El presidente electo, Joe Biden, anunció este lunes figuras claves de su futuro gabinete, en el que destaca la diversidad y caras conocidas de la Administración de Barack Obama (2009-2017), como el multilateralista Antony Blinken y el cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas.
En un asomo de la era que inaugurará con su toma de posesión el próximo 20 de enero, Biden delegó en Blinken, uno de sus asesores más cercanos, la cartera de Exteriores.
Conocido también por su apodo «Tony», el designado secretario de Estado es un veterano de la diplomacia estadounidense que ya ejerció como «número dos» de ese departamento durante los dos últimos años de la presidencia de Obama, entre 2015 y 2017.
La selección de Blinken no es una sorpresa: el suyo era el nombre que sonaba con más fuerza en las quinielas, junto a los de la exasesora de seguridad nacional de la Casa Blanca de Obama, Susan Rice, y el senador demócrata Chris Coons.
Blinken, que habla un francés fluido y toca la guitarra en sus ratos libres, tendrá la misión de acercar de nuevo a Estados Unidos a sus aliados y a foros multilaterales de los que el país se ha distanciado bajo la actual presidencia de Donald Trump.
Si es confirmado por el Senado, Blinken tendrá en sus manos la gestión de los planes de Biden de volver a integrar a Estados Unidos en el Acuerdo de París contra el cambio climático, el acuerdo nuclear con Irán y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
UN INMIGRANTE EN SEGURIDAD NACIONAL
Por su parte, Mayorkas, otro exfuncionario del Gobierno de Obama, fue nominado como secretario de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), lo que lo convertiría en el primer latino al frente de esa agencia encargada de asuntos tan delicados para el país como la inmigración y la seguridad fronteriza.
Nacido en La Habana en 1959, Mayorkas asumiría la jefatura del DHS después de haber sido director del Servicios de Ciudadanía e Inmigración o de haber liderado programas como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés) y la respuesta a las crisis sanitarias del ébola y el zika.
DACA, el programa que la Administración de Obama diseñó para proteger de la deportación a los «soñadores», como se conoce a los miles jóvenes traídos por sus padres indocumentados a Estados Unidos cuando eran niños, ha sido una de las iniciativas que Trump intentó acabar y que, en la práctica, ha quedado muy limitada.
En un mensaje en Twitter, Mayorkas se refirió a su nominación y recordó que cuando era muy joven, Estados Unidos se convirtió en un lugar de refugio para él y su familia.
«Ahora he sido nominado para ser el secretario del DHS y supervisar la protección de todos los estadounidenses y de aquellos que huyen de la persecución en busca de una vida mejor para ellos y para sus seres queridos», añadió.
De ser confirmado en el cargo, Mayorkas haría historia como el primer inmigrante al frente de la Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Su nominación ha sido bien acogida por distintos sectores y organizaciones proinmigrantes.
«Es una elección fantástica para dirigir el DHS», señaló en su cuenta de Twitter el Caucus Hispano, que reúne a los congresistas demócratas de ascendencia latina.
Según esta organización, fundada en el seno del Legislativo en 1976, «después de la crueldad y la devastación provocadas por la Administración de Trump, Mayorkas tiene el mandato de reformar el DHS».
SIN TIEMPO QUE PERDER
“Necesito un equipo listo en el primer día en el cargo para ayudarme a recuperar el lugar de liderazgo de Estados Unidos, unir al mundo para hacer frente a los desafíos más importantes que enfrentamos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores», señaló Biden, en un comunicado difundido por su equipo de transición, al defender a sus elegidos .
“No tenemos tiempo que perder -agregó- cuando se trata de nuestra seguridad nacional y nuestra política exterior».
Otro cargo de la etapa Obama que acompañaría a Biden es el exsecretario de Estado John Kerry, quien será el enviado presidencial para el Clima, mientras que Linda Thomas-Greenfield, cuya extensa carrera diplomática a lo largo de varias Administraciones se remonta a la de Ronald Reagan (1981-1989), será la embajadora de EE.UU. ante la ONU.
Biden ha elegido también a Avril Haines, de 51 años, como directora de Inteligencia Nacional, que se convertirá en la primera mujer en dirigir dicha entidad, y a Jake Sullivan, que con sus 43 años se perfila como uno de los asesores de Seguridad Nacional más jóvenes que tenido la Casa Blanca en décadas.
En el pasado Haines sirvió en la Administración de Obama como abogada de seguridad nacional y fue subdirectora de la CIA entre 2013 y 2017.
De hecho, fue la primera mujer en ocupar ese segundo cargo y durante el tiempo que estuvo en el puesto decidió no aplicar medidas disciplinarias contra el personal de la agencia al que un comité del Senado acusó de haber entrado de manera improcedente en sus ordenadores.
Por su parte, Sullivan ha sido asesor de Biden en política nacional, pero tiene una amplia trayectoria en exteriores.
Fue asesor de seguridad nacional de Biden durante su segundo mandato como vicepresidente de la Administración de Obama, y fue subjefe de Gabinete de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
En una noticia aún sin confirmar, algunos medios locales adelantaron que Biden tiene previsto nominar a la antigua responsable de la Reserva Federal (Fed) Janet Yellen como su secretaria del Tesoro, según informaron este lunes varios medios.
De ser confirmada por el Senado, Yellen se convertirá en la primera mujer en ocupar esta cartera, con lo que se convertiría en la primera mujer en ese cargo, después de haber sido la primera mujer en dirigir el organismo rector de la política monetaria del país.
En los últimos días, Biden ha ido soltando a cuentagotas los nombres de sus futuros colaboradores más cercanos, aunque aún no se ha iniciado formalmente el proceso de transición en la Casa Blanca.
Pese a ser considerado el ganador de los comicios del 3 de noviembre, Biden no ha sido reconocido por Trump, quien, en cambio, ha denunciado sin pruebas un fraude electoral y ha intentado sin éxito impugnar los resultados en varios de los estados claves.