresista como tal, porque no tiene voto; pero es la voz de la Isla en el Congreso, es el espacio que le dio Estados Unidos a la gente de Puerto Rico”.
La senadora quiere recuperar ese espacio para que lo apropien los intereses de todos los puertorriqueños y no solo representen a un grupo con una sola ideología. Explicó que las diferentes alternativas al estatus actual del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, no tienen una explicación de en qué consistirían en sus particulares ni cuál sería su relación vinculante con los Estados Unidos, y que en sus prioridades esta que se trabaje sobre de ello para que los puertorriqueños tomen una decisión informada sobre su futuro descolonizado.
La jurista explica la importancia de la definición del estatus para Puerto Rico, país que le pertenece a EE. UU. pero que, a la vez, no es parte; que paga directamente impuestos federales y es uno de los mercados más grandes que tiene la nación, pero que no tiene correspondencia. Insiste en que es el pueblo de Puerto Rico el que tiene que definir su estatus con la información clara de las implicaciones de cada alternativa.
Ante los micrófonos de Impacto, antes de su regreso a casa, dijo que fue una experiencia maravillosa, que recibió mucho apoyo y amor, y que tuvo muchas conversaciones valiosas.
En especial dijo que le gustó mucho todo lo que están haciendo en Taller Puertorriqueño, y la oportunidad de poder reunirse con los jóvenes, un grupo de edad que suele estar entre sus principales partidarios.
La senadora, activista de larga data, expresó que estaba muy satisfecha. “Me llevo una reafirmación más fuerte de que hablar de Puerto Rico es hablar también de la diáspora, y que es sin duda uno de los aciertos de la campaña que desde muy temprano tuvimos, de que íbamos a Washington no solo para hablar de las islas de Puerto Rico, sino de hablar también de la diáspora como una sola nación”.