Miles de personas salieron este miércoles a las calles de varias ciudadades de Estados Unidos desde Filadelfia hasta Los Ángeles, a marchar como parte del llamado nacional de «resistencia y unidad» que hicieron grupos humanitarios y civiles en el país durante el Día Internacional del Inmigrante y ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca con su promesa de deportaciones masivas.
La Coalición de Inmigración de Pensilvania, por su acrónimo en inglés PIC, organizó en Filadelfia una manifestación y marcha este 18 de diciembre para pedirle al presidente Joe Biden que desmantele lo más posible la maquinaria de deportación antes del 20 de enero de 2025. Se le pidió que tome acción inmediata y de por terminados los contratos con la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que ordene el cierre de los centros de detención de inmigrantes y libere a los confinados en detención.
Los manifestantes marcharon hacia el puente Benjamín Franklin donde 20 activistas bloquearon el acceso a ese puente para luego dirigirse a la oficina de Inmigración y Control de Aduanas en 814 Market Street, encabezados por Jasmine Rivera, directora ejecutiva de PIC. Una barrera de policías rodeó a los manifestantes. Las organizaciones de PIC, CASA, Juntos, Nuevo Movimiento Santuario y Make the Road PA participaron en la manifestación y marcha.
En la otra costa, al grito de «somos migrantes, merecemos respeto», activistas y miembros de más de treinta organizaciones se tomaron las calles del centro de Los Ángeles para decir que están en pie de lucha ante la amenaza a la comunidad indocumentada que representa la nueva administración republicana.
«Hoy nos ponemos de pie, nos organizamos, alzamos la voz en vísperas de lo que pueden ser cuatro años difíciles para nuestra nación y las familias de todo el mundo, especialmente las familias inmigrantes», dijo Angélica Salas, de la Coalición por los Derechos Humanos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA).
La activista, al igual que los líderes de sindicatos y organizaciones religiosas que hicieron parte de la marcha, recalcó que Estados Unidos no puede desconocer «el valor fundamental» que representan los inmigrantes en el país.
La marcha, que inició en La Placita Olvera, conocida como el lugar dónde nació Los Ángeles, llegó hasta el Ayuntamiento y terminó frente al Edificio Federal de Inmigración, donde más de doce oradores recordaron que «no es la primera vez» que un gobierno carga contra los inmigrantes indocumentados.
Uno a uno, los discursos enfatizaron en la necesidad de hacer un frente unido contra las promesas del presidente electo, como las deportaciones masivas, la separación de familias, o la eliminación de la ciudadanía por nacimiento si los padres son indocumentados.
«Trump ha creado con mentiras un ambiente hostil contra la comunidad inmigrante, quieren infundirnos miedo con su retórica y políticas extremistas. Pero lo único que harán es avivar las llamas de nuestra indignación. Y convertiremos esta indignación en acción» advirtió a EFE Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).
El activista agregó que la actual lucha es por lograr «el respeto y la igualdad».
A este llamado se han unido estrellas de la música como Los Cadetes de Linares y La Sonora Dinamita, que esta noche junto a Los Jornaleros del Norte, ofrecerán una serenata a los inmigrantes detenidos en la cárcel del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el centro de Los Ángeles como parte de la campaña ‘Take to the Streets & Chant Down The Walls’ (Salgan a las calles y canten abajo los muros).
Un llamado nacional
Las manifestaciones en defensa de los inmigrantes se han extendido por todo Estados Unidos. NDLON, que defiende a los jornaleros, se movilizó en la ciudad de Nueva York, en Atlantic City y Trenton (Nueva Jersey), Chicago (Illinois), Houston (Texas) y Filadelfia (Pensilvania).
Las acciones no solo se enfocan en la nueva administración, esta semana también se han usado para enviar un mensaje al presidente Joe Biden y al Congreso para que protejan a las familias de inmigrantes que están en la mira de la nueva administración.
El Movimiento de Reforma Migratoria Justa (FIRM, en inglés) realiza una semana de abogacía para pedir al Capitolio y la Casa Blanca que utilicen todos los recursos para proteger a la comunidad indocumentada, el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y Estatus de Protección Temporal (TPS).
«Este momento exige que los electos en todos los niveles tomen medidas decisivas ahora para rechazar los ataques antiinmigrantes de Trump y reforzar las protecciones para los inmigrantes en todos los frentes» señaló en un comunicado Greisa Martínez Rosas, directora ejecutiva de United We Dream.
Como parte de esta campaña, la organización Make the Road New York se manifestó hoy frente al Ayuntamiento neoyorquino para pedir al alcalde, Eric Adams, que les proteja frente al plan de deportaciones masivas del presidente electo.
Un llamado similar se dio en una acción en Nevada. «Nuestro mensaje es claro: estamos aquí, contribuimos y no daremos marcha atrás. Ahora es el momento de que nuestros líderes hagan lo mismo», sentenció Leo Murrieta, director ejecutivo de Make the Road Nevada.
México celebra a sus migrantes mientras extranjeros sufren abusos en el país
México mostró el miércoles dos caras bien distintas hacia los migrantes: celebró a sus connacionales en el extranjero con un himno, mientras en su territorio se multiplican las denuncias por abusos contra los extranjeros que intentan cruzar irregularmente el país.
Coincidiendo con el Día Internacional del Migrante, la presidenta Claudia Sheinbaum convirtió su conferencia mañanera en un recital de música para presentar el “Himno Migrante” en honor a los mexicanos que están en Estados Unidos.
“What we dream of lo realizamos”, cantaba el grupo de banda en el Palacio Nacional, mezclando español e inglés en la canción que también alababa el patriotismo con frases como “cambiamos de lugar, no de bandera”.
Sheinbaum llamó “héroes” a los mexicanos que están en el vecino del norte, 11 millones de personas, de las cuales unos 5 millones no tienen su situación migratoria legalizada.
El año pasado los emigrantes en varios países, enviaron a sus familias en México más de 63.000 millones de dólares en remesas, la mayoría desde Estados Unidos.
Sin embargo, durante 2024 las autoridades estadounidenses interceptaron a mexicanos que querían cruzar ilegalmente en casi medio millón de ocasiones, según datos de la Patrulla Fronteriza; eran hombres y familias que huían de la violencia, la pobreza o buscaban oportunidades laborales en Estados Unidos que México no les ofrece.