Creado en 1999, el G20 agrupa a 19 países y a dos organismos regionales: la Unión Africana y la Unión Europea. Sus miembros representan alrededor del 85 % del PIB mundial y más del 75 % del comercio mundial.
La cumbre de los 20 líderes en Río de Janeiro se llevó a cabo apenas dos días después de la celebración en Lima del Foro Económico de Cooperación Económica Asia Pacifico, en el que coincidieron también los presidentes de Estados Unidos José Biden y de China Xi Jinping.
Xi inauguró en Lima el Puerto de Chancay, una estructura de 1.500 metros, cuya construcción fue financiada en buena medida por capitales chinos. Esa terminal marítima «capitalizará la mitad del comercio internacional entre China y América»
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva lleva meses hablando del tema en diferentes foros internacionales: aplicar un impuesto de 2 % a 3.000 multimillonarios para financiar la lucha contra el hambre, y lo tuvo en la agenda de la cumbre de líderes de países del G20.
Con ese plan se podrían recaudar entre 200.000 y 250.000 millones de dólares.
Cambio Climático y desigualdad
Con la consigna de «Construir un mundo justo y un planeta sostenible», se reunió este año el grupo de países del G20, con una agenda que incluye la firma de compromisos para luchar contra la crisis climática.
Biden aprovechó los eventos del último día en la reunión del Grupo de los 20 para anunciar cientos de millones de dólares en nuevos proyectos de clima y desarrollo y subrayar su compromiso para mitigar el impacto de los combustibles fósiles dañinos para el clima.
Sin embargo, el llamado a los líderes de las principales economías del mundo estuvo ensombrecido por la realidad de que muchas de sus últimas propuestas probablemente serían bloqueadas —y las iniciativas climáticas anteriores revertidas— bajo el presidente electo Donald.
Biden insistió en que correspondía a los líderes presentes enfrentar la crisis existencial.
Es crítico que los países en desarrollo tengan “suficiente munición y acceso al capital” para combatir el cambio climático y protegerse de sus efectos, dijo Biden a los jefes de gobierno en una sesión de trabajo.
“Necesitamos continuar dando espacio para respirar a los países que están agobiados por la deuda”, agregó Biden, y dijo: “Nosotros, como líderes, necesitamos encontrar maneras de canalizar dinero hacia sus economías”.
Su administración utilizó un evento en la cumbre organizado por Gran Bretaña y Brasil para lanzar una nueva contribución de 325 millones de dólares al Banco Mundial para ayudar a los países en desarrollo a alejarse de los combustibles fósiles dañinos para el clima.
Trump, presidente electo ha calificado la crisis climática de “embuste” y ha señalizado planes para retirarse del acuerdo climático de París, como lo hizo en su primer mandato.
Trump hizo campaña para presidente con el lema de “perforar, perforar”. Ha prometido desatar aún más la producción de petróleo y gas de Estados Unidos, ya en máximos históricos.
Gaza, Ucrania y la ONU fueron parte del debate
La cumbre concluyó el martes una declaración conjunta que incluyó un pacto para combatir el hambre, la petición de más ayuda para Gaza y el fin de la guerra en Ucrania.
La discusión del último día de la cumbre giró en torno a los desafíos ambientales, la transición energética y el desarrollo sostenible.
“El G20 es responsable del 80 % de las emisiones de efecto invernadero”, afirmó Lula. “Aunque no caminemos a la misma velocidad, todos podemos dar un paso más”, siguió.
Lula subrayó la “urgente necesidad” de que los países del G20 “adopten objetivos absolutos de reducción de emisiones para garantizar un futuro sostenible” a las próximas generaciones.
Además de una contribución de 325 millones de dólares para el fondo de tecnología limpia del Banco Mundial, el presidente estadounidense Joe Biden ha anunciado una serie de iniciativas relacionadas con el clima y el desarrollo. Pero muchos de ellos requerirían la aceptación de Trump, quien se opone a tales proyectos y ha calificado la crisis climática de “engaño”.
Casi todas las discusiones entre los líderes se dieron a puerta cerrada.
El conflicto ucraniano volvió a la mesa, luego de que el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, prometió que su país dará una respuesta acorde a los recientes disparos de misiles estadounidenses de largo alcance desde Ucrania hacia Rusia.
Los misiles “son operados por expertos militares de Estados Unidos», declaró Lavrov en Río, considerando además que «se trata de una nueva fase de la guerra de Occidente contra Rusia y reaccionaremos en consecuencia».
El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistió a la cumbre y, en su lugar, estuvo Lavrov. Putin ha evitado cumbres similares desde que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera en marzo pasado una orden que obliga a los Estados miembros a arrestarlo.
“Estados Unidos apoya firmemente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Todos en esta mesa, en mi opinión, deberían hacer lo mismo”, dijo Biden, el lunes, cuando los lideres también estuvieron de acuerdo sobre la “profunda preocupación por la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza”.
En el texto, los mandatarios pidieron con urgencia más ayuda y protección para los civiles junto con un alto al fuego completo en Gaza y el Líbano. El G20 apoya un “alto al fuego” en Gaza y en el Líbano, una “paz amplia, justa y duradera” en Ucrania.
Llamados para que ONU sea más «eficiente»
El Grupo también se comprometió a trabajar en una “reforma transformadora” del Consejo de Seguridad de la ONU, “haciéndolo más representativo, inclusivo, eficiente, efectivo, democrático y responsable”.
Sin embargo, la declaración no precisa la forma que debería tomar la reforma.
Brasil traspasó oficialmente la presidencia del G20 a Sudáfrica, que se encargará de organizar la cita de los líderes de las 20 principales economías del mundo en 2025.
Con la presidencia sudafricana, todos los países del G20 habrán comandado el liderazgo del grupo al menos una vez. En 2026, la coordinación del organismo recaerá nuevamente en Estados Unidos, entonces con el presidente electo Donald Trump.