San Juan. – Puerto Rico, diez meses después del inicio de la pandemia, se ha convertido en uno de los primeros territorios del mundo en recibir y poner en marcha el proceso de vacunación contra el COVID- 19, empezando por el personal de hospitales, mientras preocupa el alza de contagios y muertes.
El Hospital Ashford de San Juan fue el pasado martes el primero en iniciar la vacunación a sus profesionales sanitarios, al que han seguido el Hospital de Damas de Ponce, el Doctors’ Center de Carolina y el Hospital Episcopal San Lucas, entre otros, un proceso que llegó a los 65 hospitales de Puerto Rico durante las siguientes horas.
El proceso para la implantación de la vacuna de los laboratorios Pfizer/BioNTech se produje cuando desde que comenzó la pandemia han muerto en la isla a causa del virus 1.294 personas y contagiado un total de 60.668.
La «terapista» respiratoria Yahaira Alicea se convirtió en la primera persona en ser vacunada contra el COVID-19 en Puerto Rico.
Alicea fue seleccionada debido a que atendió a los primeros pacientes diagnosticados en marzo de este año en la isla, una pareja de turistas italianos.
«Es una manera de protegernos y protegerlos a ellos también», destacó Alicea sobre el sentimiento de su familia al conocer que iba a ser vacunada.
En el plazo de una semana deberían estarlo unas 1.000 personas, el número de individuos que habitualmente trabajan en el centro sanitario, incluidos tanto empleados como personal externo que presta allí labores.
El proceso de vacunación en los 65 hospitales de la isla se incluye en la primera fase del plan (1-A), de la que hacen parte profesionales de la salud, trabajadores de los hospitales y de respuesta de emergencias, así como personas que trabajan y viven en residencias de ancianos.
La de los laboratorios Pfizer/BioNTech fue la primera vacuna en ser aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, en inglés).
OBJETIVO: 70 % DE LA POBLACIÓN VACUNADA
El objetivo de las autoridades puertorriqueñas es que al menos el 70 % de la población se vacune para lograr inmunidad colectiva o de «rebaño» que permita mantener el virus bajo control.
El inicio de la vacunación en los hospitales se produce después de que durante la madrugada del martes comenzara el proceso de distribución a los centros sanitarios por parte de la Guardia Nacional desde la Pontificia Universidad Católica en Ponce, la ciudad más importante del sur de la isla.
El ayudante general de la Guardia Nacional -el cuerpo responsable de la logística de la distribución-, el general José Juan Reyes, señaló que se pusieron en marcha 23 rutas que distribuirán simultáneamente las vacunas.
El proceso completo de distribución se calcula que afectará a cerca de 600 efectivos de la Guardia Nacional.
Entre los primeros beneficiados figuran los hospitales del área metropolitana, lo que incluye el Centro Médico, Hospital Oncológico, Healthsouth y el Hospital Universitario, entre otros.
Las primeras dosis de la vacuna, un total de 16.575 unidades, llegaron el lunes a Puerto Rico desde el estado de Tennessee (EE.UU.).
Los primeros en ser vacunados se incluyen en la fase 1-A, que establece la vacunación de todo el personal que trabaja en los hospitales, proceso que se prolongará durante 2 o 3 semanas, antes de dar paso a la fase 1-B, que implicará la apertura de múltiples centros de vacunación por toda la isla y en la que se vacunarán los mayores de 65 años que no viven en centros para ancianos y el personal de salud que no trabaja en hospitales.
La fase 1-C comprende a las personas mayores de 65 años que no residen en hogares de ancianos.
La directora ejecutiva de la Asociación de Farmacias de la Comunidad, Linda Ayala, indicó que están listos para comenzar a vacunar con la entrada de la fase 1-B dentro de las próximas cuatro semanas.