Por 12º año se celebró el Día de Muertos en el Fleisher Art Memorial de Filadelfia, el 2 de noviembre.
El evento honra la costumbre hispana de celebrar las vidas de los seres queridos fallecidos, mientras explora nuevos aspectos de esta tradición.
Este año “La Calaca Flaca” (comité responsable de esta celebración anual patrocinada por Fleisher) invitó a la artista ecuatoriana Joaquina Cuba a liderar la instalación de La Ofrenda en el espacio del santuario de Fleisher.
La Ofrenda destaca este año la fauna mexicana en las celebraciones del Día de Muertos y en particular cuatro animales: el colibrí, la mariposa Monarca, el perro Xolo y el ajolote.
Todos estos animales tienen vinculaciones con el mundo de los muertos.
Los colibríes son mensajeros entre mundos y guías espirituales, mientras que las mariposas Monarca realizan cada año una migración fija de Canadá–noreste de Estados Unidos a México. Guiadas por la luz del sol, llegan justo a tiempo para recordarnos las celebraciones del Día de los Muertos. De color anaranjado, casi el mismo de la flor cempasúchil representan las almas de los fallecidos que regresan a visitarnos todos los años.
El xoloitzcuintle, o simplemente xolo, es un perro mexicano sin pelo, que es guía espiritual o acompañante de los muertos en el viaje al inframundo o Mictlán. Finalmente, el atlxólotl o ajolote es un pequeño anfibio de los lagos del Valle de México. Es la advocación del dios azteca Xólotl, el dios del fuego y el rayo, que era el hermano gemelo de Quetzalcoatl. Según la leyenda, este dios se convirtió en un ajolote para evitar ser sacrificado.
Después de una procesión en el sur de Filadelfia que finalizó en el Fleisher, se llevó a cabo una celebración que incluyó danza azteca, música, baile, comida y vendedores quedando abierto al público el santuario que permanecerá abierto hasta el día 9 de este mes de noviembre.