Suicidio

El Proyecto de Ley de Suicidio Asistido (también conocido como Ley de Eutanasia), aprobado en junio por las Cámaras de Delaware ha sido vetado por el gobernador del estado, John Carney el pasado 20 de septiembre, después de tres meses de espera tras su aprobación. 

La propuesta de ley cuya identificación completa es Proyecto de Ley de Opciones al Final de la Vida Ron Silverio/Heather Block (HB 140) fue patrocinada por el representante estatal Paul Baumbach (D–Newark). Para su aplicación es obligatorio: tener una expectativa de vida inferior a seis meses, que un profesional médico designado confirme que el paciente que busca terminar con su vida tome una decisión informada, racional y voluntaria y finalmente, obtener y autoadministrarse una dosis letal de un medicamento recetado.

Carney ha fundamentado su veto en el escaso margen por el que este proyecto de ley fue aprobado en ambas Cámaras (21 votos a favor frente a 16 en contra en la Casa de Representantes y 11 frente a 10 en el Senado) y en sus convicciones personales que le llevan a estar “moralmente en contra” de permitir que alguien acabe con su vida.

En el comunicado emitido después de su veto, Carney señaló que: “Durante los últimos años, he escuchado a legisladores, defensores y electores que se han comunicado conmigo y mi equipo para compartir sus puntos de vista”.

“También seguí la acción de la Asamblea General de Delaware, donde esta legislación fue aprobada por solo un voto (…) Aprecio la consideración cuidadosa de la legislación y reconozco que los patrocinadores del proyecto de ley hicieron concesiones en un intento de limitar el abuso y proteger a los pacientes vulnerables. Todavía no creo que se haya alcanzado un consenso firme sobre lo que es un tema muy difícil, en Delaware o a nivel nacional… Y aunque entiendo que no todos comparten mis puntos de vista, me opongo fundamental y moralmente a la ley estatal que permite a alguien, incluso en circunstancias trágicas y dolorosas, quitarse la vida”.

El proyecto de ley contó con grupos y personas a favor y en contra.

“Creemos que el proyecto de ley permite a las personas moribundas tener tranquilidad y comodidad en un lugar de su elección durante un momento difícil”, apuntaba el comunicado de la Coalición de Enfermeras Practicantes de Delaware (Delaware Coalition of Nurse Practitioners).

“Muchos profesionales de enfermería creen que este tratamiento respeta a los pacientes al permitirles afirmar sus valores y prioridades a medida que se acerca la muerte”.

Antes de la decisión del gobernador, el obispo William E. Koenig pidió a todos los fieles “rezar para que se vetase la norma” y que contactasen a la Oficina del Gobernador para hacerle ver la realidad de los hechos y proteger así a “los ancianos, enfermos y discapacitados”.

La Asociación Médica Estadounidense (American Medical Association) se opone a que los médicos faciliten el suicidio, afirmando que “El suicidio asistido por un médico es fundamentalmente incompatible con el papel del médico como sanador, sería difícil o imposible de controlar y plantearía graves riesgos sociales. En lugar de recurrir al suicidio asistido, los médicos deben responder agresivamente a las necesidades de los pacientes al final de la vida”.

El representante estatal Rich Collins (R–Millsboro), que fue agente de seguros durante 37 años expresó su oposición al proyecto basado en sus experiencias “Tuve situaciones durante mi carrera en las que… por causa del dinero los hijos de una persona mayor dejaron claro que preferían que sus padres se ‘fueran’. Tengo muchas preocupaciones sobre los motivos de algunas personas”.

Para Collins las personas mayores podrían verse obligadas a terminar prematuramente con sus vidas.

El patrocinador del proyecto representante Baumbach se retirará próximamente, por lo que con su partida y a la vista del escaso apoyo de esta propuesta, en principio el futuro de que este proyecto de ley vuelva a presentarse es incierto.

Tras el anuncio de Carney, el obispo Koenig agradeció al gobernador “Por vetar el Proyecto de Ley 140” y “a los miles de católicos y otras personas de buena voluntad que ayudaron con sus oraciones y esfuerzos”.

Actualmente, diez estados permiten el suicidio médicamente asistido por ley o decisión judicial: Oregón, Washington, Vermont, California, Colorado, Hawái, Nueva Jersey, Maine, Montana y Nuevo México. En once estados (Arizona, Florida, Indiana, Iowa, Kentucky, Maryland, Minnesota, Missouri, New Hampshire, Tennessee y Wisconsin), la eutanasia ha sido rechazada.

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