Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, una fecha escogida por la ONU en el año 2000 para hacer frente a los flujos migratorios en ascenso desde aquella época. Más de dos décadas después el panorama empeora, cobrando vidas en todo el planeta.
Ángel Rivero llegó hace dos semanas a Guatemala con su esposa e hija. Tres meses atrás habían emprendido desde su natal Colombia una travesía repleta de las adversidades que encaran la mayoría de las personas que migran de manera irregular en busca de una vida mejor.
«Desde septiembre [estoy] viajando y todavía no he llegado a México, desde que salí de Turbo, Antioquia, allá en Colombia», dice Rivero, que carga en sus hombros a su pequeña hija mientras responde preguntas a la Voz de América.
«La gente nos discrimina mucho porque piensa que uno es un vago, pero no, nosotros somos echados pa’ adelante buscando trabajo», afirma el migrante colombiano al tiempo que intenta mantener el equilibrio mientras la niña se balancea con un juguete y un banano en sus manos.
En Ecuador, una escena similar protagoniza Mariana López, quien a sus 61 años lamenta despedirse de su familia para migrar por segunda vez a España, donde vivió entre 2001 y 2013. «Me da mucha pena, mucho dolor, mucha tristeza tener que dejarlos otra vez», dice poco antes de abordar su avión rumbo a Europa. «No estamos bien, no estamos seguros aquí con tanta delincuencia y por la edad que uno tiene tampoco ya le dan trabajo. Entonces nos toca emigrar», afirma.
Rivero y López son apenas dos ejemplos de una crisis global visible desde el año 2000, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante. A 24 años de que los flujos migratorios globales comenzaran a preocupar a los líderes del mundo, la crisis no ha hecho más que crecer debido al incremento de los desplazamientos masivos de personas que huyen para salvar sus vidas de las guerras y los desastres naturales.
La cifra de desplazados este año superará los 120 millones de personas, de acuerdo con el más reciente informe sobre Tendencias mundiales, publicado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en junio de 2024.
¿Qué dice el segundo Informe Periódico Mundial de la OIM?
Basado en los datos recopilados en 33 de los contextos de desplazamiento más problemáticos del mundo, junto con estudios de casos centrados en desplazados internos en nueve países, el segundo Informe Periódico Mundial sobre desplazamiento interno 2024 (Progress24) identificó los factores que influyen en las decisiones que toma una persona una vez que decide desplazarse para evadir conflictos, desastres y procurar mejores condiciones para ellos y sus familias.
«Queremos aumentar la autosuficiencia de las personas desplazadas internamente, por lo que las opciones de esas personas –ya sea regresar a sus hogares, reasentarse en otro lugar o integrarse localmente– deben ser el centro de nuestro trabajo para encontrar soluciones duraderas al desplazamiento», dijo al presentar el informe la directora general de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), Amy Pope.
El estudio, elaborado de conjunto con la Universidad de Georgetown, concluyó que «cuando las opciones que necesitan los desplazados no están disponibles, su progreso hacia la estabilidad puede ser frágil y de corta duración».
El principal hallazgo del informe Progress de este año revela la intención generalizada de los desplazados internos de permanecer donde están. Los investigadores determinaron que los factores que impactan las decisiones de los migrantes incluyen cuánto tiempo han estado desplazados y por qué. También impactan las garantías para la seguridad personal y las oportunidades disponibles de conseguir el sustento económico para vivir.
«Tragedias evitables»
Entre 2000 y 2014 se registraron cerca de 70.000 muertes y desapariciones de migrantes. Solo el año pasado murieron unos 8.600 personas mientras buscaban llegar a sitios seguros.
“Cada una de estas muertes es una tragedia evitable”, ha dicho Amy Pope, directora general de la OIM y coordinadora de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración.
¿Por qué mueren o desaparecen migrantes y cómo evitarlo?
Las principales causas directas de las muertes de migrantes son el ahogamiento, los accidentes, la violencia, las condiciones ambientales adversas y la falta de acceso a atención médica, alojamiento, alimentos y agua, de acuerdo con la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
El organismo indica que las desapariciones de migrantes se deben en parte a la incapacidad de comunicarse con las familias o a la falta de identificación de los fallecidos. LA OIM apunta a que algunas decisiones políticas y el acceso limitado a vías seguras y regulares también incrementan las muertes y las desapariciones de personas que intentan migrar.
Un informe del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, recomienda medidas concretas para reducir las muertes y desapariciones de migrantes, entre ellos la necesidad de proporcionar acceso a los actores humanitarios para que asistan a quienes se encuentran en peligro y mejorar la recopilación de datos sobre las personas desaparecidas.
Las recomendaciones se incluyen en el informe de 2024 sobre la implementación del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM). El reporte, que se publica cada dos años, destaca los avances, las brechas y las oportunidades, y ofrece recomendaciones concretas para avanzar en los compromisos del GCM y mejorar la gobernanza de la migración.