Los actos unieron a varios clubes de Jeeps ante la pérdida de uno de los suyos
El pasado sábado, 12 de octubre, la comunidad del norte de Filadelfia se unió para rendir homenaje a don Ángel Santos Rosa, miembro del Rumberos Jeep Club, quien falleció el 5 de octubre de 2024. La ceremonia comenzó en el Cardinal Bevilacqua Community Center, ubicado entre Lehigh y Kensington, donde miembros del club y del American Legion Post 840 marcharon en su honor. Luego, una escolta de más de 30 Jeeps recorrió el trayecto hasta la funeraria Compagnola, cerca de las calles 5 y Cayuga, en muestra del profundo respeto y cariño que todos sentían por don Ángel.
El lunes, una caravana de 12 Jeeps acompañó sus restos al centro de cremación, donde fue despedido en un emotivo acto lleno de amor y gratitud. Estos gestos reflejaron el impacto que don Ángel dejó en la vida de sus familiares y amigos del club Rumberos.
Antes de su fallecimiento, don Ángel había sido un miembro activo del Rumberos Jeep Club durante tres años. Su compañera del club, Maribel Oquendo, presidenta del grupo, comentó: «Don Ángel, como lo llamábamos con cariño, será extrañado por muchas personas, ya que fue un gran ser humano, esposo, padre y amigo». Su puntualidad y su constante deseo de ayudar a la comunidad lo convirtieron en una figura respetada y querida.
Don Ángel nació en Quebradillas, Puerto Rico, el 27 de junio de 1960. Sirvió en el Ejército de Estados Unidos durante tres años y dedicó 20 años de su vida al servicio como policía en Puerto Rico. Más tarde se mudó a Filadelfia, donde continuó su legado de servicio a través de su participación en el club Rumberos.
Le sobreviven su esposa, María Rivera Rodríguez, y su hijo, Ángel Rosa Jr. «Su risa iluminaba cualquier habitación y dejó una huella profunda en todos los que lo conocieron», se lee en su obituario.
Impacto extiende sus sentidas condolencias a sus seres queridos. Que en paz descanse.
