El presidente electo, Joe Biden, conversó telefónicamente este jueves con el papa Francisco y expresó su deseo de trabajar juntos para abordar la crisis climática y en dar acogida a los inmigrantes y refugiados.
Según un comunicado de su equipo, el líder demócrata, que se convertirá en el segundo católico en la historia del país que va a llegar a la Casa Blanca, agradeció a su Santidad sus bendiciones y felicitaciones.
Además, comunicó su aprecio por el liderazgo del sumo pontífice en «la promoción de la paz, la reconciliación y los lazos comunes de la humanidad».
«El presidente electo expresó su deseo de trabajar juntos sobre la base de una creencia compartida en la dignidad y la igualdad de toda la humanidad en asuntos como la atención de los marginados y los pobres, el tratamiento de la crisis del cambio climático y la acogida e integración de los inmigrantes y refugiados en nuestras comunidades», añadió la nota.
El domingo pasado, los obispos católicos de EE.UU. llamaron a la «unidad nacional», agradecieron la «bendición de la libertad» y subrayaron que «el pueblo estadounidense ha hablado en esta elección».
«Ahora es el momento de que nuestros líderes se reúnan con espíritu de unidad nacional y se dispongan a dialogar y a comprometerse por el bienestar común», indicó la declaración suscrita por el presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez.
Los obispos señalaron que Biden reúne «los votos suficientes» para ser elegido presidente, sin mencionar que el actual gobernante, el republicano, Donald Trump, no reconoce su derrota y afirma que va a luchar por su reelección.
Biden ha hablado al menos con ocho dirigentes más, entre ellos el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson, y su homólogo irlandés, Micheál Martin.
Este miércoles conversó además con los primeros ministros de Australia y Japón, Scott Morrison y Yoshihide Suga, respectivamente; además de con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.
Biden aseguró el martes que tenía muchas más llamadas por devolver y que estaba dejando saber a sus aliados que «Estados Unidos ha vuelto» tras la etapa aislacionista de Trump.