Judy Soto, nacido en Idaho de padre mexicano y madre nativa, busca ser el primer latino de este estado en ocupar una banca en el Congreso federal de Estados Unidos para recuperar “la esperanza y el futuro” en respuesta a lo que describió como “uno de los momentos más bajos en la historia del país”.
Soto, demócrata de 34 años, lanzó su candidatura para el Primer Distrito Congresional de Idaho el 18 de noviembre de 2019, una fecha significativa en su vida e intencionalmente elegida porque marca el aniversario de la muerte de su padre. De hecho, esa adversidad fue uno de los factores que lo lanzó a la política, explicó Soto a Efe este viernes en conversación telefónica.
“Mi padre trabajó muchos años en zonas rurales y cuando perdió su trabajo también perdió su cobertura médica. Se enfermó y no pudo acceder a tiempo a los servicios de salud que necesitaba. Por eso, cuando anuncié mi candidatura, mi padre estaba en el centro de mi mente”, dijo.
“Son muchas las familias que enfrentan desafíos de salud similares. Yo quiero transformar ese dolor en un propósito. Eso es lo que me da fortaleza”, agregó.
Soto pertenece a la tribu Shoshone-Bannock (“No hay muchos de nosotros en el Congreso”, recordó) y estuvo diez años (2008 a 2018) en el Ejército de Estados Unidos. En 2011 recibió un título en la Universidad Estatal de Portland (el primero en su familia en lograrlo) y en 2014 completó en el Congreso federal el programa de estudios de la Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas (APSA).
A pesar de la “pobreza y la dureza” de su infancia, Soto se considera “exitoso” gracias a dos elementos claves en su vida: la educación pública y el servicio militar, que le dieron los recursos y la disciplina necesarios, dijo, para alcanzar otras metas en su vida. Pero nunca esperó realizar una campaña política en tiempos de pandemia.
Por eso, en vez de una oficina tradicional, Soto cuenta con una casa rodante con la que ya recorrió “todos los condados y principales ciudades de Idaho”. Y su acercamiento a los votantes enfatiza el uso de redes sociales y presencia en medios de comunicación. Con todo, Soto confía en superar al representante federal republicano Russ Fulcher en las elecciones del 3 de noviembre.
“Mi candidatura busca elevar las voces de las personas de ingresos bajos o medios con menos acceso a oportunidades, personas como mi padre o mi comunidad. Y quiero hacerlo en estos oscuros momentos de incertidumbre”, declaró Soto, cuya meta, dijo, es “transformar al país, así como aprendí a transformarme a mí mismo”.
Sin embargo, por el coronavirus y por el actual clima político, Soto teme que incluso aquellos que simpatizan con su candidatura quizá no se movilicen suficientemente el día de las elecciones. Para ellos, Soto tuvo un simple mensaje: “Voten y seguiremos adelante”, indicando que sus principales prioridades son “trabajos, educación y viviendas económicas”.
Pero existe aún otro motivo por el Soto quiere llegar al Congreso.
“Hace dos semanas falleció mi hermana menor. No se relaciona con la COVID-19, pero el virus dificultó el tratamiento y la despedida. Mi corazón siente lo que sienten todos aquellos que perdieron un ser querido durante la pandemia”, compartió.
“Quiero representar a las personas comunes de Idaho y de todo el país, de todos los estilos de vida. No soy un candidato tradicional porque represento también a la comunidad de donde provengo. Vamos a transformar el odio en esperanza”, concluyó.