Eagles
El running back de los Eagles de Filadelfia, Saquon Barkley, celebra en la segunda mitad del partido ante los Rams de Los Ángeles, el domingo 24 de noviembre de 2024, en Inglewood, California. (Foto: AP/Ryan Sun)

Los Eagles de Filadelfia y los Ravens de Baltimore se han encumbrado como dos de los equipos más peligrosos de la liga en esta temporada. Y lo han hecho con la misma fórmula: Quarterbacks que pueden causar daño por vía aérea y terrestre y, desde luego, correr hasta que se desprendan las ruedas.

Es fácil, incluso obligatorio, hacerlo cuando se tiene a Saquon Barkley (1.649 yardas) de un lado y a Derrick Henry (1.421) del otro. Después de todo, son primero y segundo en toda la NFL en yardas totales, suficientes para colocarlos en la cima de los favoritos al premio a Jugador Ofensivo del Año, e incluso en la conversación a Jugador Más Valioso.

En el caso de Henry, la competencia por el Jugador Más Valioso está en su propio vestuario. El quarterback Lamar Jackson, MVP reinante, es líder de la liga en yardas aéreas (3.053), rating (117,9) y pases de touchdown (27), además de que ha incurrido en apenas 4 intercepciones. Pero el domingo enfrenta la que quizá sea su prueba más complicada hasta el momento.

Los Eagles están montados en una racha de siete victorias gracias al espectáculo de Barkley y a una defensiva que actualmente es la mejor en yardas permitidas, tercera contra el pase y séptima contra la carrera. De hecho, Filadelfia (9-2) admite apenas 14,7 puntos durante su cadena victoriosa.

Desde luego que parte del truco está en mantener a su defensiva fresca y descansada. Y no hay mejor receta para eso que tener series ofensivas largas con un Barkley como ariete y un pasador, Jalen Hurts, que está al comando del séptimo mejor ataque en tercera oportunidad.

Sin embargo, la ofensiva aérea de los Eagles, última en intentos de pase, ha estado lejos de alcanzar su potencial, dejando escapar así la oportunidad de explotar una de las pocas flaquezas que han demostrado los Ravens (8-4), quienes permiten la segunda mayor cantidad de yardas aéreas en toda la NFL.

Tal vez los Eagles no necesitan ir demasiado al aire. No cuando se tiene a Barkley. Lo mismo se puede decir de Baltimore con Henry. Pero si uno de estos dos equipos llega a caer en una amplia desventaja, el factor terrestre desaparece y es entonces cuando empiezan los problemas.

Chiefs y Bills buscan afianzarse en la cima de la Americana

Los campeones Chiefs fueron el último equipo en perder la condición invicta y presumen el mejor registro de toda la NFL, de 10-1. Con esos datos únicamente, cualquiera pensaría que ha sido una temporada dominante para Patrick Mahomes y compañía. La realidad es que ha sido todo menos eso.

Ocho de sus 10 triunfos se han definido por ocho puntos o menos, cinco se han concretado en la última jugada del partido y lo que llegó a ser un ataque implacable tiene apenas dos partidos con 30 puntos en la campaña, incluido uno en tiempo extra. Nada de eso importa cuando el boleto a playoffs está a la vista incluso esta misma semana.

Kansas City necesita un triunfo el viernes ante unos Raiders (2-9) que han perdido siete partidos en fila —su peor racha desde 2014. Requiere además que ello se combine con un revés de Miami o Denver para avanzar a postemporada por 10mo año consecutivo. Parece un partido a modo, pero los Chiefs han encontrado la manera de complicarse incluso la más sencilla de las misiones este año.

Es esa clase de problemas los que han puesto en duda su dominio de la Conferencia Americana.

Los Bills (9-2), autores del único revés de Kansas City en la temporada, han ganado seis encuentros consecutivos, han anotado al menos 30 puntos en los cinco más recientes y el domingo por la noche reciben a unos mermados 49ers (5-6) en un partido que casi seguramente se llevará a cabo en la nieve.

No son las condiciones ideales para un equipo de San Francisco que tiene dos derrotas consecutivas, un mar de signos de interrogación y una buena cantidad de sentido de urgencia. Sí lo son, en cambio, para unos Bills acostumbrados al clima hostil y que buscan aprovechar esas condiciones a lo largo de los playoffs. Primero, claro, deben asegurar un quinto título divisional consecutivo.

Una derrota de los Dolphins el jueves y un triunfo el domingo sería suficiente para garantizarle a Buffalo la cima del Oeste de la Conferencia Americana. Su victoria de hace dos semanas sobre los Chiefs le abre la puerta para arrebatarles el control de la Conferencia. Sólo requiere de un revés más de Kansas City el resto de la temporada.

Si bien los Chiefs tienen por delante duelos complejos ante Chargers, Texans, Steelers y Broncos —todos dentro del panorama de postemporada— también es una realidad que Mahomes acumula 44 triunfos en 54 partidos en su carrera en noviembre y diciembre.

El resto

La jornada 13 inició con una triple cartelera por el Día de Acción de Gracias.

Los Lions de Detroit superaron 23-20 a los Bears de Chicago para extender a 10 su número de victorias consecutivas. Jared Goff completó dos pases de anotación con Sam LaPorta y Jake Bates.

Más adelante, los Cowboys de Dallas se impusieron 27-20 a los Giants de Nueva York, para cortar una racha de seis derrotas en casa.

Por la noche, los Packers de Green Bay tuvieron un comienzo rápido y doblegaron 30-17 a los Dolphins de Miami, quienes vieron cortada una seguidilla de tres triunfos.

La acción continúa el domingo con los siguientes encuentros: Chargers (7-4) en Atlanta (6-5); Steelers (8-3) en Cincinnati (4-7); Texans (7-5) en Jacksonville (2-9); Cardinals (6-5) en Minnesota (9-2); Colts (5-7) en N. Inglaterra (3-9); Seahawks (6-5) en NY Jets (3-8); Titans (3-8) en Washington (7-5); Buccaneers (5-6) en Carolina (3-8); y Rams (5-6) en N. Orleans (4-7).

La semana concluye el lunes con el encuentro en que los Browns (3-8) viajan a Denver (7-5). El quarterback novato de los Broncos, Bo Nix, tiene ocho pases de touchdown y sin intercepciones en sus últimos tres inicios. Cleveland ha anotado 18 puntos o menos en nueve compromisos esta campaña.

Rumbo a playoffs

Conferencia Americana

Buffalo asegura el título del Este con un triunfo sumado a una derrota de Miami.

Kansas City consigue un lugar en postemporada con un triunfo aunado a una derrota de Miami o de Denver.

Conferencia Nacional

Detroit puede obtener su boleto a playoffs con un triunfo el jueves y una serie de resultados, todos ellos involucran derrotas de San Francisco y Arizona.

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