Imam Brown, el asesino del bodeguero dominicano Irany Herrera, fue condenado el 13 de septiembre en la sala 507 del Tribunal de Primera Instancia de Filadelfia a una pena de entre 25 y 40 años por homicidio en tercer grado.
La jueza Barbara McDermott consideró las guías de sentencia, los antecedentes penales, el informe de salud mental e historial de vida, el impacto en la comunidad y que el acusado admitió su culpabilidad sin negociación de sentencia.
Lynn González, la nuera de Irany Herrera, Jaylin González su nieta, y su viuda Marisol Rivera-Herrera dieron su declaración, que causó gran impacto, y pidieron justicia para su ser querido. Así mismo lo hizo Frank Rosario, director de participación comunitaria de la Asociación de Bodegueros Dominicanos (DGA) de la ciudad.
“La angustia que sentimos es abrumadora, y es sumamente frustrante que la violencia continúe usando como blanco a individuos trabajadores, que sirven como la columna vertebral económica de nuestros vecindarios.
La muerte sin sentido de Irany ha dejado un vacío difícil de llenar, no solo en nuestras vidas, sino también en el tejido social de nuestra comunidad de bodegueros, donde nuestras tiendas son más que negocios, son la fuente de sustento para aquéllos alrededor nuestro”.
La sentencia no fue lo que esperaba la familia ni los comerciantes, como afirmaron en entrevista con la reportera de Telemundo 62 a la salida del edificio de justicia penal. La jueza McDermott explicó durante la audiencia que consultó las guías de sentencia, las cuales recomiendan un rango de sentencia mínima basada en la gravedad del delito, así como en el historial de delincuencia del acusado.
Si el cargo hubiera sido homicidio en primer grado con premeditación y la intención de matar, la sentencia hubiera podido ser cadena perpetua o pena de muerte. Pero como la acusación contra Imam Brown fue de homicidio en tercer grado, el más bajo, sin premeditación ni intención de matar, el castigo no fue tan severo como esperaba la familia y sus amistades.
La magistrada tomó en cuenta que el homicidio ocurrió en plena luz del día, en la vía pública y en la presencia de un niño de 4 años, el hijo del dueño de la tienda, quien estaba cerca de las personas presentes durante la confrontación fuera de la tienda. Por eso dictó la sentencia en el rango estándar de las guías de condena estatales.
El caso
El hecho ocurrió el 28 de septiembre de 2023 en el establecimiento Emely Mini Market, ubicado en la cuadra 800 de Granite Street. Irany Herrera, de 47 años, murió como consecuencia de una discusión entre el dueño de la tienda y un cliente que quería comprar cigarrillos sin identificación. Al parecer, Herrera intervino en la disputa y recibió varios tiros, que lo mantuvieron hospitalizado durante 13 días hasta que falleció el 11 de octubre.
Imágenes de la cámara de vigilancia del establecimiento mostraron como el acusado, Imam Brown, entró a comprar cigarrillos sin presentar identificación. Testigos le dijeron a la policía que Brown le exigió al bodeguero venderle tabaco, a lo que el comerciante se negó por estar prohibido por ley a menores de 21. Tuvo una discusión con el dueño de la tienda y fue escoltado a la puerta. El acusado salió de la bodega, pero un poco después regresó armado, sostuvo una nueva discusión con Herrera, y fue allí cuando Brawn le disparó, dejándolo baleado en el costado izquierdo. De allí fue transportado al Centro Médico Albert Einstein, donde murió el 11 de octubre, 13 días después de ser ingresado. Brown fue capturado el 6 de diciembre y acusado de cargos por asesinato y delitos relacionados.
Más de 32 miembros de la Asociación de Bodegueros, así como familiares y amigos estuvieron presentes desde las nueve de la mañana en la audiencia de condena, y esperaron con paciencia hasta la una de la tarde, cuando se atendió el caso, debido a que el acusado, Imam Brown, fue el último en ser transportado desde la prisión al edificio de justicia penal con el fin de recibir la sentencia.