Ballet
Presentación del Ballet Hispánico en el Festival Americano de Danza. [Foto: Cortesía Ben McKeown].

En el Mes de la Herencia Hispana, el Ballet Hispánico de Nueva York, reconocido como Tesoro Cultural de las Américas en EE. UU. busca transmitir no solo cultura sino también innovación.

La herencia hispana a través de la danza no solo es folclore sino también arte e innovación. Así es como el Ballet Hispánico de Nueva York define el trabajo que desarrolla como compañía, cuya misión es dar voz y presencia a los artistas latinoamericanos en Estados Unidos.

«Nosotros los latinos tenemos una música, tenemos un baile que no sólo somos folclore sino es algo que está en nuestros corazones. Y eso es lo importante de nuestra misión, seguir la conversación de la diversidad que se encuentra en la latinidad», dijo a la Voz de América Eduardo Vilaro, director artístico y presidente ejecutivo del Ballet Hispánico.

En el marco de las celebraciones por el Mes de la Herencia Hispana, el Ballet Hispánico visita el norte de Virginia no solo para mostrar su arte sino también continuar con la labor que lo mantiene en pie desde hace 55 años: romper estereotipos y crear oportunidades para los estudiantes y jóvenes talentos hispanos en el mundo de la danza.

«Nuestra misión es ayudar a nuestros estudiantes de danza a través de becas para que puedan desarrollar una carrera artística, pero también darles voz a nuestras culturas porque no somos una, somo muchas y a través de las voces de los coreógrafos y coreógrafas lo demostramos», señaló Eduardo Vilaro.

Desde su fundación, allá por los años 1970, por la reconocida bailarina y coreógrafa Tina Ramírez, el Ballet Hispánico de Nueva York ha sentado sus bases en la importancia de romper los estereotipos de lo que representa ser latino en Estados Unidos. “Hemos cumplido 55 años y seguimos en la misma lucha porque todavía tenemos inmigrantes que necesitan esa voz y el apoyo para difundir su arte”, afirma el director artístico.

Como parte del reconocimiento a su arduo trabajo en el mundo de las artes, la fundación Ford designó al Ballet Hispánico de Nueva York «Tesoro Cultural de América», en septiembre de 2020 por su «legado en 50 años vida como organización cultural transformadora para audiencias, familias y comunidades de todo nuestro país», se lee en el anuncio del premio.

Ballet Hispánico recorre el mundo

El Ballet Hispánico de Nueva York se ha convertido en un embajador de la comunidad hispana a nivel mundial. La compañía ha presentado sus coreografías a más de 2,5 millones de personas en tres continentes y recientemente ha llevado sus propuestas artísticas a Colombia, México, Puerto Rico y al Oriente Medio.

«Con esta compañía hemos tenido la oportunidad de integrar y mostrar lo que es la latinidad y el orgullo de lo nuestro por el mundo entero», afirma el director artístico.

Pero al mismo tiempo, señala que ha ha sido un gran desafío, especialmente cuando les toca mostrar su arte frente a un público culturalmente diferente como fue el caso en su reciente presentación en Abu Dhabi y Dubai.

«El público en Oriente Medio tiene sus costumbres muy diferentes a las nuestras, por nuestros movimientos y bailes, pero debemos respetar. A pesar de ello, nuestro espectáculo fue muy bien recibido, les gustó mucho porque vieron la esencia de lo que es nuestra sensualidad que no es ni sexual ni vulgar, es una esencia que viene de la fusión de las diásporas de las diferentes culturas que llevamos en nuestros cuerpos», comparte Eduardo Vilaro.

Educar y bailar

Como parte de su programa por el Mes de la Herencia Hispana, el Ballet Hispánico no sólo presentará un único espectáculo el sábado 5 de octubre en el Centro para las Artes de la Universidad George Mason sino también ha sido invitado por la casa de estudios para impartir talleres y compartir charlas interactivas con los estudiantes.

«Estamos entusiasmados de tener de regreso al Ballet Hispánico en nuestra comunidad para ayudarnos a celebrar la música latina, cultura a través de la danza y actividades de enriquecimiento cultural”, dijo Víctor Adebusola, Gerente de participación en el Centro de las Artes de la Universidad George Mason.

En esta oportunidad el repertorio del Ballet Hispánico promete ser muy variado con coreografías «del pasado y el presente. Con todo lo que nos gusta de nuestra cultura y nos une tradicionalmente», describió a la VOA el director artístico del Ballet Hispánico.

De esta manera presentarán una coreografía del coreógrafo venezolano Vicente Debrada, se une también «Sombrerísimo» de Annabelle López Ochoa, inspirada en el mundo surrealista del pintor belga René Magritte.

«Buscando a Juan» por Eduardo Vilaro, inspirado en la vida de Juan de Pareja, el pintor afrohispano que fue esclavizado en el estudio del pintor español Diego Velázquez durante más de dos décadas antes de convertirse en un artista por derecho propio y «Club Havana» de Pedro Ruíz, que transporta al público a través de la cultura cubana clásica con los embriagadores ritmos de conga, rumba, mambo y cha-cha-chá.

A través de estas danzas, el Ballet Hispánico promete mostrar «una sensualidad y amor de vida que llevamos muy adentro y que nos permite sobrevivir no solo en nuestros países sino también a lo lejos. Es un lenguaje que invita a todos a unirnos que para mí es algo muy lindo y que me da las fuerzas para levantarme cada día y seguir con nuestra misión de enseñarles a nuestros jóvenes lo que es nuestra latinidad», finalizó el director artístico del Ballet Hispánico, Eduardo Vilaro.

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