“Todas las generaciones anteriores se han visto obligadas a superar obstáculos aparentemente imposibles, obstáculos mucho mayores que los que afrontamos ahora. Y no creo que seamos la primera generación de estadounidenses que renuncie a la promesa de este país”, dijo Sarah McBride, primera política abiertamente transgénero elegida para el Congreso en el programa The View, días después de las elecciones.
La demócrata McBride se siente orgullosa “de la política y la campaña inclusiva que llevó a cabo”.
Nacida y crecida en Delaware, ha venido desempeñándose como senadora del distrito 1 representando a unos 50,000 habitantes. Ahora, sustituirá como representante en DC a la también demócrata Lisa Blunt-Rochester (elegida senadora de los Estados Unidos).
McBride ha superado “obstáculos imposibles” en su vida. El primero fue asumir su verdad. “Salió del armario” ante su familia y los estudiantes de la American University, donde fue presidenta del cuerpo estudiantil, a través de un post de Facebook que se hizo viral.
A continuación, se convirtió en la primera persona abiertamente trans, becaria en la Casa Blanca.
En 2015, Jill Biden compartió en un discurso su historia. “Creemos que los jóvenes deben ser valorados por lo que son, sin importar su apariencia, de dónde sean, el género con el que se identifiquen o a quién amen”, dijo la entonces segunda dama.
McBride trabajó para el exgobernador de Delaware Jack Markell y para el difunto fiscal general del Primer Estado Beau Biden. En 2016 fue la primera persona trans que habló en una convención política nacional. Cuatro años después volvió a ser “primera” al ser elegida senadora estatal.
Elogiada tanto por Joe Biden como por Kamala Harris, el presidente prologó su libro de memorias “Tomorrow Will Be Different” (“El mañana será diferente”) diciendo “Si estás viviendo tu propia lucha interna, este libro puede ayudarte a encontrar una forma de vivir auténtica, plena y libre… Que demuestre que todos somos creados iguales y tenemos derecho a ser tratados con dignidad y respeto”. Harris destaca “la energía y el vigor que Sarah ha aportado a la lucha por la igualdad” algo que para la vicepresidenta “está siempre presente en este libro”.
En su análisis acerca de su histórica elección en The View señaló estar “muy orgullosa de que el martes por la noche Delaware haya enviado el mensaje a nuestra nación de que nuestra democracia es y puede ser lo suficientemente grande para todos nosotros».
Añadió que fue “una noche de emociones mezcladas”, pero “estoy llena de gratitud hacia los cientos de miles de delawarenses que acudieron a votar y me confiaron la responsabilidad de representarles a ellos y al estado que amo en el Congreso demostrando que en nuestro estado de vecinos juzgamos a los candidatos en función de sus ideas y no de sus identidades”.
Preguntada por sus prioridades en el Congreso señaló estar “decidida a ir a DC a defender nuestro estado, Delaware y nuestra democracia”.
Añadió que sus prioridades continuarán siendo las mismas que como senadora estatal (donde reunió a demócratas y republicanos para que aprobasen entre otras la Ley de Familias Saludables), enfocándose en reducir los costes que afrontan los trabajadores, los jubilados y sus familias, construyendo un gobierno que cumpla “independientemente de quién seas, con quién vivas o por quién votes” y que presionará “cada vez que la administración de Trump y Vance intente implementar el Proyecto Agenda 2025” y colaborará “con cualquiera que esté dispuesto a trabajar conmigo para reducir los costos que afrontan las familias y hacer que el cuidado infantil, la vivienda, la atención médica y reproductiva estén disponibles y sean asequibles para los estadounidenses”.
Acerca de los resultados electorales, cree que hay una desconexión entre políticos y electores. “Este momento, como gran parte de la historia de este país, es una historia dual de dolor y progreso». “Creo que hay una crisis de esperanza”.
Aunque para ella “las políticas demócratas son populares en este país” y está convencida de que Harris corrió una gran campaña, piensa que “hay mucha gente que siente que el gobierno no los respeta, que los políticos no los respetan”. Algo en lo que afirma todos deberán trabajar.
Con su trayectoria McBride está cambiando la forma en la que se ve la identidad y la igualdad en Estados Unidos. Tal y como señala en sus memorias: “Nunca debemos ser un país que diga que solo hay una manera de amar, una manera de mirar y una manera de vivir”. Ella siente que “el país aún está entrando en una conversación sobre las personas trans y nuestros derechos y dignidad. Tenemos que seguir teniendo esta conversación como país”, pero afirma contundente “No me presenté para ser portavoz de un movimiento. Quiero ser una voz para los delawarenses”.